Midnite Vultures
#DiscoExpectador

Midnite Vultures, el cambio de milenio funky de Beck

Escrito por Felipe León

Mirando en retrospectiva es posible trazar un camino entre todas las facetas que emergerían desde Beck, en cada una de las décadas en las que ha estado presente. Pero en pleno años noventa y con la atención plena de las radios, canales de TV como MTV, y la cultura pop en general, el artista podía ser más de un dolor de cabeza para quienes buscaban encasillarlo. Es ¿Rock? ¿Hip Hop? ¿Folk? Pues, el artista contaba con obras populares como Mellow Gold (1994) u Odelay (1996) que ya eran un tanto extrañas, y su continuación Mutations (1998) fue para muchas personas algo poco esperado. Pero ¿Qué hay de Midnite Vultures?

Midnite Vultures

 

Midnite Vultures, y los significados de la fiesta

Para fortuna de los más devotos a Odelay, Beck volvió a utilizar su receta secreta para así concebir el más bailable, sexual, y movido de sus discos, la que consiste en armar un rompecabezas que en su aparente «sin sentido», genera algo único y diferente. Pues, la visión del artista siempre fue ecléctica al momento de reunir influencias, y en trabajos como Midnite Vultures hace gala de aquello, transformando su imaginario en un vibrante catastro de su propia ñoñez. Una que sin embargo, no teme a manifestar las diversificaciones del significado «fiesta».

En su faceta más fiestera logra transmitir el hedonismo sin ser obvio, más bien, jugando como ya era costumbre a probar cosas. Saltar de un lado a otro, en medio de un vertiginoso funk rock de lo más curioso e impredecible. De esta manera, presenta hitazos potentes como es el caso de la apertura con «Sexx Laws» y «Hollywood Freaks», que bien reflejan lo enérgico y hasta ansioso de su sonido funky. Pero también hay guiños al alternative dance presentes en «Mixed Bizness», o mezclando el alternative country con la música disco con la tremenda «Peaches & Cream», donde destaca el uso del falsete soul tan característico de este Beck.

 

Resaca de cambio de milenio

El mismo falsete que utilizaría en «Debra», la que sin dudas es el máximo logro del álbum, o más bien, el punto cúlmine de lo que puede lograr con sensibilidades mucho más relajadas y surrealistas. Elemento a destacar, puesto que Midnite Vultures se conoce como un disco sobre todo bailable, en constante movimiento.

El artista traduce la locura de vivir una noche en Las Vegas o Los Angeles, al ritmo de un impredescible encuentro con los desenfrenos propios de dichas ciudades.

Así, Midnite Vultures suena a pleno cambio de milenio, donde muchas combinaciones podían ocurrir. He ahí la importancia de nombres como Beck, que bien retrataron este aspecto amplio que sería tan influyente, sobre todo para la música de corta más alternativo. Por lo mismo, este Disco Expectador viene a ser una suerte de recordatorio acerca de sus logros más memorables.


Beck tocará en Chile el próximo 28 de noviembre en el Teatro Caupolicán. Entradas por PuntoTicket. Produce Lotus y Ni Vivo Ni Muerto.

 

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