Live Review

Placebo en Chile: Resistencia para soñar y vivir

Escrito por Felipe León
Fotos por Alejandra Besoain

En medio de la incertidumbre generada por la nueva visita de Placebo -tras 10 años de ausencia por estas tierras-, avivada por la tónica de que el ahora dúo venía con un set cargado a su disco nuevo ‘Never Let Me Go‘ y muy pocos de los clásicos de antaño, lo cierto es que poco importaron tales expectativas. Por un lado, las excelentes canciones de esta versión actual de Brian Molko y Stefan Olsdal sonaron a tono con el legado e importancia de la banda, mientras que la expertiz vislumbrada a la hora de encender sus directos, concluyó de una forma satisfactoria en un espectáculo de alto impacto.

Junto al número estelar, fueron convocadas dos propuestas como es el caso las chilenas Diavol Strain que son ya uno de los actos más relevantes del panorama cercano al rock gótico y deathrock local. Mientras que el otro dúo invitado por Brian y Stefan fue Big Special, quienes están iniciando hace poco un proyecto donde convive el post-punk, synthpop y ciertos rasgos del uk hip hop.

Placebo sin celulares: Un lugar para que soñemos

Se puede entender el nuevo álbum del proyecto como una madurada y oxigenada forma de volver, a la vez que una nueva era de armas tomar representada en las filosas críticas al mundo moderno que narran la catástrofe inminente de la vida en el planeta tierra. En ese sentido, el claro objetivo por recuperar la colectividad se hizo latente en las pantallas previas minutos antes del show, que advertían de forma respetuosa pero directa el no uso de celulares por parte del público, con el fin que pudieran conectar genuinamente entre ambas partes.

Un mensaje que en cierta forma fue tomado en cuenta por la mayoría de la audiencia, pero que más importante aún entrega herramientas para combatir la alienación y estandarización de lo que es un momento único en la vida, como bien recitaba para el final dicho texto. No es necesario registrar todo el show, ni mucho menos esperar que todos los actos musicales hagan el típico set de grandes éxitos, cosa que cobra más sentido viniendo de Placebo, que como bien constatan sus directos desde siempre se centran en lo nuevo. Las sobre expectativas pueden arruinar la experiencia.

Lo curioso es que Brian y Stefan junto a la banda de apoyo ofrecieron algo más allá de un gran concierto. En muchos sentidos, el palpar las ambiciones del proyecto, con un Brian Molko manteniendo su característica voz, y Stefan Olsdal con esa atractiva e imponente presencia de siempre, le agregaron un extra al universo creado en vivo. No estaban los ánimos ni el ambiente para el surgir de la indiferencia.

Urgencia por nuevos latidos

Ahora bien, uno de los mayores méritos de Placebo tiene que ver con lo sólida que es su discografía, hecha en base a un impulso por la expresión pero también por el cuidado de esta. Por lo mismo, ‘Never Let Me Go’ que fue el principal protagonista de la noche no escatimó en recursos sonoros, siendo su trabajo más maduro a la fecha; al mismo tiempo, de los más urgentes.

La oscuridad es una característica nata de dicho registro y de la banda, por ende de su presentación en vivo, al filo entre la delicadeza y lo ruidoso. Pero siempre con una adictiva melancolía, que en esta ocasión alcanzó instantes memorables con canciones como la pantanosa «Forever Chemicals», la extraterrestre «Hugz» o la intrigante «Surrounded By Spies». Del mismo modo, el lado melódico y limpio de «Try Better Next Time», o la rítmica «Twin Demons» contribuyeron de buena manera al viaje.

Otras que también brillaron fueron «Beautiful James», nacida para trascender como un gran éxito de Placebo y que generó los primeros saltos, al igual que la emotiva «Happy Birthday in the Sky». Piezas claves dentro de un disco que alcanzó cuotas de alta intensidad y profundidad en su versión en directo.

Toda una vida con Placebo

La primera de dos veladas en Movistar Arena destacó por el gran fervor que existe en torno al proyecto, congregando generaciones que crecieron con la banda desde sus inicios o posteriormente dentro de sus 30 años de trayectoria. El lleno total lo auguraba, evidenciando la efervescencia al sonar temas como la recordada «Bionic» del lejano debut e incluso con «Soulmates» que recalcó la importancia de los lados B en su universo.

De igual manera, la cercanía del grupo se hacía aún más palpable al interpretar piezas como «Scene of the Crime», los cuestionamientos sobre el rol de las redes sociales en «Too Many Friends» -ambas de ‘Loud Like Love’ (2013)- y una con la que el público saltó bastante, «For What It’s Worth». Precisamente, la transición de esta última a «Slave To The Wage» profundizó la respuesta de una audiencia que vivió al máximo el momento.

No sería la única de ‘Black Market Music’ (2000), pues «Taste in Men» abría el encore, posterior a la triada de clásicos que sacudieron el lugar. Ya que, «Song To Say Goodbye» e «Infra-Red» provenientes de ‘Meds’ (2006) se hicieron sentir en la plenitud de sus alcances, lo mismo con «The Bitter End» de ‘Sleeping With Ghosts’ (2003) , donde digamos ya muchos más sacaron sus celulares para registrar el momento. La sintonía ya estaba.

Finalmente, la dupla entre una de las destacadas del disco más reciente, «Fix Yourself» junto a el clásico de Kate Bush, «Running Up That Hill (A Deal With God)», sellaron un primer encuentro para el recuerdo.

Setlist

Forever Chemicals
Beautiful James
Scene of the Crime
Hugz
Happy Birthday in the Sky
Bionic
Twin Demons
Surrounded by Spies
Soulmates
Sad White Reggae
Try Better Next Time
Too Many Friends
Went Missing
Exit Wounds
For What It’s Worth
Slave to the Wage
Song to Say Goodbye
The Bitter End
Infra-red

Encore:
Taste In Men
Fix Yourself
Running Up That Hill (A Deal With God)


Más fotos a continuación:

 

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