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El legado de Anneke Van Giersbergen y Marko Hietala

Por Felipe León

Una de las grandes sorpresas en vivo de la temporada es la unión entre Anneke Van Giersbergen y Marko Hietala, que dará inicio con un show doble en Club Chocolate para el 28 y 29 de septiembre. Interesante gesta musical que llegará bajo el nombre de ‘Six Strings and a Voice’, y que promete ser uno de los eventos metaleros y rockeros más especiales del año.

Ambos legados rebozan de una importancia histórica, muy formativa para muchas generaciones desde sus respectivas veredas. Por una parte, la etapa de The Gathering en la que Anneke Van Giersbergen participó revela una transición fascinante en el sonido del grupo. Si con el clásico Mandylion (1995) forjaron uno de los pilares del metal gótico, para Souvenirs (2003) dieron un interesante y creativo giro hacia el art rock. En ese sentido, la voz apasionante y melancólica de la cantante es fundamental, al marcar el carisma con sus característica sensibilidad.

Por otra parte, el bajista Marko Hietala forma parte de un periodo innovador dentro de una banda como Nightwish, que para su ingreso el 2002 ya había liberado obras trascendentales en su discografía como Oceanborn (1998) y Wishmaster (2001). Precisamente ese mismo año aparece Century Child, otro clásico al hilo que revelaría una nueva dinámica vocal, y que perfeccionan de forma definitiva en el disco Once (2004). Una etapa que cambiaría el rumbo para siempre del metal sinfónico de los fineses, gracias al distintivo aporte vocal del bajista.

Six Strings and a Voice – an Evening with Anneke Van Giersbergen y Marko Hietala se posiciona como un evento a considerar, que tiene una de las dos fechas agotadas. Por lo mismo, solo quedan entradas para la fecha del jueves 28 de septiembre.

 

 

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