festival uva robot
Live Review

5º Festival Uva Robot: ¡5 estrellas!

Escrito por Alexander Castillo
Fotos por Bárbara Hernández

Ni el calor más infernal fue capaz de aplacar la energía y las ganas de celebrar a uno de los sellos más longevos y únicos del indie nacional. Cerveza, jugo o agua en mano, el quinto Festival Uva Robot se tomó la Casona Nemesio Antúnez de La Reina en una tarde alegre y llena de grandes presentaciones.

En colaboración con el sello In-Correcto, de Bogotá, el festival contó con el debut en territorio nacional de dos proyectos latinoamericanos: San Pedro Bonfím, de Ecuador, y Gato e’ Monte, de Colombia, quienes se sumaron al talento de la casa sin problemas y enriquecieron la jornada con sus sonidos locales.

Con el sol pegando directo al escenario, y un público creciente oscilando entre la sombra de la cafetería y el asfalto ardiente del patio, la única e inigualable Chini.png fue quien partió el Festival Uva Robot de la mejor forma posible: bien arriba.

Chini.png le gana al calor en pleno verano

¿Qué se puede decir para elogiar a Chini que no lo digan ya sus múltiples logros? Hace diez años debutó con sus Technicians y nadie que haya visto la génesis de uno de los grupos insignes de la década pasada puede mostrar sorpresa ante el camino que Chini Ayarza ha logrado recorrer. 

De promesa del indie a ser una de las artistas más distintivas de su generación —y una referente del nuevo rock—, todo gracias a un talento bien canalizado y un esfuerzo que le ha dado frutos tan buenos como inmortalizarse en una sesión KEXP, Chini y compañía dieron en la Casona Nemesio Antúnez su último show en un tiempo para enfocarse en el sucesor de ‘El Día Libre de Pólux’ (2023). Si las canciones que estrenaron son un indicador fiel, va a estar igual o mejor que el LP 1.

En aproximados 45 minutos, temas como “Fricativa Velar Sorda”, “No midas las palabras!” y “Laurel” encantaron a un público atento, que recibió con entusiasmo los dos estrenos de la tarde: “Lava” y “Diagonal”, que serán parte de lo nuevo que traerá la banda, ojalá más temprano que tarde. 

“¡Venenos!” grita una persona en la audiencia y, calzando con que era la siguiente del set, Chini y su banda cumplen. Siempre cumplen.

La sensibilidad de Alfilera

Hace unos seis años que Alfonsina García comenzó a adentrarse en el circuito musical, a veces como intérprete para otros artistas —usualmente comandando el cello—, otras veces como Alfilera, su proyecto personal, que apareció durante la tarde en un formato más enchufado que de costumbre.

Aún sin lanzamientos oficiales en solitario, además de un par de apariciones en compilados de la SCD, Alfilera demostró que cuenta con un repertorio más que interesante para plantarse sobre el escenario. Armada con una banda completa —más un feat de Nando García— que musicalizó temas como “Retorno”, “Filamento” y “Savia”, entre otras, la artista entregó una refinada mezcla de folk, indie pop y ritmos latinoamericanos que la mantuvieron destellando frente al público.

Para acostumbrar tocar de forma acústica y solitaria, o con una instrumentación más tradicional del folk, la faceta enchufada de Alfilera es algo digno de ver y que espero, por su potencial en vías de exploración, que sea predominante de aquí en adelante.

San Pedro Bonfim y su “Corazón de Guagua”

Nacido en Ecuador, país en el que Lolabúm —su banda— se ha transformado en insignia de la música independiente nacional a lo largo de diez años de carrera, Pedro Bonfím ha amasado una fanaticada en torno a sus andanzas grupales y solistas. 

Hoy radicado en Bogotá, ciudad que vio nacer ‘Corazón de guagua’ (2024), su segundo álbum solista, su amistad con Tiare —Niña Tormenta— y Rosario Alfonso, a quienes conoció cuando las artistas visitaron Colombia, desembocó en un viaje personal de Bonfim a la Casona Nemesio Antúnez. Todo gracias a la ya mencionada colaboración con In-Correcto, su casa musical.

Ahora un santo, otrora detective, San Pedro Bonfim llegó a debutar en Santiago con buena onda y buenas canciones, la mayoría provenientes de su más reciente disco. Poético y sencillo, Bonfim y su guitarra presentaron un show con marcada identidad cantautoral, brillando junto a su carisma las canciones “Vacío”, “Muerto Barato” y “Débil como una piedra”, por mencionar algunas. 

Niña Tormenta y triunfar haciendo las cosas lento

Cuando se habla de Uva Robot tiendo a pensar en esa movida artística que, cuando las tónicas protagonistas del Chile alternativo eran el jangle pop o el pop a secas, armó un camino propio que no buscaba ser ni la una ni la otra. Que a través de lo acústico, de la guitarra, el ukelele y las percusiones, construía un nicho de canciones ligadas al folk y los sonidos propios de la Nueva Canción Chilena y la música Latinoamérica. Componentes pop habían, está en nuestro ADN, pero era una cosa diferente. 

Ese es el espíritu que apareció al llegar Tiare Galaz, la reconocida Niña Tormenta, en las últimas horas de calor de la jornada. Y no llegó sola: la acompañaron su hermana Macarena —que también tocó con Chini.png y Alfilera— y la mismísima Alfonsina —que también tocaría con Rosario Alfonso unos minutos después—, un trío de artistas que presentaron un show hermoso. Íntimo.

Al son de “Que entre el frío”, “Mi Pena” y “Canción Nueva”, con una especial dedicatoria a su padre, Niña Tormenta fue avanzando a través del sensible repertorio que ha construido en dos álbumes de estudio, incluyendo “Va a llover hasta el domingo” y “Voy a hacer las cosas lento”, entre otras más, en un setlist que culminó con la interpretación de “Lozapenco”, a petición del público.

El hilo invisible de Rosario Alfonso

Negación” es una de las primeras canciones que Rosario Alfonso canta en la, ahora, velada. El sol está en las últimas y el calor hace rato dejó de ser un incordio. Sobre el escenario le acompañan dos coristas, Dani y Yorka, que serán parte de su nuevo sonido, Javier Bobbert en la guitarra, Alfilera en diversas cuerdas y Felipe Ibar —Déjenme Dormir— en las percusiones. 

Para mí, Rosario Alfonso es dueña de una de las voces más bonitas de la música chilena actual. Suave, e incluso dulce, tiene un carácter melancólico que juega muy a favor de su arte; de esas “Canciones Tristes” que cumplieron tres años y que, frente al público, ahora celebraba entonando “Lo Dejaste Ir” o la hermosa “Canción para Acunar”, dándose el espacio, también, para revisitar temas antiguos, de su primer álbum, y poner la mirada en el futuro.

Una invitación a moverse con “Sácate las Ganas” y una vitoreada aparición de Diego Lorenzini para cantar “De Haber Sabido” marcan el paso de Rosario por ‘Lo Primero’ (2018), el disco que la posicionó en el circuito. También pudimos escuchar un poco de lo nuevo que se trae entre manos como “La vida pasa”, el bello bolero que estrenaron junto a Niña Tormenta a finales del año pasado, y el estreno del show: “Hilo Invisible”, romántica canción que sumó a Claudio Constanzo en el arpa y que pinta un buen panorama para el futuro musical de Rosario Alfonso.

Gato e’ Monte: Canto hipnótico de barrio

Para quienes, como uno mismo, no estaban familiarizados con el talento internacional que conquistó durante el Festival Uva Robot, creo que ambas presentaciones son un gran punto de partida para conocer tanto a Pedro Bonfim como a Gato e’ Monte —recomiendo leer este perfil publicado por Cartel Urbano. Penúltimo acto de la noche, el dúo colombiano nos transportó a los barrios de Bogotá en la que fue su primera, y espero que no última, vez en Chile.

En su sonido se mantienen vivas las tradiciones musicales de su natal Colombia y así ha sido desde sus orígenes como artista, hace más de una década. Sus letras, a medida nos va contando Gustavo Casallas —voz principal y fundador de Gato e’ Monte—, han sido influenciadas por su vida en el barrio y una exploración hacia los Llanos de Colombia, lugar en el que se empapó de los sonidos más tradicionales que hoy son parte de su música.

Parte de sus temas se los dedica a las cosas importantes de la cotidianidad, como su trabajo en un asadero de pollos o el fútbol y, también, dándole espacio al canto protesta de un país que, como el nuestro, también vivió su propio estallido social hace unos años. 

Es un repertorio que se ha gestado con el tiempo el que mostró al público del Festival —del que destaco “Cumbia Fumanchera”, sin desmerecer al resto del set—, uno capaz de transmitir esa fuerte identidad con la que cargan las canciones y que no estuvo exento de proeza artística, pues tanto Gustavo como Yeison hicieron gala del dominio que tienen sobre sus cuerdas. Increíble, nada más que decir.

Diego Lorenzini: Folk star

Pareciera que todo el tiempo ahorrado gracias a la puntualidad con la que se había movido el Festival hasta el momento estaba cobrando su karma justo antes de terminar. 

Fue casi media hora la que tomó el montaje para recibir a Diego Lorenzini, importantes minutos extra considerando la maratónica jornada que vivió tanto el público como los artistas y los técnicos, pero nada que pudiera empañar lo que sería un gran canto coral presentado por una de las mentes más brillantes de Talca.

Lorenzini, en vivo, siempre ha sido austero. Armado con guitarra, ukelele y un pedal de bombo electrónico, no necesitó más para entregar un show impecable. Su carisma natural se hizo presente en las interacciones con el público, ya sea para tirar la talla en medio de sus propias canciones, rellenar mientras Chini.png —invitada a cantar “Mierda”— afinaba el ukelele o dirigir a la audiencia cuando los temas requerían de segundas voces.

Así se ha dado con los años: Diego Lorenzini y su público han establecido una relación de complicidad, es evidente en los silencios que él hace en temas como “Poesía Conspirativa” o “Tutorial” a sabiendas de que su audiencia los va a completar. 

Hay un par de nuevos temas implantados en el setlist, buen augurio para lo que podría ser un año fuerte para Uva Robot, y también clásicos del artista, como “Me Voy a Valparaíso”, “Sexo Amateur” y “Sí po’” —con una intervención puntual de Simón Campusano—, que ayudaron a despedir el quinto Festival Uva Robot con una multitud de voces cantándole al amor en clave indie, al deseo desde la ternura. 

Cantándole, con toda intención de sonar cursi, a Uva Robot.

 

También puede gustarte...