Estoy Bien
Live Review

Estoy Bien en Club Subterráneo: Acumulando victorias

Escrito por Alexander Castillo
Fotos por Juan Manuel Hernández

 

En una noche histórica, con invitados estelares y una escena indie reunida para celebrar, Estoy Bien triunfó en Club Subterráneo con el lanzamiento en vivo de “Apoyo Emocional”, además de repasar el resto de su discografía frente a un público absolutamente enamorado de la banda.

Casi cuatro años de carrera y a Estoy Bien le ha ido más que bien. Desde su debut con el EP “Lo Que Intentamos Hacer”, allá por 2020, la banda ha crecido rápidamente y pasó de ser una promesa de la escena indie nacional a uno de sus pilares modernos

Después de lanzar uno de los álbumes más aclamados del año, “Apoyo Emocional” (2023), el power trio llegó a Lollapalooza Chile 2024 y, más recientemente, fueron invitados a abrir para Turnover en Sala Metrónomo. Tanto logro seguido merecía una celebración en grande y así se vivió en Club Subterráneo, donde tantos amigos y fanáticos se reunieron para gritar al son de las canciones de “Apoyo Emocional”.

«Para tenerte en mente y estar Frente a Frente»

A eso de las 7:30 PM diviso una larga fila al fondo del Paseo Orrego Luco de Providencia. Todes están allí por lo mismo: para ver a Estoy Bien. Hay muchas caras conocidas entre las personas que esperan para entrar; parece un capítulo de sitcom lleno de cameos de famosos, sólo que de la escena indie chilena. Después de unos minutos de fila, conocidos y desconocidos, artistas y fanáticos, repletan el espacio de Club Subterráneo. Queda poco para el show. 

Grandes exponentes del emo, el pop punk y derivados musicales, como Paramore, Basement y Green Day, entre otras bandas, musicalizan la antesala del concierto. A un costado del escenario, una mesa con merch de Estoy Bien agota rápidamente sus existencias, entre ellas la primera edición en CD de “Apoyo Emocional”. Claro que me aseguré con una copia.

Finalmente, el telón se abre y la banda da inicio a esta jornada terapéutica y catártica de buena, muy buena música. Lo que transcurre en las casi dos horas de show es un recorrido completo por la discografía de Estoy Bien, partiendo desde lo más reciente

Frente a Frente” y “Piel” son recibidas con gusto por un público que, si fue capaz de agotar las entradas al concierto en un día extremadamente ocupado para la música nacional, sin problema se dedicaría a cantar, gritar, moverse y saltar al ritmo del emo entregado por Benje, Mati y Pino.

«Qué ganas de jugar, aunque sea un rato más»

La noche avanza y la banda presenta a la primera invitada de la jornada: Jajo, quien se une al equipo para interpretar las piezas de saxofón de “Las Ciudades”. Lo más lindo del show es el cariño presente, no solo desde el público hacia el grupo, sino que el que Estoy Bien y sus amigos, sus colaboradores, se tienen y se demuestran sobre un escenario que vio pasar a cada artista que participó, de una u otra manera, en estas canciones. 

Así subiría, un par de temas más adelante, el reconocido y aplaudido Reductor Sónico («¡Seductor, seductor, seductor!» gritaría el público) para interpretar un spoken word durante “En Blanco”. Luego sería el turno de Simón Campusano, quien cantaría con Benje “El Sonido de las Campanas” y se daría el lujo, entre versos y coros, de hacer un poco de crowd surfing. Varias personas se dieron ese lujo a lo largo del concierto. 

Poco habla Benje durante la noche, exceptuando cortos comentarios como «¡Tengo más calor que la chucha!». Todo lo que tiene que decir lo dice a través de la música, de las canciones que interpreta y cuyas letras se nota que siente a profundidad. Hay catarsis en cada grito, en cada palabra que sale de su boca; esta emoción es parte de la experiencia de escuchar a Estoy Bien en vivo. 

Esta emocionalidad se escapa de la música en pequeños momentos, como la dedicatoria familiar al comenzar “Tus Frías Tardes” o la declaración de que “Mis Manos”, junto a Martín Díaz (Frucola Frappé), es difícil de tocar por lo que intenta decir y que «ojalá no la toquemos nunca más». Pocas palabras, sí, pero de peso.

«El Apoyo Emocional de personas que tanto quiero»

El tiempo vuela y, tras la gran dupla que es “Vuelves/Lo Difícil se Hizo Largo”, Tam Rivas (Chances) sube al escenario para interpretar una de las canciones más pesadas de Estoy Bien: “Piedra”, que provocó el grito constante de la gente, además de uno que otro surfeo en el público. 

Se nos va el disco con la preciosa “Apoyo Emocional”, que fanáticos destacaron porque su letra contiene los títulos de las primeras canciones de la banda, y con esta catarsis musical cerramos un exitoso lanzamiento en vivo del primero, ojalá de varios, álbumes de Estoy Bien. La gente canta hasta el fin y, una vez llegado, esperan a que la banda vuelva al escenario. Falta todavía.

Con el trío nuevamente en escena, suena “Extra Extra!”, la intro al aclamado split “Confío en tus Amigos conoce a Estoy Bien” y poco hay que esperar para hacer un repaso de “No Hace Falta”, que en esta ocasión contó con la irrupción de Confío en tus Amigos apoyando en las vocales. Pasamos, saltamos y gritamos, entonces, por “Ya no hay nada que hacer” y “Gracias por Preguntar” antes de llegar, ahora sí, al principio del fin real.

«Ahora estoy bien»

Los acordes de “Terror” dan inicio a la revisión de “Lo Que Intentamos Hacer”, el EP que puso a Estoy Bien en el radar gracias a su intensa y cruda energía, a su sonido diferente y a sus letras emotivas, personales y propias. En noviembre se cumplen cuatro años del debut, pero canciones como “Estoy Bien”, “Mejor Mañana” y “Con mis amigos” se sienten igual de relevantes, igual de buenas.

Tocar todas sus canciones en orden, sin alteraciones en los tracklist, es tan bonito como simbólico. Es una forma de ver la evolución que ha tenido Estoy Bien con sus años de trayectoria y comprobar que la energía no decae, sólo se transforma en más y mejores canciones. Esta es la banda que llegó a Lollapalooza Chile, la que teloneará a Turnover en mayo. Es, sobre todo, la banda que conquistó nuestros corazones y nos ha hecho, y seguirá haciendo, cantar y gritar hasta que la garganta pida clemencia.


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