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Desafiando la norma: La lujuriosa espectacularidad de Cradle of Filth

Escrito por Juan Pablo Ossandón

 

La agrupacion británica Cradle of Filth finalmente regresará a Chile este domingo 17 de septiembre en Club Blondie instancia para la que aún quedan entradas disponibles– y que contará con 8 Kalacas como acto de apertura. Esta oportunidad llega con el pretexto de presentar su más reciente trabajo discográfico, ‘Trouble and Their Double Lives’, lanzado en abril de este año.

Bajo esta auspiciosa premisa, cabe recordar y analizar el porqué la banda comandada por Dani Filth, se mantiene hasta el día de hoy como una de los proyectos más únicos del género. No sólo eso, sino que en su propia época de construccion, consolidación y despegue, enfrentaron un panorama hostil ante el inagotable espíritu aventurero de esta agrupación de black metal sinfónico.

Y es que los temas de interés que predominaban conceptualmente la propuesta de Cradle of Filth –conducta que persiste hoy en día–, se decantan fuertemente por el erotismo. Prácticamente una construcción ideada en torno a un lenguaje directo que, si bien metafórico, no maquillaba las distintas actividades y/o elementos sexuales retratados. En ese sentido, y a diferencia de sus contemporáneos nórdicos, la banda tenía un acercamiento estético y lírico mucho más cercano a lo gótico que al black metal como tal (al menos para la época).

Por supuesto, el ocultismo también permanece constante en dicho background teórico que funda sus canciones, entrelazando una noción melodramática de esta coexistencia de lo sexual y escabroso. En ese sentido, Dani Filth se posa como dramaturgo y maestro de ceremonias que, con su característica, incisiva y aguda voz gutural, levantó con sus compañeros un black metal sinfónico de lo más exhuberante.

Ahora, ¿por qué esto desafía la norma del black metal? Porque este subgénero siempre optó por una disposición y expresión austera del arte en general, por lo que la acabada preocupación estética de Cradle of Filth ni la producción cristalina de su música tenían cabida en el código blacker. Ahora, todo a su contexto, la realidad inglesa era muy distinta a la escandinaba, por supuesto.

Sin embargo, la actitud desafiante, ambiciosa y desinteresada de la agrupación ante los rígidos estándares pseudomorales del metal extremo era de reconocer. Aún ante el rechazo férreo del purismo, o el prejuicio y miedo infundado de escuchadores casuales, Filth y compañía no escatimaron esfuerzos en llevar su obra a niveles impensados. Por eso cuando, en 2004, el lanzamiento de ‘Nymphetamine’ fue clave en ese abrazo del mainstream.

Siendo una época en que MTV si ponía ese tipo de videos en su transmisión, no era descabellado ver los clips de «From the Cradle to Enslave» o el bombazo de «Nymphetamine». El black metal, sinfónico, estaba cosechando números sorprendentes, y gran parte de ello tiene que ver con el appeal dramático de sus interpretaciones y composiciones.

De ahí que la banda haya mantenido perfecta salud hasta 2023 –y contando–, y que este próximo 17 de septiembre, el público chileno podrá disfrutar de cerca.

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