A la carta

A la carta: 5 discos imprescindibles de Katatonia

La llegada de Katatonia a Chile se manifestará el miércoles 22 de marzo en el Club Chocolate de Santiago, tras casi siete años desde su última fecha en nuestro país. La banda sueca conformada por su voz y líder Jonas Renkse, el guitarrista Anders Nyström y el bajista Niklas Sandin, conquistará a su fanaticada chilena en un rito que contempla a una de las bandas más interesantes del death/doom y el metal alternativo de las últimas tres décadas.
Siendo una agrupación sumamente prolija en su discografía, la escuela que formó Katatonia comenzando con un sonido arraigado hacia el denso mundo del death/doom, poco a poco fue mutando hacia sonoridades respectivas del metal alternativo, lo que supo plasmar en una oleada increíble de discos en la década del 2000. Para repasar algunos en este «A la carta», recomendamos cinco discos claves de esta fenomenal agrupación sueca.


Brave Murder Day (1996)

Luego de su aclamado debut con Dance of December Souls (1993), la banda prosigue con un disco absolutamente fenomenal que consigna un referente del género del death doom metal, un género caracterizado por la fusión de la pesadez y paciencia del doom metal con la agresividad y destrucción del death metal. La inclusión de la voz gutural y sumamente grave de Mikael Åkerfeldt de Opeth fue la llamarada innovativa que define este LP.
En esencia, las atmósferas lúgubres que se presentan aquí, con texturas sumamente densas y etéreas se van contrastando con la soltura grave de las voces guturales. La canción de apertura “Brave” demuestra la potencia de la banda, con riffs ominosos y arpegios inquietantes en una misa de epicidad monolítica, sin soltar su elemento más emocional en canciones que tocan la fibra del metal gótico como en “Day” donde canta la voz más limpia de Jonas, todo esto en una situación deprimente e infernal. En general, uno de los discos más aclamados de Katatonia dentro del death doom europeo noventero.


Discouraged Ones (1998)

Aquí la banda sale del mundo más brutal del death doom, pasando una época que va derivando a un sonido mucho más limpio y sombrío. Discouraged Ones es el primer álbum que marca la llegada al mundo del metal gótico junto a bandas como Type O Negative o Tiamat.
Las texturas del álbum florecen en sonidos menos específicos y más etéreos que consiguen ese manojo de efectos de delay y reverb casi “shoegaziano”. El gran cambio de la brutalidad del gutural más grave desde su anterior disco Brave Murder Day a una voz limpia, sombría y lúgubre ya propia de Jonas Renkse es lo que marca la transformación de Katatonia.
Aquí se presentan canciones introspectivas e hipnóticas como “Stalemate” o “Deadhouse” que van jugando justamente con ese sonido etéreo lleno de efectos. Otras más oscuras y depresivas como “Gone” y el perfecto cierre de desdicha con “Distrust”. Un disco clave para entender el metal gótico del noventa.


Viva Emptiness (2003)

Considerado un clásico del metal alternativo del 2000, en este disco la banda consigue consolidar la mejor versión del respectivo género. La voz limpia de Jonas se hace presente en canciones sumamente emocionales, llenas de pasión y sensualidad que recorren distintas aristas que contemplan la vida más cotidiana, sobre todo en relaciones sociales, demostrando una voz expresiva muy angustiada.

Líricamente suele ser uno de los discos más interesantes, canciones llenas de angustia bellamente realizadas como “Ghost of the Sun” con la que empieza el álbum, entre riffeos sólidos rítmicos, “A premonition” donde descansa la voz en una instrumentación mucho más orgánica y espléndida o en “Evidence” donde el efecto de la guitarra flanger se traspone en una especie de libido musical junto con la explosión del coro casi iracundo de Jonas.

La aproximación más ligada a la función del metal alternativo, con una realización que juega desde la expresividad mas que en la pesadez del género, se manifiesta de una forma sobrecogedora dentro de Viva Emptiness, donde asume el rol principal la voz de Jonas ensalzados con una saturación de efectos en la guitarra y un trabajo magistral en los tiempos de la batería que dejan una sensación mucho más de “pena” o tristeza dentro del recorrido del larga duración. Una auténtica joya de álbum.


The Great Cold Distance (2006)

Sin duda el disco definitivo de Katatonia en cuanto a crítica se refiere. La fórmula que llevó en el anterior Viva Emptiness (2003) a la banda a soltar la mejor versión de su sonido arraigado al metal alternativo, en esta entrada, es incluso una perfección a ese sonido identitario de los suecos. Con canciones mucho más directas en cuanto a los estribillos se refiere, tracks muy bien pensados dentro de su composición, intensos pero siempre con esa cuota angustiosa de pasajes y texturas más limpias y cautivantes.

Las líricas siguen siendo una traza importante dentro del álbum, donde Jonas narra escenas con una expresividad única y emotividad cáustica. Canciones como la intro “Leaders” y la que sigue “Deliberation” se suman a esa densidad brutal entre los riffs mas ominosos y las secciones más pristinas destacando el juego rítmico y groovero de la batería de Daniel Liljekvist. Incluso en canciones que ya son un himno como “My Twin” que destacan esa escena de despecho y desamor tan honesta y líricamente muy poética, la interpretación de la banda aquí es maravillosa. Otros tonos destacables como en los pasajes más progresivos de Katatonia en la canción “July”, donde juegan con los tiempos en ese puente sumamente exquisito.

The Great Cold Distance suele ser el mejor disco para introducirse en la banda también, la solidez de sus dos partes está perfectamente balanceada y es un clásico ya del género del metal alternativo de la década del 2000, incluso a la misma altura casi de discos trascendentales como White Pony o Toxicity.


The Fall of Hearts (2016)

Dentro de la última década, The Fall of Hearts se ensalza como el mejor trabajo de Katatonia hasta el momento. En esta pasada, la agrupación deja un poco la pesadez del metal alternativo, combinándolo con una retórica desde el mundo del rock progresivo. Es en esta situación es donde surgen sonidos mucho más similares a bandas como Porcupine Tree o Anathema en su aproximación progresiva.
Conjugando un disco que compromete una densidad mayor dentro de las capas que se presentan, donde se agregan más elementos como sintetizadores e instrumentación orgánica y acústica y percusiones menos convencionales.

Siendo un disco largo de más de una hora de duración, Katatonia experimenta con canciones más largas como el magnífico opener “Takeover” donde ajusta ese arpegio sublime de la guitarra junto con melodías hermoseadas de las voces que van en ese vaivén emotivo que va progresando a lo largo del track junto con la intromisión del piano. Otras más acústicas como “Decima” que recuerdan la época mas limpia de Opeth y en “Shifts” que sigue con esa misma dinámica. Otro clímax de la segunda mitad como “Pale Flag” que consigue un sonido melodioso y casi medieval en su estructura, una belleza de canción.

Sin ser una obra magnánima de la banda, The Fall of Hearts presenta una faceta increíble de composición y madurez musical de la agrupación. Tomando muchos elementos de una variedad de géneros inimaginables, siempre propositiva y al tono del contexto musical de la época.


Miércoles 22 de marzo – Club Chocolate

Entradas disponibles por Ticketek

Produce Spider Prod y Stgo Fusion

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