Los Bunkers en Estadio Nacional
Live Review

Los Bunkers en Estadio Nacional: El abrazo más gentil de todos

Escrito por Isidora Blanco
Fotos por Tania Morello

 

Finalmente llegó el día en el que Los Bunkers se presentasen en Estadio Nacional, fiel reflejo de la trascendencia de la agrupación de los hermanos López, los hermanos Durán y Mauricio Basualto –aunque Cancamusa aún esta oficiando como reemplazo en el puesto de baterista–. De cierta forma, el fichaje de dos fechas en el Coliseo de Ñuñoa no sólo muestra el punto cúlmine de la gira «Ven Aquí», sino que en la propio relato de la música nacional se sitúa como todo un hito para la posteridad.

La primera de dos jornadas histórica, tuvo su apertura en manos del cantautor nacional PedroPiedra. Con un público que iba lentamente repletando el recinto, el cantante abrió la jornada intentando entibiar el ambiente interpretando algunos de sus hits como “Inteligencia dormida” y “Sol mayor”. 

Tras esto, la jornada continúo con un breve show realizado por el comediante chileno Fabrizio Copano, quien estuvo a cargo por un breve lapso de quince minutos de entretener a la gente que esperaban pacientemente el gran show. La tarea no era fácil, con un Estadio Nacional sold out y con público de todas las edades, provocar la risa en la mayor parte era un gran desafío. Al principio enfrentó dificultades debido a la ubicación del escenario en que estaba ubicado y la poca luz que poseía. Sin embargo, el comediante rápidamente logró solucionar el problema, siempre con humor, y proseguir con su rutina. Con chistes que abarcaron temas como sus hijos, sus vivencias en México, o sobre que ahora lo llaman “El nuevo Kike Morandé”; Fabrizio Copano,  logró superar intacto el gran desafío de ser el primer comediante en abrir un show en el Estadio Nacional. 

Una noche para el recuerdo

Cuando quedaban minutos para la tan esperada presentación de Los Bunkers, todas las luces del Estadio Nacional se apagaron excepto la de la  pantalla principal del escenario, donde apareció un reloj con una cuenta regresiva. Ante esto, todo el Estadio Nacional prendió los flash de sus celulares y acompañaron la cuenta regresiva en los últimos segundos.

Cuando los Bunkers arribaron el escenario, el ambiente cambió automáticamente y se respiraba algo especial. Y en el momento en que empezaron a interpretar la primera canción “Ven aquí”, acompañados de  50.000 personas que cantaron, aplaudieron, saltaron y bailaron junto a ellos, todos sabían que lo que estaban viviendo quedaría marcado para siempre en la memoria.

Remontándonos a sus primeros álbumes, la banda penquista deslumbró tocando temas como “Te vistes y te vas”, “Yo sembre mis penas de amor en tu jardín”, “Canción de lejos” y “Si estás pensando mal de mí”. Cuando llegaron a la canción que da nombre a su séptimo álbum de estudio “La velocidad de la luz”, se generó un lindo momento donde, motivados por Álvaro López, el público fue el encargado de corear la parte final de la canción, los “Lalalalalala…”, momento que tiño el lugar de una complicidad emotiva que se sintió a flor de piel.

El broche de oro de la jornada, fue cuando la agrupación se trasladó al Memorial Nacional de Ex Prisioneros Políticos del Estadio Nacional, lugar desde el cual interpretaron cuatro canciones que hablan y reflexionan sobre temas de violencia, memoria y derechos humanos, momento que conmovió a un Estadio Nacional repleto. Partieron con el cover de la canción “La exiliada del sur” de Violeta Parra, para después dar paso a su tema “Calles de Talcahuano”. Francis Durán aprovechó el momento para compartir un mensaje sobre el nivel de violencia que se está viviendo actualmente:

“Es importante sentirnos acompañados en días que son turbulentos.Este lugar es muy especial, porque se construyó para recibir y para poder aunar la alegría de un país. Pero la historia también nos ha demostrado que un lugar tan bello como este, en manos equivocadas, puede transformarse rápidamente en la vasija de mucho dolor y de mucho miedo. Pero también, el tiempo nos ha demostrado que ese miedo, se puede transformar en reflexión, y esa reflexión se puede transformar en memoria. Y esa memoria siempre trae un brillo de esperanza, al menos en nuestro modo de ver, y consideramos que si trabajamos juntos, y si tenemos mucha suerte, quizás podamos transformar ese brillo en alegría nuevamente. Esperamos que así sea. La próxima canción que les vamos a interpretar fue escrita hace casi 25 años, en una pequeña sala al otro lado de esta ciudad, y probablemente fue escrita para cantar hoy aquí.Esperamos que esta canción sea una especie de eslabón pequeñito en una cadena de luces que tiene que iluminar nuestra reconstrucción, la reconstrucción de la alegría, de la de ustedes, de la nuestra, de nosotros como ciudadanos, como familia, como país, y también nuestras alegrías personales. Así que con mucho cariño para ustedes, “El Detenido””.

Finalizaron su paso por el memorial con la canción “Entre mis brazos”. Tras esto, el escenario principal volvió a iluminarse y apareció una maraña de hilos naranjos: Guaripolo de 31 minutos. Este estuvo encargado de entretener al público mientras la agrupación se cambiaba de escenario, y que dio el pie a la siguiente canción que cantaron en conjunto a 31 minutos “Una nube que cuelga sobre mí”.

Durante una hora y media más, la banda penquista interpretó sus hits de ayer y hoy acompañados de un fiel público donde desde los más pequeños a los más grandes cantaron y bailaron junto a la banda. En el escenario podíamos ver a Cancamusa entregándolo todo en la batería, a Francis y Mauricio Durán deslumbrando con sus interpretaciones, a Gonzalo López marcando perfecto la armonía y ritmo con el bajo y a Álvaro López encantando al público con su voz y baile. Dándose siempre el tiempo para hablarle a la audiencia, interactuar y hasta reírse un poco de lo “ordinario” del chileno cuando les gritaron que tenían mucha ropa.

Obviamente en la jornada no podía faltar el cover de Silvio Rodríguez “Ángel para un final” o canciones como “Miéntele”, “Nada nuevo bajo el sol” y “Bailando solo”. También este bloque contó con la invitación de un invitado especial, Pedro Piedra, quién desde el teclado acompañó a Los Bunkers en las canciones “El mismo lugar”, “Tarde” y “Abril”.

Tras un supuesto final con las canciones “Bailando solo” y “Miño”, la banda volvió al escenario para cerrar la jornada donde interpretaron una canción de sus primeros discos “El derecho de vivir en paz”, la cual cantaron en conjunto a Victor Jara, mediante registros audiovisuales donde podíamos ver al cantautor nacional sincronizado con la interpretación de la banda. Tras tres horas de show, la banda finalizó una jornada histórica interpretando tres de sus grandes hits: “Canción para mañana”, “No me hables de sufrir” y “Llueve sobre la ciudad”.


Revisa la galería de fotos de Los Bunkers en Estadio Nacional a continuación:

También puede gustarte...