Escrito por Hernán Carrasco
Fotos por @lilithdunkel
Tras la finalización de su EP ‘Sesiones Fantasmas Vol. 1’, Narcóticos ha consolidado su posición en la escena underground penquista, fusionando el post-punk y el rock gótico en un estilo moderno y estilizado con matices de new wave. El pasado viernes 16 de febrero, la banda se presentó en el emblemático evento de lanzamiento de su extended play en la icónica Casa de Salud.
La banda, formada en el año 2022 por Boddah y Daniel en las guitarras, Morter en el bajo, Allonsynth en los teclados, Alke en la batería y Dust en la voz, ha demostrado un talento innegable y una presencia escénica impresionante. La nostalgia es un elemento central en su propuesta, tanto en lo visual como en lo sonoro. Los punteos sombríos y el bajo angular definen su sonido, fusionándose con la voz profunda y grave de su frontman. La influencia del post-punk tardío de los años 70, particularmente de bandas de rock gótico como Bauhaus o The Cure, se hace evidente en su música, pero con una interpretación contemporánea y ritmo danzable que los distingue en la escena actual.
En un show agradable y corto, los penquistas resonaron con fuerza y nostalgia, se adentraron en un ambiente dark danzable que expelía nostalgia ochentera, encendiendo la pista del oscuro escenario principal de Casa de Salud.
A la medianoche y media, los miembros de la banda se adentraron con «Letargo», una canción que impulsa sus ritmos más bailables pero que también revela un aspecto oscuro y tétrico. Temas del EP ‘Sesiones Fantasmas Vol. 1’ como «Fuera de Tiempo» e «Intoxicación» exhibieron un lado romántico y melódico, contrastando sutilmente con su presencia visual en el escenario, lo cual añade un elemento interesante que refleja las complejidades del rock gótico. Las voces más sombrías se hicieron evidentes en «Novichok», transmitiendo una energía penetrante que incluso alcanzaba un tono cáustico con gritos más potentes, generando un ambiente de alegría y baile entre la multitud expectante. «Lo que Siento» y «2 en 2» continuaron con un sonido arraigado en los ambientes más oscuros del coldwave, evocando a bandas como Molchat Doma.
Claramente Narcóticos empieza el rumbo hacia la salida de un ambicioso LP que contempla todo un trabajo conceptual detrás. El comienzo en un lugar en la palestra musical que suele ser dificultoso, es sabido, pero tanto el talento y la puesta en escena dio que hablar en la pista de baile. Eso es más que un punto para remover las tierras under de la escena post-punk penquista. Y es que el recibimiento de los locales fue sumamente cálido y fraterno, a pesar de la novedad de la agrupación.
La última parte del corto show, como un claro tributo, resonó en el escenario principal «Bela Lugosi’s Dead», la canción icónica de la legendaria agrupación Bauhaus, una fuente de inspiración fundamental para Narcóticos. Le siguió “Bailo!”, un potente himno que retumbó en la pista, los gritos del estribillo sonaron incisivos, rebeldes -Una joya de canción-. Esta y “Mal Barrio” acrecentaron la chispa del público que cada vez entraba más en una especie de trance danzable al ritmo de Narcóticos.
La noche pasaba, y a pesar de la corta duración del show, los motores estaban listos para seguir en la pista de baile. La nostalgia se hizo presente al son de la multitud que pedía otra canción para cerrar la noche. Narcóticos tocaban sus últimos dos temas de la jornada, despidiéndose entre grandes aplausos, de la Casa de Salud, preparándose para las nuevas fechas que vendrán saliendo en un futuro próximo para la viralización de ‘Sesiones Fantasmas Vol. 1’, EP debut de Narcóticos. Y es que en síntesis, los locales lograron un fraterno reconocimiento a su entrega y talento, consolidando así su lugar en la escena musical.
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