Escrito por Jocsán Sánchez
Fotos por Pedro Downey
En vista de una generación completa y con una banda que transcendió a nuestro corazones
Son pocas las oportunidades que tenemos de apreciar la música clásica, y qué mejor forma que gozarlo con algo que nos guste. El fenómeno de Attack On Titan es toda una revelación dentro de la industria de la animación. Considerado como uno de los mejores animes del siglo, su maximización se vio reflejado en un concierto de casi 2 horas en el Teatro Coliseo.
Apertura de ensueño
Junto a toda una temática, la entrada de cara al recinto fue majestuoso. Buena organización y orden, los fanáticos pudieron disfrutar de una experiencia completa dentro del mundo del anime en cuestión. Asistentes haciendo cosplay de algunos personajes icónicos de la serie llamaron totalmente la atención y se llevaron alguna que otra foto.
En la espera, se ilustraron diversos videoclips de distintos grupos de J-rock que han dado vida a los opennings de estas series de animación. Obvio que los más metidos en esto fueron comentando cada canción y recordando los momentos que más les impactó de dicho material.
Attack On Titan arriba
Vista de un espacio destacable y bien distribuido, la banda hacía presencia frente a toda la audiencia -que llegó hasta el tercer piso del lugar-. Con ello y una cautivadora instrumental, el vocalista dio inició al show con «Guren no Yumiya». Claramente no solo se trató de una orquesta, era una agrupación melódica de rock en vivo. La euforia era total, cada esquina del lugar se sintió ese fervor de cantar el openning a todo pulmón.
Cada momento del show iba rotando vocalista. Voces femeninas y masculinas para cada canción. Esto se iba reflejando además en la buena construcción del setlist que no te dejaba espacio de distracción. Y en la situación ambiental que entregaba tranquilidad, la potencia vocal en «Attack on titan» se robó la sorpresa de toda la audiencia presente.
Un formato atractivo e inolvidable que trajo a la palestra canciones que parecían imposibles de escuchar en vivo. «You See Big Girl/T:T», «Shinzo Wo Sasageyo!», «Jiyuu no Tsubasa» y «Red Swan», los soundtracks más míticos que posicionaron la nostalgia de quienes lo escucharon por primera vez en el anime.
En un víspero y enérgico final, los músicos encontraron su libertad… «Boku no Sensou» fue el gatillante de los aplausos y gritos. Con esto visto y preparado, la fiesta terminaba con un retumbar potente de guitarras distorsionadas, baterías temblantes y un bajo estremecedor, «The Rumbling» se asomó para despedir la noche.
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