De pura chiripa, y gracias a la magia del internet, me encuentro con Nosinó, una banda compuesta por cuatro corazones capaces de lograr grandes hazañas. A través de un sonido enajenado, ritmos pomposos y una fina linea entre los paisajes y pensamientos líricos, No hay forma destaca por su falta de momentos malos y por la cuantiosa joya melódica que radica en sus 4 canciones. Una carta de presentación, con sabor a victoria. No por nada va de los primeros, para amenizar los hostiles días que nos ofrece la sociedad; todo un cóctel de buenas canciones.
La delgada linea entre el Indie, el Punk y lo kawaii; o algo así. Es illuminati hotties irrumpiendo en el panorama actual con su álbum Kiss Yr Frenemies, una adaptación casi inocente pero con buenas credenciales de un Pop guitarrero bastante acogedor, lleno de una energía independiente juvenil bastante licuada. Entre la revolución personal de su terderpunk y ciertos toques de hito generacional que a más de alguno le gustará, se esconde una compositora bastante ágil en cuanto a líricas y sonidos.
¿Buscando nuevos referentes del Rap? El recién estrenado Die Lit de Playboi Carti, viene a ser un debut que cumple con las expectativas; de hecho las supera, les da uno que otro vuelco al género y las arremete contra todo lo que hemos escuchado este año. A su manera es distinto, bocón, extraño y por sobre todo, una inyección de adrenalina capaz de sugerirnos todo tipo de posibilidades musicales y líricas. Desde Atlanta, Playboi Carti nos sacude con tal energía, que no podemos hacer otra cosa más que darle una y otra vez play.
Con varias leyendas del Punk como Iggy Pop o Richard Hell promocionando el Beyondless, no podíamos hacer otra cosa más que escucharlo. Y sí, sus credenciales nos hacían temblar, maravillarnos y motivarnos a grandes rasgos por su naturalidad y potencia pero Iceage logra renovarse y con este cuarto disco, nos despachan todo un potencial a la altura de grandes clásicos de la música. Acá conviven sonidos independientes, alejados de cualquier convencionalismo, íntegros en estética y puros de esencia. Nada se les parece y eso es algo que se agradece en días en que parece que escuchamos una y otra vez las mismas canciones. Ya es tiempo de darle espacio a nombres como Iceage, repletos de mística, brillo, inteligencia y por sobre todo, autenticidad.
La máquina para volar hace gala de lo que es la sicodelia en un Ep de dos canciones, con harto de Blues Rock y una buena dosis de sonidos con las capacidades de transportarnos en un viaje digno del mejor de los alucinógenos musicales. Ojo que tampoco hay excesos, todo es más bien justo y preciso, nada de canciones interminables, más bien la tónica va en lo bien que se manejan en tan solo unos minutos, logrando nuestra atención gracias a esta tónica. Las letras de carácter espiritual y filosófico terminan germinando un todo que no hace más que darnos buenos presagios de lo que se viene. Salud por La máquina para volar y su Magia negra.
Cada paso, cada momento, cada memoria, cada sentimiento, termina por inundarnos de la esencia misma de Francisco Victoria en este, su disco debut. Prenda llama la atención por su honestidad e integridad, por la forma en que nos muestra las cosas, por esos sonidos deslumbrantes, pomposos y a la vez emotivos, reposados. Es un trabajo creado con esfuerzo, con muchas horas invertidas y da la sensación de ser una parte misma del alma de autor que encierra Francisco como artista. ¿Estamos ante el mejor debut de lo que va del año? Puede ser, no importan los premios ni las distinciones, teniendo un compilado de canciones tan hermosas y tan enérgicas, lo demás sobra. Prenda es una declaración de principios, un manifiesto, un derrame de fortalezas y emociones que lo posiciona como un imperdible del año.
Avanzar o caer. Renovarse o mantenerse. Una dualidad que Beach House viene sorteando desde que salió Bloom. Varios años han pasado y la transición de esos dos álbumes del 2015 parece haber hallado el camino y los cimientos que el dúo necesitaba para volver a componer. Para nuestro pesar, la complejidad de esta obra puede hacernos sentir como un montón de sonidos que se cruzan sin encontrar lugar alguno y es ahí la diferencia con sus encarnaciones pasadas. Manteniendo ese espíritu musical, ese sello característico, 7 recoge cada arma a empuñar en una mutilada muestra de los rincones más perturbadores que poseen como eternos constructores de capas y capas de realidades y sueños. Entonces, todo cobra sentido cuando vemos a Beach House como unos arquitectos de su propia evolución, sacrificando parte de su legado, para dar comienzo a una nueva etapa; o así se siente. Sin embargo este modo más experimental, funciona como un cierre a varios años atrapados entre la nebulosa del tremolo y la luminosidad de sus teclados. El sonido aquí capta la erupción de sus cualidades más distorsionadas, y los paisajes ya no nos parecen lúgubres ni existenciales, más bien luminosos y optimistas.
Más que un disco típico de Simian Mobile Disco, Murmurations es una colaboración con el colectivo de mujeres Deep Throat Choir, que sobresale por la manera en que ambos núcleos retratan sus propias visiones artísticas, en pos de algo sofisticado y trabajado. Este disco que cuenta con voces (cosa que no ocurría hace 10 años) le brinda otra textura y un desarrollo armónico notable, cambiando los estándares y resumiendo las mejores partes del dúo electrónico, dejando un sin fin de posibilidades que se aprovechan al máximo y que más allá de funcionar como transición, exponen en el aquí y el ahora, una obra pulida e interactiva. Una tremenda sorpresa este Murmurations.
El proyecto entre Mike Patton, Dave Lombardo, Justin Pearson y Mike Crain es pura energía, caos, potencia y griteríos. Es un sonido muy cercano al Hardcore Punk más ochentero y extremo, que si bien ofrece un capricho para sus miembros, logra su cometido atrayéndonos por completo. Para este Ep homónimo que trae dos canciones inéditas y dos remixes, las cosas siguen su curso, funcionando precisamente por lo que es. Una extensión del homónimo del año pasado. ¿Qué más podemos decir? Una buena manera de cerrar un ciclo y créanme, Dead Cross no para.
La contraposición que ofrece este Vol.2 de Trio Casero, respecto a su anterior álbum, viene a mostrar lo compenetrados que se siente el trío. Una banda, en donde cada instrumento tiene su espacio, y que funcionan como un colectivo de muchas ideas desarrolladas de una manera encendida y que a veces echamos de menos en la música más cercana al Rock. Al escucharlo de inmediato se nos puede pasar por la cabeza esas ganas de vivir el álbum en vivo, porque se siente toda esa vibra enérgica que ya cada vez menos tienen las bandas de Rock más ruidosas y desinhibidas.
Sinceramente, hace rato que esperaba este disco. El ep de Artificiales, si bien es una joya, a ratos se me hacía muy corto y ha pasado harto desde que salió, pero ya está aquí y créanme que la espera valió la pena por mil. Fin de semana nos instaura una banda mucho más desarrollada, mejor ejecutada, a ratos compleja pero por sobre todas las cosas, con mucha adrenalina. Es en sí el sello de ese sonido ruidoso y a la vez amigable que nos ofrecen estos cuatro chicos con todas las ganas del mundo de hacer sonar esas guitarras a altos volúmenes de crudeza y sensibilidad Pop. Una mezcla que si bien, se asemeja a la estética sonora de la escena Indie nacional, resalta por sus propias credenciales y visiones, arremetiendo contra cualquier limite, desarrollando verdaderos nuevos himnos de tocatas y estadios, detonando un contenido lírico poco convencional y hasta surrealista en ciertos sentidos. Artificiales se sientan en la vereda y con guitarra en mano, nos relatan las mejores proezas y epopeyas de una juventud golpeada pero animada, callejera y soñadora. Fin de semana es sin dudas, la mejor postal de los buenos tiempos que vivimos como sociedad en cuanto a música.
En su nuevo álbum el productor alemán de música electrónica nos trae momentos de groove exquisitamente trabajado combinado con reveladores instantes atmosféricos. La accesibilidad melódica lo diferencia de sus compañeros DJs más centrados en el ritmo, en este aspecto destaca la capacidad de darle una bella cabida a las cooperaciones vocales. Su música juega a evocar fantasía y sentimientos de anhelo.
GIANLUCA – G LOVE
El chico triste del trap da muestras de su crecimiento en esta, su obra más elaborada. La capacidad de análisis sobre sus sentimientos se desarrolla con mayor complejidad y la producción de las canciones se pone a la altura del rico mundo interno expresado por el autor. Penas, pequeñas frustraciones, caídas y re caídas emanan entre beats que ya no se conforman solamente con el trap, ahora alcanzan al reguetón y al R&B. Gianluca con este trabajo da un paso adelante en su incipiente carrera y complementa su melancolía con anhelo, anhelo de constante superación.
LAS LIGAS MENORES – FUEGO ARTIFICIAL
La banda bonaerense tomó un barco para encontrar su corazón indie en la mitad del océano. En la quietud de este paisaje pueden escucharse con fuerza y claridad los latidos prístinos del disco. Fuegos artificiales surcan el cielo y colorean el agua en el reflejo cálido de versos que estallan desde la honestidad más profunda. En el trayecto han arrastrado pesares, pero el conjunto se muestra cohesionado y seguro, “sabés que te guardo lo mejor de todo y aceptemos juntos lo peor del mundo” dicen en la canción “Segunda Parte” y es que de eso se trata el viaje: De una huida, pero sobre todo de una búsqueda.
THE SEA AND CAKE – ANY DAY
Luego de 6 años de silencio discográfico El Mar y La Torta retornan con su indie rock distintivo y conmovedor. Los elementos electrónicos de sus trabajos post-2000 desaparecen en beneficio de un sonido más orgánico donde las cálidas respiraciones se extienden a través de la superficie vidriosa del sonido expresado como un camino seductor y lleno de bruma.
LA LUZ – FLOATING FEATURES
El cuarteto femenino estadounidense nos entrega su tercer LP de canciones surf-noir que flotan en la temática de los sueños. Cuadros recreados en la ciudad de Los Ángeles con gran poder de la armonía, sin perder la elegancia, manteniendo siempre una sensación de misterio como una neblina que persiste con malicia sobre las olas. Una provocación mental. Que ganas de ver estos temas en vivo y alucinar con estas damas de La Luz.
WINAMP – SPUTNIK, MI AMOR
“Sputnik, Mi amor” es el nombre de una novela del japonés Haruki Murakami y ahora también es el título del disco debut del nuevo proyecto de Merci Merci. El productor y DJ nacional, llamado Martín Pérez Roa, ha colaborado con Lio Fumacarne, Dolorio & Los Tunantes (dos que fueron parte de nuestros discos preferidos del 2017), también con Diego Lorenzini y Chini & The Technicians, solo por nombrar algunos. Harta música en el cuerpo ahora plasmada en estas 8 canciones que dan cuenta de todo el abanico de estilos e influencias con los que el autor puede crear: Hay beats y toques orientales en “Sed”, hay hypnagogic pop en “Glaciar” e “Irrazabal” que remiten al gran Ariel Pink, hay cuerdas dreamy en “Barro” y “Marea”, hay algo de soul psicodélico en “El viejo juego de lo nuevo” y balada lo-fi en “Después del desastre”.
Winamp, reproductor de música que falsamente se cree en desuso, nos invita a su nostálgico universo paralelo, donde nos fundimos con el humo, para desaparecer en una brisa melancólica.
TOVE STYRKE – SWAY
Lo que la cantante sueca hizo en este, su tercer álbum, es una revisión amable de todo cuestionamiento y extensión que el amor tuviese. Desde la ansiedad hasta la lujuria; desde la dulzura hasta la concepción romántica del mismo. Todo ello hecho de tal manera que es imposible no empatizar, pues la suavidad de su voz y el pop minimalista remece toda frialdad que pudiese existir, y todo ello en 26 minutos, para recordarlo en cualquier momento del día a día. Además, se mandó una reinterpretación de «Liability» de Lorde que es absolutamente hermosa.
IHSAHN – ÁMR
El hijo pródigo de Noruega es un amante de la música más dura que se ha concebido en el mundo, pero antes de eso, es un verdadero amante del arte, y vaya que se nota en «Ámr», su séptimo álbum de estudio. Con un avant-garde que nos derrumba de nuestros asientos, pero que con absoluta elegancia retiene nuestra atención. Todo ello para que nos adentremos en un peligroso viaje con 9 caminos distintos. La conclusión es clarísima: hay que desafiar los cánones de calidad con vehemencia, tomando riesgos que resultan en una naturalidad intrigante. El uso de sintetizadores ha elevado esta propuesta del líder de Emperor, así como la aplicación de elementos progresivos soberbios mas no pretenciosos, e incluso el coqueteo con el shoegaze, que pincela ligeramente uno que otro segmento de algunas piezas. Una obra maestra, sin lugar a dudas.
JON HOPKINS – SINGULARITY
Lo que sucede aquí es simplemente una genialidad. El productor inglés desafía nuestros sentidos con beats que nos conversan sobre la esencial de la existencia, mientras nos sacan a bailar en lo que se convierte en una danza cautivante como a su vez etérea. Cada paso cuenta en esta música que nos consume con una narrativa llena de misterio, en lo que se busca es la convergencia en un mismo punto, un mismo concepto. Y bueno, siendo algo más técnico, cuando hablamos sobre álbumes puramente instrumentales, es un verdadero dolor de cabeza expresar algo en forma de música, y Hopkins lo logra como si fuese cosa de todos los días. Recomendadísimo.
DIMMU BORGIR – EONIAN
Han pasado 8 años desde «Abrahadabra», y 9 desde la partida de ICS Vortex y Mustis. El producto en este álbum es el fruto de la dominante narrativa en la que se expresa. Definitivamente quedó atrás el Dimmu Borgir directo al grano, dando paso a una preocupación y un esmero en los arreglos orquestales que toman el papel principal. Tal vez lo único que faltaba para defender dicho argumento era el indispensable elemento del cautivar, que ciertamente logran algunos tracks como «Lightbringer». ¿Habrá sido la presión? Probablemente, pero sabemos que el potencial yace oculto en aquellas gemas. Es cosa de pulir ese imaginario creativo.
ARCTIC MONKEYS – TRANQUILITY BASE HOTEL & CASINO
El nuevo álbum de los monos árticos ha sido fácil el foco de atención de los últimos días en el vasto mundo de la música. Y cómo no iba a ser así, si el cambio es drástico. Pero pensemos en frío. ¿Es un mal álbum? Para nada, ciertamente el trabajo lírico nos presenta a un Alex Turner con mucho, mucho que decir, palabras que no verían su impacto total de otra manera que con sutilezas y un piano. Si hasta podemos recordar a David Bowie en distintos momentos del LP. Así que en absoluto es malo, muy por el contrario es una verdadera sorpresa repleta de calidad. Ahora, en lo que sí concordamos, es que no es un álbum que sacaría Arctic Monkeys, al menos no de la totalidad de ellos, y es esa la problemática. Este álbum debió ser para el debut solista de Turner (y curioso es que ese haya sido propósito inicial), pero al parecer hay plazos que cumplir con las discográficas. Es un gran álbum, sin duda, pero es el «Corazones» de los de Sheffield.
SHINEDOWN – ATTENTION ATTENTION
Cuando me mencionan «Shinedown» ciertamente sé que pasaré un buen rato, y es lo que nos brinda «ATTENTION ATTENTION», un grato momento de música enérgica con un lindo y profundo mensaje en cuanto al estado mental de una persona. Y aunque hayan suavizado aún más su sonido, pecan por el uso excesivo de fórmulas que tal vez no sería tan cansino sino ser por un álbum bastante largo. Ciertamente hay buenas canciones, pero no necesitan copiar el sello sonoro que bandas como Imagine Dragons han amasado en los últimos años. ¿Disfrutamos este trabajo? Sí, pero esperamos que para la próxima no arriesguen la calidad por un acercamiento a la radio, porque ciertamente ya lo tienen.
THE BODY – I HAVE FOUGHT AGAINST IT, BUT I CAN’T ANY LONGER
Un trabajo lleno de desesperación, tristeza con un uso del noise que nos pone incómodos con nosotros mismos. Es una escucha ciertamente difícil por lo denso del concepto, no obstante está tratado con sinceridad y belleza. La melancolía y desolación forma parte de la vida, y esto muestra un trato musical de dichos pensamientos, en los que muchos se encuentran y tienen un punto en común. Además, el uso de los distintos elementos llega a formar un contraste entre el estrés absoluto y el silencio, es cosa de escuchar «Blessed, Alone», que no solo la letra entrega el contenido, sino la misma música en sí.
PARKWAY DRIVE – REVERENCE
A pesar de que muchos pensaran que Parkway Drive se quedaría como uno de las bandas del metalcore y nada más, es cierto que los australianos han sabido elegir que caminos tomar, llevando la grandilocuencia al metal una vez más. Se desligan con éxito del movimiento apostando a las grandes ligas, y claro, si la influencia de Iron Maiden y Metallica es clarísima. Hay respeto y ambición, una fórmula ganadora que pocos saben utilizar. Además, es un álbum repleto de matices y arreglos que cautivan desde el primer minuto. Honestamente no hay mucho más que decir, tan sólo dejaron de ser «la promesa» y se convirtieron hace rato en «la respuesta». Gran disco.
SEVENDUST – ALL I SEE IS WAR
Un álbum sólido, con pocos puntos débiles, pero que no es original ni creativo. Sevendust se ha concentrado en perfeccionar su producción y sonido característico para llegar a la respuesta perfecta que sirva como su propio manifiesto. Si bien, el álbum es realmente bueno, aunque por la misma razón predecible, esperamos que no se les pase el tiempo en llegar a ese punto. La gama sonora está instalada férreamente, simplemente tienen que dejar fluir la creatividad y la ambición.
THY CATAFALQUE – GEOMETRIA
El avant-garde ve su mejor faceta cuando está acompañada de locura y demencia, como de estresante inquietud que producen sensaciones cosquilleantes y cautivantes como ninguna. Pero los húngaros no se conformaron con sólo eso, sino que moldearon este concepto bajo la visión estética de la geometría logrando un orden pulcro que llenaría de satisfacción a cualquiera, anestesiando cualquier TOC, en el sentido metafórico de la palabra. Lo más bello de esto, es el ímpetu en empujar los límites que llevan a indagar en sonidos más extraños como las influencias folk de sus tierras, como sonidos electrónicos dignos del más visionario en la materia. Una escucha obligada para mentes curiosas.