Escrito por Camilo Barría
Fotos por Francisco Aguilar A
Que manera de celebrar 20 años de una banda mas que consagrada, que con su espíritu fiestero y de raíces folk junta generaciones en torno a su música. Porque Korpiklaani es una banda imposible de no querer; un grupo de personajes salidos de un cuento del más profundo Finlandia, y que con un frontman espectacular no permiten que se pierda de vista por un minuto lo que esta pasando en el escenario.
De partida, se ve que el público llegó hasta el Club Chocolate con ganas de vivir la experiencia al 100% y los artistas de la misma forma. Se corean las canciones y se establece comunicación entre vocalista y asistentes sin necesidad de entenderse completamente lo que nos cuenta Jonne, que de vez entre canciones soltaba palabras como “muchas gracias”.
Como previa, los pilares del folk metal local Folkheim entregaron un presentación buenísima en todos los sentidos, desde el desplante escénico, pasando por el sonido, y finalmente la energía. El grupo promovió una velada ideal previo al arribo de Korpiklaani.
Korpiklaani y su mix de clásicos
El comienzo del show fue apabullante, encadenando 4 himnos de la banda para empezar a dar el tono de un show que es una inyección de energía a la vena. «A Man With a Plan», «Wooden Pints», «Happy Little Boozer» y «Journey Man» dejaron extasiado a un público que ya venía con ganas de saltar y disfrutar hasta que se caiga el recinto, que además estuvo completamente lleno.
El transcurso del recital de Korpiklaani no tuvo puntos bajos, mezclando un repertorio de temas clásicos con temas de sus discos más nuevos, en ningún momento se pierde la energía. De hecho, se dieron el lujo de incluir en su setlist el cover de la canción de Boney M, «Gotta Go Home», el cual pareciera que fuese hecho para la banda. Con un fraseo ultra coreable que hasta los equipos de futbol quisieran.
Si bien hubieron algunos pequeños problemas técnicos con las guitarras de Jonne y Cane, no empaño la parte mas intima del show donde se agregaban guitarras acústicas y temas un poco mas pausados. En esta parte del show es donde Jonne, al final de la canción «Kypumylly» hace un juego con el publico donde tararea una serie de sonidos guturales y el publico debe replicarlos. Me sorprendió que la audiencia lograra alcanzar una alta fidelidad con los sonidos que cada vez se iban haciendo mas complejos y largos. Finalmente, Jonne felicita al publico por su acertado oído al replicar los sonidos y pide un aplauso para todos.
Música para beber
Ya en la ultimo tramo del show previo el bis, se mezclan algunas canciones de sus últimos discos, elegidas perfectamente para seguir con la energía que necesitaba la noche, incluyendo un tema inédito el cual sigue la línea de las últimas producciones de la banda. El tema que finaliza la primera tanda es «Tequila», infaltable en los recitales de Korpiklaani y que, con su pequeño guiño a Chile, se siente mucho mas cercana y tiene otro disfrute. Cabe mencionar que al final de esta canción el baterista comienza con un pequeño solo el cual cada vez agarra más potencia, hasta terminar en una muestra de virtuosismo que ya quisieran bateristas de géneros mas intrincados.
Para el Bis, 2 temas que no pueden faltar en un recital de Korpiklaani: «Beer Beer» y «Vodka», uno detrás del otro. Con el primero se da rienda suelta al lado mas salvaje y rápido de la banda donde se genera un mosh que abarca toda la cancha del recinto durante el tema completo. Al terminar, dan paso a una de las piezas más fiesteras de la banda para bajar un poco las revoluciones y divertirse al baile de «Vodka».
En líneas generales, fue un show redondo, en cual se hace un repaso de todos los discos de la banda y donde se establece un lazo con el publico a través de himnos clásicos y canciones de los últimos discos que tienen todo el potencial para ser nuevos clásicos de la banda.
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