Escrito por Alexander Castillo
Fotos por Bryan Miranda
Con dos impecables presentaciones, los sonidos del indie pop y el shoegaze se tomaron el espacio de CityLab en el Centro Cultural Gabriela Mistral en una noche que vio brillar a la girl band Gomitas Ácidas, directamente desde Valparaíso, y a Safo, quien demostró una vez más lo bueno y potente que se viene su próximo proyecto.
Los años de trabajo han permitido a Safo plantarse frente a la escena como una artista a la que poner atención, tanto por su búsqueda musical que estrecha los lazos entre el indie, el pop y el shoegaze, como por la seriedad y el profesionalismo que le da a su carrera.
Años marcados por una pandémica carta de presentación, el EP “Sin Señal” (2021), y su posicionamiento como artista queer, participando en círculos dedicados a visibilizar a la comunidad musical LGBTIQ+, como AMIK (Agentes de la Música Independiente Kuir), junto a quienes pudo pisar el escenario de Lolla Love durante Lollapalooza Chile 2024. Así, con un disco en miras de salir durante 2025 y dos sencillos bajo el brazo, Safo anunció una de sus últimas presentaciones del año en CityLab, jornada que contó con la apertura de una de las grandes bandas emergentes del momento: Gomitas Ácidas, de Valparaíso.
Gomitas Ácidas, Trágico Amor
Rápidamente Gomitas Ácidas ha logrado hacerse un nombre no solo en la escena local de Valparaíso, sino que en el radar nacional de fanáticos del indie chileno. Es fácil entender por qué: la música es buena y, además, la propuesta de la banda —autodefinida como una búsqueda por “generar un espacio feminista-crítico y disidente” a través de sus canciones— es loable y siempre vigente.
Superando los nervios, y enfrentándose al frío de la tarde, la banda abrió la jornada con éxito, entregando al público una experiencia musical de indie pop con tintes de rock y noise que repasó el corto pero firme repertorio con el que han cautivado en Valparaíso y Santiago. Canciones como “Siesta de Verano”, único single oficial hasta el momento, “Collage” y “Letra E” —ambas disponibles de forma cruda en Soundcloud— se llevaron merecidos aplausos de la audiencia, de quienes se despidieron con la intensa “Quiero Verte”.
Hay que estar pendientes de lo que las chicas de Gomitas Ácidas nos puedan traer en el futuro. Si con solo un sencillo han conseguido el reconocimiento y cariño de la escena, quién sabe lo mucho que conseguirán a la hora de sacar el primer EP o, mejor aún, el primer álbum de larga duración. Ojo con eso.
Yo ya sé quién eres en la oscuridad
No es mucho lo que hay que esperar antes del siguiente acto, pero es tiempo suficiente para que algunas personas puedan salir a fumar o dar una vuelta por el pequeño espacio de CityLab para revisar el merch de Safo o aprovechar el adornado cubículo de fotos (muy coquette, como decían hace unos meses). Otros, como yo, nos mantuvimos firmes en la primera fila, atentos al ir y venir de los asistentes técnicos que setean los instrumentos en el intertanto. Pocos minutos después, con la banda en posición, empieza la función principal.
Al ritmo de “999”, Safo y compañía dan inicio a una presentación que repasará lo viejo y lo nuevo de la artista. Cual imán, la banda se adueña de las miradas del público; es la mezcla de las vestimentas negras, la música oscura pero enganchante y, sobre todo, la actitud, la presencia. Es notable la preocupación por entregar una puesta en escena que vale la pena mirar, no solo escuchar, y este es uno de los elementos que definen a Safo como un proyecto que, si bien coquetea con sonidos alternativos de corte shoegaze e indie rock, tiene el corazón arraigado en el pop.
Pasado y presente
A ratos con el micrófono en mano, a ratos con su clásica Jaguar roja, Safo goza del protagonismo de la noche mientras revisita canciones de su primer lanzamiento, como “Notas Perdidas”, e interpreta tracks nuevos como “Combustión”, un exquisito homenaje al rock alternativo noventero que ha visto la luz en distintos shows del último tiempo pero que aún no goza de un lanzamiento oficial (¡el pueblo —yo— lo pide!). Uno de los highlights del show es la introducción de “Monocromía”, una canción inédita con una vibra oscura pero groovy que incluso permitió a Safo darse el gusto de bailar mientras la firme base instrumental hacía lo suyo.
Tras la interpretación de “Correos no deseados” y “Desfase”, quizá una de las canciones más catchy de Safo hasta el momento, la artista invita al escenario a Martina Lluvias para cantar, por primera vez en la historia, “No quiero ser tu amiga”, el último single de Safo. Lo más notable no es lo bien que suena esta canción en vivo, es la alegría y el cariño que hay entre ambas artistas y que se consolida con un abrazo al final de la canción.
«¿Alguna vez han tratado de olvidar a alguien? No se puede» dice Safo al momento de introducir “Olvido”, penúltima canción del set, que sería acompañada del final definitivo en manos de “Dormida”, el primer single de una nueva etapa en su carrera que, según la propia cantante, traerá noticias importantes. ¿Cuáles fueron esas noticias? ¡El teloneo a The Drums en su pasada por Chile! Qué mejor forma de subir el hype a todo lo que se viene en el futuro.
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