Metal Fest
Live Review

The Metal Fest 2024: Día 1

Escrito por Juan Pablo Ossandón
Fotos por Andie Borie

 

Tras el retorno de The Metal Fest en 2023 –junto a Kreator, Testament, Stratovarius, etc– tras 9 años desde su tercera edición en 2014 –con MegadethAt the Gates, entre otros–, la versión 2024 del festival chileno metalero más importante de Latinoamérica está dando que hablar por hacer las cosas muy, pero muy bien. Ya desde el propio anuncio del line-up completo quedó clarísimo que la consigna de The Metal Fest 2024 volvería a los principios de curatoría de la edición 2013 del mismo, siendo ese el apostar por la diversidad de subgéneros del metal.

En especial, el día 1 del festival destacó como una verdadera vitrina de distintos sonidos y épocas, lo que es agradecido por los miles y miles de fans de estos sonidos. No sólo en lo internacional claro está, sino que el panorama nacional también tuvo cuidado con esos parámetros, dando cuenta del portentoso nivel del metal chileno en distintos estilos del género más extremo del mundo. El metal.

Pero vayamos por otro aspecto que destacó especialmente en esta edición: la experiencia.

 

El upgrade de la experiencia

Un festival por definición es algo mucho más que «múltiples bandas tocando en una misma ocasión». Siempre debe ser así, y eso es algo que The Metal Fest tiene más que entendido, apostando por diversificar y masificar más la oferta de zonas de consumo de bebidas alcohólicas –con las propias medidas de seguridad que prohibían salir con líquidos de esos espacios delimitados–, además de distintos puestos y foodtrucks de comida dispuestos en las inmediaciones del Movistar Arena.

Asimismo, múltiples puestos con merchandising oficial, esculturas de Mercyful Fate –hechas por Necro Escultor, al igual que las calaveras a los lados del Devil Stage–, estatuas de King Diamond y Lemmy, y, en general, una ambientación increíble para fans de todas las edades del metal.

¿La gran sorpresa? El stand y carpa de Jack Daniel’s que oficiaron como punto de firma de autógrafos, en un esfuerzo conjunto con la producción para que los fans pudieran tener un recuerdo firmado por sus bandas favoritas. Una iniciativa totalmente increíble.

 

Los espectáculos nacionales: El Hell Stage

Ubicado al sector sur de las afueras del Movistar Arena se encontraba el Hell Stage, escenario que acaparó la totalidad de agrupaciones chilenas que vinieron a hacer de las suyas a esta nueva edición del The Metal Fest.

Y es que siempre habrá aquellos que apoyen la escena loca, sin importar qué. Asimismo se notó desde el primer show con BattleRage, icónica banda de heavy metal liderada por Fox-Lin Torres, que fue la encargada de abrir la jornada de este primer día. Asimismo, los ariqueños Necrodemon avivaron la actitud más voraz del público agolpado en el Hell Stage con moshpits entusiastas, momentum que el speed de Vastator aprovecharía en su set próximo.

Una de las agrupaciones que más dio que hablar fue Derrumbando Defensas, agrupación temucana compuesta únicamente por mujeres que se han hecho un lugar en la escena tras 15 años de autogestión, con un recibimiento cálido y dinámico de aquellos que se vieron en el pit con temas como «Industria Asesina»; un metalcore sumamente crudo y contestario. Los clásicos Sadism, por su parte, pusieron la cuota más pesada y perversa del Hell Stage con su death metal duro de roer, en el que el moshpit veía a aquellos sedientos de adrenalina y explosividad contentos como nunca.

Otra historia es la que contó Dogma, quienes dejaron caer un heavy metal con un corte sumamente autóctono y propio, dejando caer himno tras himno –aprovechando sobre todo a los fans de Gamma Ray que se dejaron ver tras el show de los alemanes–. Finalmente, el Pera Cuadra enmascarado fronteando Dorso, dio fin a una jornada jugando como locales ante una velada sumamente fría ya con la noche totalmente instalada sobre el Movistar Arena.

 

El arranque diverso y explosivo de las agrupaciones internacionales en Devil Stage

Quienes fueron los encargados de dar inicio a la jornada en el escenario al interior del Movistar Arena, fueron los alemanes In Extremo, dueños de un folk metal anidado en distintas estéticas medievales –así como recursos–, de lo que muchos prefieren tildar como metal medieval. Así, el frontman Dan letzte Einhorn y los suyos brindaron un set sumamente colorido en melodías de canciones como «Troja» y «Vollmond», encantando al público chileno con la utilización de gaitas y arpas que entregaron la nota más diversa de todo el certamen –segundo día incluído–.

Si hasta los germanos se preocuparon de conectar con el público chileno respetando, en sus palabras, nuestro idioma nativo, regalándonos tracks interpretados en español como «En esta noche». Así las cosas, In Extremo entregó un set que conquistó a los más incautos con un sonido perfecto, e interpretaciones rebosantes de vida con temazos como «Weckt die Toten» y el cierre con «Sängerkrieg».

Los siguientes fueron Exodus, quienes desde temprano –a las 15:15– destrozaron el domo del Parque O’Higgins con su thrash metal directo del Bay Area de California. Y es que la presencia de Gary HoltSteve SouzaTom Hunting es realmente imponente, tal y como la reacción febril e instantánea de la audiencia metalera mostró ante el arranque con «Bonded By Blood» y «And Then There Were None», produciendo un circle pit gigantesco. Así las cosas, y con Souza entregando palabras de elogio al público chileno como «el mejor del mundo» en cuanto a metal refiere, «Fabulous Disaster» avivó la energía y agresividad de una masa de gente totalmente hambrienta de thrash.

Por supuesto, el álbum ‘Persona Non Grata’ hizo presencia con «Prescribing Horror» y «The Beatings Will Continue», los clásicos tenían que llegar sí o sí. Era poco el tiempo, y el Movistar se despedazaba ante «A Lesson In Violence» –con palabras de Steve sobre los 30 años que cumplirá el debut el próximo año–, Blacklist, y la fiesta absoluta en «The Toxic Waltz». Y sí, faltó «Strike of the Beast», «Piranha», y muchos hits más. Pero así son los festivales, no es mucho el tiempo disponible por banda y solo queda seguir disfrutando de lo que sigue.

 

El inicio de la despedida de Sepultura y el fiato de Soen con Chile

Si bien Andreas Kisser anunció durante el show de ayer en The Metal Fest que regresarían el próximo año a Chile, produciendo la duda de muchos considerando que se declaró esta presentación como la despedida definitiva de los brasileños de los escenarios chilenos, la verdad es que lo engendrado en el Movistar Arena era digno de los 40 años de historia que lleva Sepultura a sus espaldas. Un inicio radioactivo y ardiente con «Refuse/Resist» y «Territory» marcó la nota de una presentación que, con el poco tiempo disponible, se las arreglaron para visitar distintas épocas de su carrera.

Así sea la era «reciente» de los carioca con «Kairos» y «Means to an End» –con una respuesta algo más tibia de la audiencia–, la demencia absoluta llegó con «Arise» siendo uno de los puntos más altos del set –y de toda la jornada–. Si hasta una bengala se dejó ver en el pit. Un regalo para los old school con «Escape to the Void» y la despedida con «Ratamahatta» y «Roots Bloody Roots» dejó al público chileno sumamente contento, fiel reflejo de la relación construida por décadas de parte de Sepultura con el país del fin del mundo.

En lo que respecta a Soen, quienes ya han pisado Chile en repetidas ocasiones tras la pandemia –con tres fechas en La Cúpula el 2022, un set semiacústico en la Sala RBX, show en Talcahuano y también en CL.Prog como headliners en 2023–, Joel Ekelöff y su gente dieron muestra de uno de los sets más distintivos de The Metal Fest. Y es que los suecos, como representantes del metal progresivo –con una que otra pizca de metal alternativo–, mostró el excelente presente que ostentan centrándose en sus últimas tres placas, ‘Lotus’ (2019), ‘Imperial’ (2021) y ‘Memorial’ (2023).

Arremetiendo con elegancia con «Sincere», más la ebullición característica de «Martyrs», la agrupación desafió al público old school y thrasher con sus líneas vocales trabajadas con una interpretación camaleónica –tal y como se notó en Lascivious–, o bien jugando al shock value con las expulsiones súbitas de humo en la escenografía que le brindaban más fuerza a temas como «Modesty». Si hasta un tema relativamente nuevo como «Unbreakable» fue recibido como himno de parte de los chilenos, quienes despidieron a la banda tras el final de fábula con «Lotus» y «Antagonist», sellando a fuego y mucho cariño la relación que tienen con los suecos.

 

The Metal Fest

El retorno anhelado de Gamma Ray y la coronación de Killswitch Engage

Tras casi 9 años de ausencia, la llegada a The Metal Fest de Kai Hansen y los suyos venía con un sabor especial. Después de todo, en la formación esta vez se incluía a Frank Beck también, quien desde 2015 que estuvo con los alemanes como vocalista ante la ausencia temporal de Hansen por lo obrado con la reunión de Helloween. En ese sentido, más que un cambio, quedó como miembro permanente compartiendo las voces entregándole un dinamismo especial a temas tan legendarios como «Land of the Free» y «Rebellion In Dreamland», haciendo que el power metal se luciera en The Metal Fest con una de sus mejores cartas a nivel histórico.

De esta forma, la respuesta del público fue mucho más fervorosa de lo que se suele ser con el power metal –al menos a nivel corporal–, puesto que el público chileno estaba tan sediento de adrenalina que se entregaban a moshpits incesantes con canciones como «Master of Confusion». Sin embargo, cuando más brillaban las cosas era con el desplante vocal de tanto la banda como del público, en el que se establecieron dinámicas entretenidas características del en vivo como con «Heaven Can Wait» y «Somewhere Out In Space». Ya en el fin del set, los germanos se despidieron con la inmortal «Send Me a Sign».

En lo que respecta a sorpresas de parte esta edición de The Metal Fest, fue la inclusión de Killswitch Engage, agrupación estadounidense de metalcore melódico que causó cierta extrañeza en los más conservadores, yendo en contra del canon clásico que se había conjurado en versiones anteriores. Sin embargo, y como dijimos antes, esta nueva edición del festival apostó por la diversidad, y lo que Jesse, Joel, Adam, Justin y Mike lograron no fue sino demostrar vívidamente la posición selecta en la que se encuentran en el panorama actualmente.

De otra forma, no se habría visto al océano de voces más comprometido y estruendoso de toda la jornada, pues el público chileno cantó con fuerza canciones como la inicial «My Curse» y «A Bid Farewell», en la medida que la cancha se rompía en breakdowns, crowdkillers y moshpits incesantes. La propia entrega de la banda era tal, que cada vez el público recibía con más y más fuerza sus intenciones, destacando momentos como la dedicatoria de «This Signal Fire» al recientemente fallecido vocalista de Leeway, Eddie Sutton –un momento sumamente emotivo.

Momentos hubieron para todos, y de todas las formas posibles. Desde la agresividad de «Unleashed» hasta las melodías y coros de «The End of Heartache». Era una fiesta para todos, que se terminó con broche de oro con el mítico cover de Dio, «Holy Diver», ante un Movistar Arena que se lo cantó como si fuese el mismísimo Ronnie James Dio quien estuviese en el escenario. Esa energía desprendían los norteamericanos.

 

The Metal Fest

Los reyes de la noche: Emperor

¿Han visto que una banda de black metal encabece un festival como The Metal Fest? Es extrañísimo, pero el poderío y trascendencia de la agrupación comandada por IhsahnEmperor, es tal que una tarea como tal no es sino hasta normal. Al menos así lo ha sido los últimos años, con un Teatro Caupolicán sold out en 2022, y que, ahora en Movistar Arena, miles y miles de personas se agolparon para presenciar la maestría con la que Sammoth y sus compañeros desplegaban temazos como «Into the Infinity of Thoughts».

La puesta en escena jugaba de forma especial con los contrastes entre tonos azulados, o el contraluz de luces a ras de suelo que apuntaban al cielo. De esta forma, el hechizo de Emperor se desprendió por todo el recinto con «Into the Wordless Chamber», tema que, por cierto, desató la agresividad de un público que ante blast beats respondía desgarrando lo último de sus energías en el pit.

Así, el «Anthems to the Welkin at Dusk» y el «In the Nightside Eclipse» jugaron un papel pivotal al proveer de verdaderos armatostes de temazos como «Ensorcelled by Kaos», «Inno a Satana» –con un público coreando con sumo vigor–, o «I Am the Black Wizards» desprendiendo todo tipo de sensaciones ante un público maravillado por lo que sucedía en escena. El aura que desprendían los músicos en escena no causaba más que admiración, la que era recíproca, en cuanto Ihsahn en repetidas ocasiones se refirió a lo bien que se la pasan en Chile y en Latinoamérica, destacándolo como uno de los mejores públicos del mundo.

Así, el show llegó a su apoteósico fin con «Ye Entrancemperium», finalizando una gloriosa primera jornada de The Metal Fest Chile 2024.

Juan Pablo Ossandón

Director de Expectador.

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