Live Review

Lucybell en Teatro Municipal de Santiago: Sónico terciopelo

Escrito por Felipe León
Fotos por Andie Borie

Pocas bandas en Chile pueden darse el lujo de realizar un concierto en un lugar tan histórico y emblemático como el Teatro Municipal de Santiago. Espacio que en sus casi 167 años de antigüedad ha recibido desde sinfónicas, pasando por operas, ballet o como está siendo más recurrente, conciertos de música popular. Precisamente, en esta última categoría entra Lucybell, quienes ayer jueves 18 de julio dieron el primero de dos conciertos agendados en dicho recinto.

En medio de una serie de conciertos que ofrecerán en varios lugares del país, bajo el nombre ‘Sesión 3000’, se alzó un espectáculo que en su proposición escénica e interpretativa resulta llamativo. No obstante, la sola mística del sitio terminó por brindarle un barniz especial al loable monumento que el trío erigió para la eternidad.

Flotar es caer

Como bien señala el título de «Flotar es caer», una de sus queridas piezas que apareció abriendo el bis más adelante en el show, la cualidad musical de Lucybell genera cierto trance en la audiencia. Más allá de una fórmula, es el acercamiento levitante con el que disponen variados estados anímicos, nutridos por un sentido etéreo tan vertiginoso como estimulante, que a fin de cuentas resulta único.

De cierta forma, las casi 2 horas y media de duración transmitieron esa esencia fluida y en caída libre, que a su vez cobija una calidez palpable en lo sonoro. Un aura calma, hipnótica, melancólica, y apasionada que persiste de principio a fin, sobre una especie de poemario de continuas pulsaciones, que reflejan el auspicioso legado construido en estas largas 3 décadas.

Sónico terciopelo amplificado por el excelente juego de luces que acompañó cada canción, y robustecido por la arquitectura de este aposento de lo simbólico; donde las grandes historias son contadas.

Las huellas de Lucybell

Claudio Valenzuela, Eduardo Caces y José Miguel Foncea son los portadores de una trayectoria a todas luces consagrada, pues en sus primeros 15 años aproximados lanzaron destacados discos constantemente. Cada uno aportando a la identidad de la banda, con temas que son parte del adn cultural de la música hecha en Chile.

Ya sea, evidenciando una profundidad psicodélica en canciones como la ya mencionada «Flotar es caer» o»Dame calma», o la siempre cautivante «Sembrando en el mar», parte del denominado ‘Disco rojo’. O bien, ofreciendo detalles paisajistas en «Ten paz», » Arrepentimiento», o de lleno rompiendo la calma con «Luces no bélicas», pertenecientes a un ‘Amanece’ que le tomó el pulso al cambio de milenio.

Por otro lado, el costado más directo fue ejecutado con gracia en «Salvame la vida» y «Mi propia cruz», o el combo «Fe» y «A perderse». Evidencia plena de la buena escritura de canciones de Lucybell, adaptables a momentos pausados o intensos.

Forjar un presente

Ahora bien, hubieron algunas sorpresas dentro del setlist, porque Lucybell aprovechó la oportunidad de mostrar música nueva, tras su último LP ‘Magnético’ (2017). De hecho, «No me olvides» de aquel álbum fue otro gran momento de la noche.

«Instinto», «Pez sin auxilio», «De este amor no sabrás huir» y «Tu espíritu» se titulan estas novedades, que dan cuenta de lo importante que es para la banda forjar un presente.

Por otro lado, capturar la magia del pasado siempre es bienvenido en instancias como esta. Así, «Solo crees por primera vez», «De sudor y ternura», «Cuando respiro en tu boca» fueron instancias memorables de la velada.

El final estuvo marcado por una triada de éxitos como «Carnaval», «Mil Caminos» y «Mataz». Las que no pueden faltar, claro esta. A estas alturas, son varias las que no entraron, lo que solo refleja el buen historial de composiciones a su haber. Hoy sonarán una vez más en el Teatro Municipal de Santiago.


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