Por Antonia Hernández
Christina Rosenvinge visitó tierras chilenas por primera vez un 13 de julio de 1993, en un concierto en el Teatro Teletón que trajo consigo un álbum que tan sólo un año antes había revolucionado el pop rock hispano. ‘Que me parta un rayo’ irrumpió en la escena con líricas provocadoras y honestas, en donde una Christina de 28 años se encargó de mostrarle al mundo su talento detrás de coros melodiosos e hipérboles musicales.
Hoy, a 31 años de ese primer debut en nuestro país, Christina y Los Subterráneos celebran el fin de la gira aniversario del álbum, en donde tres décadas han visto a la artista perfeccionar y desarrollar su estilo, su talento y su desplante, con una serie de visitas a Chile que la han hecho recorrer desde Frutillar, hasta Quilpué y Talca.
En vista de este cierre triunfal de una gira nostálgica, que se realizará este próximo 13 de octubre en el Teatro Municipal de Santiago –entradas por PuntoTicket–, tuvimos la oportunidad de hablar con Christina, quien nos contó sobre la sensibilidad de revisitar el pasado, su relación con nuestro país, y sobre su último proyecto solista ‘Los Versos Sáficos’.
Para mí ‘Que Me Parta Un Rayo’ es un disco chileno
Llevan más de un año ya con la gira de 30 años de Que me parta un rayo ¿Por qué eligen cerrar la gira acá en Chile?
Para mí ‘Que Me Parta Un Rayo’ es un disco chileno, si te digo la verdad, porque creo que hemos tocado estas canciones allí más que en ningún sitio, y además en su momento también tuvo tremendo éxito allí, y bueno, conectó especialmente. Voy a tocar también Perú y Colombia, pero en Chile con este disco hicimos una gira entera, hemos hecho un montón de ciudades, así que es un disco que se ha colocado entre los clásicos en Chile y para mí eso es un tremendo orgullo.
El proyecto de Christina y Los Subterráneos estuvo solamente tres años ¿Qué se siente que aún esté vigente, sobre todo con un público que es más joven?
Claro, eso es lo bonito, que es un disco que ha traspasado las generaciones y ha traspasado su momento. En su momento yo creo que tuvo un impacto por encima de lo musical, tuvo un impacto sociológico porque resultaba muy novedoso que una mujer hiciera rock y que cantara en español, y de esas letras que tenían tanto descaro, tanto desparpajo y al mismo tiempo tan sentimentales, porque hay algunas canciones también que hablan muy abiertamente de emociones. Pues, conectó de una forma especial con el público y es uno de esos discos que ha pasado de generación en generación, de padres a hijos, y el sentido de seguir tocándolo es precisamente eso, que mucha gente no lo vio en su momento.
¿Cuál es la diferencia para ti en revisitar estas canciones antiguas versus tocar lo que has sacado ahora más recientemente?
Es muy distinto en unos sentidos y absolutamente igual en otros. Es muy distinto porque las personas cambiamos, entonces esas canciones están hechas un poco con la inocencia de alguien que acaba de aprender a tocar la guitarra, solamente sabía poner como ocho acordes, entonces con esos ocho acordes hice todo el disco entero. Pero, aunque era nueva tocando la guitarra, llevaba mucho tiempo ya escribiendo letras y escribiendo melodías, entonces las letras están mucho más elaboradas y yo creo que esa combinación fue por lo que tuvo tanto éxito.
Entonces, esa ingenuidad que tenía entonces, pues ahora ya encuentro que no la tengo, cuando hago canciones soy mucho más consciente de lo que hago, y sin embargo, hay algo que sigue exactamente igual que es que hay una forma de entender el mundo a través de la música y de las canciones. Todo lo que me pasa y lo que vivo de una forma u otra acaba dentro de una canción, y con la intención, además, de que no sea solo mi experiencia, no es algo tan narcisista como puede parecer, sino que partes de tu propia experiencia para hablar de emociones universales.
Entonces, ese disco es donde descubrí esto mucho más que en el proyecto anterior. En Que Me Parta un Rayo es cuando me di cuenta que se podía hacer eso, o sea que por ejemplo Voy en un Coche funcionaba como una gran metáfora de la libertad, del ansia de libertad, e iba más allá incluso de la letra del coche, de que estuviera escrito en femenino, la canción es realmente una metáfora de buscar tu camino, buscar tu sentido de la libertad, y eso sigue vigente, no muere nunca.
¿Dirías qué es una manera de conectar con la nostalgia?
Tiene algo de nostálgico, pero es más bien celebrar también el pasado, celebrar a todas las personas que hemos sido. En realidad no soy muy dada la nostalgia, no soy muy dada a echar de menos lo que pasó, sino a apreciar lo que está pasando ahora, y con este disco ha sido muy bonito porque lo he tocado tanto, o sea, es algo que iba a ser cuatro bolos, al final hemos tocado este disco treinta veces, cuando acabe la gira habremos tocado el disco treinta veces… Treinta años, treinta bolos.
El pasado 2023 Christina Rosenvinge lanzó su último álbum solista, Los Versos Sáficos, en donde tras su participación en una obra de teatro inspirada por la poetisa griega clásica Safo, se encargó de musicalizar y reinterpretar su poesía en un ambicioso proyecto de pop contemporáneo.
Que Me Parta Un Rayo tiene ciertas temáticas que aún están vigentes, explorando por ejemplo el tema de la sexualidad femenina, que es una línea que has seguido en tu carrera, en especial con Los Versos Sáficos el año pasado, ¿Cómo fue la experiencia de reivindicar la figura de esta poetisa?
Bueno, esto ha sido un trabajo maravilloso, ha sido un trabajo precioso que empezó como un encargo y luego se convirtió en un proyecto personal, y eso fue llevar la figura de Safo al mundo del teatro y luego, como propuesta para la obra de teatro, fue transformar los versos en canciones, que era lo que eran originalmente, y luego esto se transformó en un disco que ha tenido su propia vida. Y hay algo tan puro y tan bonito en los versos de Safo, algo atemporal, por ejemplo, Safo es la primera que en una canción habla de morir de amor, y no está hablando de morirse, está hablando de algo sexual. Bueno, la primera cantautora de la historia que lo hace es ella, mucho antes que todo lo que ha venido a lo largo de los siglos, y especialmente en esa época, así que se le puede considerar una antecesora, la primera de nuestra estirpe.
¿Con ella comienza una nueva forma de escribir música?
Claro, es la primera cantautora que habla del amor y habla de lo que le duele… de lo que le duele el cuerpo y habla del deseo, sobre todo. Lo hace en el Siglo XVII antes de Cristo y resulta tan moderno lo que ella escribe, que habla de cómo le tiembla el pulso, le tiembla la lengua, como se queda medio ciega, medio sorda, de puro deseo hacia una chica que le gusta. Esto es algo que es como que podía estar en una canción ahora mismo perfectamente, hay una conexión entre lo que se hizo entonces y lo que se hace ahora.
¿Podemos esperar entonces un reencuentro con Chile con tu proyecto solista?
Sí, yo de hecho quiero llevar Los Versos Sáficos a Chile y creo que será lo próximo, y bueno estoy ya trabajando en algo que vendrá después. Pero, sí, me encantaría tocar Los Versos Sáficos en Chile también.
Volviendo a Chile y a tu presentación este 13 de octubre, ¿Cuál es el recuerdo más memorable que tienes de de todas las instancias en que has podido visitar acá?
Tengo un montones de recuerdos y no hay uno sólo, cada concierto ha sido increíblemente memorable. En la última gira tuvimos unos momentos preciosos en Concepción, por ejemplo, hubo un vendaval y una lluvia tremenda y tal, entonces hubo que cancelar el concierto fuera y tuvimos que tocar dentro del teatro. Recuerdo esa fila de gente que iba al teatro sin saber si iba a conseguir entrar o no y estaban ahí bajo la lluvia.
Pues todo eso es muy impactante, muy conmovedor para mí, recibo todo ese cariño con los brazos abiertos. Como no pudieron entrar toda la gente que quería entrar, pues al día siguiente hicimos un concierto sorpresa en el escenario grande, antes de que abrieran para los otros artistas volvimos a salir para que la gente que no podía estar la noche anterior lo pudiera ver.
¿Tienes algunas palabras para quienes aún no han comprado entradas para esta fecha?
Os invito a todos a que vengáis el 13 de octubre a cerrar la gira de conmemoración de Que me parta un rayo. Para mí es una maravilla cerrar esta gira en Santiago de Chile, que es el sitio, el lugar, donde este disco se hizo grande y para mí pues es un disco prácticamente chileno, ya le dieron el pasaporte hace tiempo.
