Disco de la semana
Resulta factible considerar la carrera de Mon Laferte, más allá de su pasión por la música popular -algo presente en gran parte de su discografía-, como un coqueteo constante con la búsqueda y la experimentación. Algo que ya formulaba desde las raíces latinas del bolero, cumbia o salsa en su álbum Norma (2018). Sin embargo, su reciente estreno Autopoiética abraza con todo este ideal, siendo a la fecha su disco más ambicioso, y por qué no, el más interesante.
Tampoco es algo del todo sorpresivo, pues si hay algo nato que existe en su propuesta es el interés constante por probar cosas nuevas. Sobreponerse a los límites que muchas veces exige la industria; atreverse a romper con los moldes, e incluso sus propias virtudes.
Porque Mon Laferte es perfectamente capaz de grabar un disco de grandes éxitos radiales, poperos y gancheros, irse a la segura porque su voz así se lo permite. Al mismo tiempo, Autopoiética nos recuerda lo verdaderamente atractivo que es su arte al volverse más desafiante, pues es en estos terrenos donde la artista se muestra más cómoda y mutante que nunca.
Autopoiética: al filo de la expresión
El compromiso de Mon Laferte con las canciones que ofrece Autopoiética suele encontrar lugares comunes en el desamor, la pasión, el conflicto, la lucha, y el drama. Bajo un posicionamiento que pese a la densidad de sus emociones, expone un sinfín de colores y sensaciones a considerar.
Aquello se percibe en la manera que afronta su interpretación, a ratos desgarradora, en otros dulce y melódica. Un abanico de expresiones que a su vez forman parte de un todo aún mayor, adquiriendo dimensiones un tanto más profundas.
Claro, en lo vocal que es siempre un factor determinante, aunque en el disco se nota una intención más abierta por curiosear, en plena sintonía con otro de los aspectos a considerar en este viaje que es la producción sonora. Porque Mon Laferte busca poblar su música desde distintos ángulos, siendo el uso de su voz parte importante de los desafíos creativos de Autopoiética.
Cómo suena Latinoamérica hoy
Pese a los ambiciosos planteamientos, este nuevo disco está lejos de ser inaccesible. De hecho, los 45 minutos de duración que ofrece la obra canalizan de forma cohesiva la variedad de caras que expone la artista. Espejos de sí misma, explorados con un detenimiento sustancial para no caer en sus versiones pasadas.
Esto define lo novedoso que se sienten las 14 canciones presentadas por Mon Laferte, que no esconde sus caminos sonoros previos. Al contrario, los utiliza para nutrir aún más ese choque equilibrado entre lo clásico y lo nuevo.
Es quizás la última canción que expone mejor el cómo pueden converger mundos en la práctica poco mezclados. Al fin y al cabo, “Casta Diva” recurre a recursos propios de la opera, en un contexto de art pop donde la exploración vocal de la cantante camina sobre pasos electrónicos, que recurren de forma fugaz al reggaetón.
La sola triada de temas iniciales como “Tenochtitlán”, “Te juro que volveré”, y “Préndele fuego“ cimienta esta alianza entre las herencias latinas que subyacen las construcciones del presente. Por lo mismo, Autopoiética te muestra cómo suena Latinoamérica hoy, con sus amores y corrupciones de siempre.
Autopoiética: un mundo en sí y para sí.
Toda esta mixtura se consolida en todo el disco, a través de canciones que juegan con las vibraciones de los bajos como “NO+SAD” a otras más movidas como “Metamorfosis”. Una impredecible exposición de ideas que se van sucediendo en armonía, como también lo evidencia el trip hop de “40 y MM”, y el bolero de “Pornocracia”.
Para el final guarda otros pesos pesados como «Amantes Suicidas» y «Mew Shiny», por solo nombrar algunas otras canciones. Al final la artista se siente tan inspirada que resulta fascinante constatar como cada tema es un mundo en sí y para sí. Bajo una sintonía narrativa que en el conjunto de sus partes, adquiere mayor relevancia aún.
Mon Laferte concluye su álbum mejor logrado en todos los sentidos. Lo mejor de su carrera y más, en base a un sentido de construcción que más allá de la claridad que dispone en ciertas expresiones, no niega espacio a la intuición.
Por Felipe León
Escucha Autopoiética
Por Mon Laferte
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Créditos de producción y más:
Mon Laferte, Manu Jalil, Jorge Valdes, Paola Zozaya, Dano Martínez, Magicnelbeat y Nicolás Chávez Alzaga.
