Javiera Mena en Teatro Municipal
Live Review

Javiera Mena en Teatro Municipal de Santiago: Bienvenida sea la nueva era

Escrito por Juan Pablo Ossandón
Fotos por Isidora Blanco

 

Cuando la consagrada artista chilena Javiera Mena anunció el concierto ‘Querida Javiera’, y que, además, tendría lugar en el Teatro Municipal de Santiago, cada fan se hizo la pregunta: ¿por qué? Y es que, la propia tradición recitalera ha denotado múltiples ocasiones especiales en el mismo recinto; uno lleno de historia, por cierto.

En ese sentido, pareciera que Javiera Mena se está dando la oportunidad de vivirse y sentirse a sí misma como artista en toda las aristas posibles. Después de todo, la era que llegó con su última placa de estudio, ‘Nocturna’, realmente terminó de sellar la importancia, trascendencia y el legado que tiene en el pop chileno.

Justamente por eso mismo, que caía la pregunta ¿por qué en el Teatro Municipal? Y aunque en Expectador somos fieles defensores de la diversidad de la música, no hay que darse muchas vueltas para notar que el pop más sintético no es exactamente el género musical predilecto de tal venue. Entonces, ¿qué iba a pasar?

La respuesta a ello llegaría la noche del sábado 2 de marzo, en el que una inmersa Javiera Mena se presentó en un Teatro Municipal. Así, su presentación comenzaría con una versión al desnudo de «Acá entera» y «No te cuesta nada», instantes en el que los acordes de piano recorrían tanto palco y butaca existiese, con la artista mucho más tranquila –y porqué no, ceremoniosa– que de costumbre. Una imagen totalmente distinta a la que nos tiene acostumbrados.

Pero la sorpresa caería rápidamente, bajo la iluminación rojiza que embadurnaba el escenario, en el que una sección de cuerdas de 8 integrantes tomaron lugar, para dar vida a una de las versiones más memorables que vaya a tener «Esquemas Juveniles». De tersa textura, y de una interpretación aún más cristalina, Mena mostró un nuevo rostro en sus canciones. Como un rincón de su corazón que se tenía guardado, en el que la fragilidad se tornaba en la fortaleza misma, encumbrando momentos tan lindos como «Otra Era», «Ahondar en Ti» o «Sincronía, Pegaso». Deleite es poco decir.

Sin embargo, con Javiera siempre es esperable vivir todo tipo de momentos. Sus canciones, que han sonorizado desde la bohemia del club hasta la intimidad de una lágrima, definitivamente tomarían todas esas formas en el Teatro. Así sea desde el carácter performativo –y ya sin cuerdas– de «Me gustas tu», el radiante saxofón de «Eclipse Total», o el océano de voces más gigante en «Yo no te pido la luna», en el que la audiencia tomó un rol protagónico al super los decibeles con el entusiasmo de su coro.

Acto seguido, un segmento dedicado exclusivamente a ‘Esquemas Juveniles’ (2006) junto a «Sol de Invierno», «Como Siempre Soñé» y «Cámara Lenta», apelando directamente a la fibra más susceptible de emociones. Su sonrisa, y compromiso en entregar lo mejor de sí, tenía a todo el mundo acaramelado en el recorrido de dichas piezas.

Ya en el final, el Teatro Municipal de Santiago se convirtió en el más pomposo de los clubes. «Luz de Piedra de Luna» y «Espada» pusieron a todo el mundo a bailar, dejarse llevar por la intensidad lumínica y los bajos magnéticos que dejarían a todo el mundo en su propio peak anímico. Uno que no iba a aceptar irse del recinto sin antes un último regalo, para irse con el corazón llenito a la casa –o entusiasmados de camino a la Blondie– con «Al Siguiente Nivel».

Las múltiples formas y narrativas que tuvo ‘Querida Javiera’ se condicen justamente con lo que la artista proponía. Y es que, como ella misma lo dijo, este concierto se sentía como el fin de una era y el comienzo de otra, y si es que este fue el nivel para dar ese paso, no queda nada más que fantasear sobre las maravillas que nos siga deparando la artista en el futuro.


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Juan Pablo Ossandón

Director de Expectador.

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