Con más de diez años de carrera, tres álbumes de estudio y un cuarto listo para salir a finales de semestre, Fármacos se ha mantenido en el radar nacional e internacional gracias a un sofisticado y sensual sonido pop que evoluciona en cada lanzamiento. Este sábado la banda vuelve a Lollapalooza Chile, a casi una década de su primera presentación en el festival, esta vez con un setlist protagonizado por sus singles más populares.
En una conversación extendida, Diego Ridolfi, líder de Fármacos, habla sobre el proceso del nuevo álbum, la relación que tiene su música con la sensualidad y el regreso al escenario de LollaCL. Además, comenta acerca de su proyección a futuro, la vida en México y adelanta la fecha y el nombre del próximo sencillo.
«El oficio del músico es un trabajo de artesanía»
Diego, ¿cómo va el disco?
Bien. Ya en su etapa final de mezcla. Es un disco del cual he obtenido mucho aprendizaje, para mí es nuevo en muchas cosas que ni siquiera sé explicar. Cuando esté en su totalidad quizás lo entienda más pero es un disco en el que me sentí muy seguro haciéndolo, de una forma muy fluida. Ya va a salir, está pronosticado para que salga a finales del primer semestre.
Hace unos días dijiste, en otra entrevista, que este disco es totalmente distinto a “Manual de una Pérdida” (2021), al menos en “la intención y el espíritu de las canciones”. ¿Cuál es, entonces, la intención y el espíritu de estas nuevas canciones?
Yo diría que lo principal es lo que comentaba hace un rato: la fluidez con la cual se han hecho. Entender el oficio del músico, o del artista, o como quiera llamarse, que es un trabajo de artesanía. Para que una pieza te salga buena hay que hacer mil malas, o pulir mucho una. Antes yo tenía mucha aprehensión con las ideas. Si se me ocurría algo que tuviera una parte interesante velaba hasta el final por tratar de terminarla, pero mientras componía este disco como que me sentaba y dejaba fluir eso. Si a la canción la trataba, entre comillas, de mejorar o buscar su potencial y no lo encontraba, la desechaba y comenzaba de cero, y así.
Es el primer disco al que llego, antes de la producción, con un repertorio de canciones donde me podía sentar y decir “aquí hay 20 canciones, necesitamos 12”. Por primera vez podía elegir dentro de una totalidad de todo un disco. Esos son detalles que lo hacen diferente en espíritu. Más me cuesta definir, porque me pasa que todavía estoy muy adentro del disco y hay cosas que aún no sé definir tan bien en mi cabeza. Solamente que esa fluidez va a marcar algo importante para quien escuche el disco cuando salga, se va a sentir.
Cuéntame un poco: ¿Qué referencias, e influencias, tuviste en el proceso de composición?
Sería muy barsa decir que no tuve influencias, es imposible. Hasta la música de supermercado te está influenciando de alguna forma, sin querer escucharla. Claro, cuando salga y tengamos esta misma conversación escuchándolo track por track podríamos encontrar todos los referentes del mundo pero, sin temor a caer en lo pedante, o algo así, no es que no tuviera influencias, sino que escuchaba lo que estuviera escuchando en ese momento, que puede ser cualquier cosa muy variada, dentro de lo que pueda escuchar.
Me pasó, precisamente, que esa libertad de no tener condicionado el disco hacia algo permitió, o fue uno de los factores, que permitió al álbum tener esa fluidez de la que te hablaba. Por ejemplo, hay canciones que no tienen mucho que ver entre sí. Van a ver, cuando salga el single que viene el 4 de abril, que no tiene mucho que ver con todas las otras que han salido e igual van a convivir en el mismo disco.
«Creo que apelo a algo más sensual, quizás»
Hay algo que valoro y que me llama la atención dentro de la música de Fármacos: el tratamiento y la libre mención de la sexualidad, la sensualidad y el deseo. ¿Cómo defines la relación entre tu música y estos sentimientos?
Qué bacán la pregunta, una de las formas en que me lo sugieres es como dándole cabida a que sexualidad y sensualidad no es igual a sexo, o a acto sexual. Eso ya me parece interesante. Para mí, de una forma que puede sonar desde medio hippie hasta creo que científica, esa energía es de las más potentes que existen. Las religiones orientales hasta tienen un chakra asignado a esa energía, que es el chakra dos. No es que sepa tanto de eso, pero siento que en lo primitivo del ser humano es inherente, es inevitable que esté esa energía sexual.
Siempre me ha costado diferenciar un poco la sensualidad y la sexualidad a la hora de definirlas como temáticas de lo que uno habla. Yo creo que apelo a algo más sensual, quizás. En este disco sí te puedo mencionar algo más claro respecto a las letras. No todas las canciones tienen que ver con esa energía, pero en algunas cumplo un rol de observador, por así decirlo. No es como en otras canciones en las que el personaje puede ser esa persona que seduce, que desafía a una persona. Acá es todo el rato muy “la seducción, pero desde la observación”, casi como pidiendo permiso pero como si ese permiso fuera un acto de tentación, también.
La sensualidad es algo que se me da un poco porque mucha música que escucho habla de eso y para mí también siempre ha sido un tema. La sexualidad siempre ha sido un tema de buscar abordarlo, conocerlo y reconocerlo desde un lugar que no sea la banalidad con la que se suele entender el sexo, casi que sexo es igual a coito y ahí se resume. Creo que es un mundo muy poco explorado aún por el ser humano, mucho menos explorado por el hombre que por la mujer. Me parece un mundo muy infinito de conocer y de llevarlo a un ámbito que no significa solamente sexo igual acto sexual.
Lollapalooza 2024 y las ganas de «dar un show increíble»
¿Qué esperas del show que presentarán en Lollapalooza?
Con el tiempo me he ido sacando un poco las expectativas de la cabeza. Sólo espero hacer lo mejor que esté bajo mis manos y las de mi equipo, dar un show increíble. Ojalá haya mucha gente a esa hora y que también vayan personas que no conocen aún el proyecto, además del público de Fármacos, eso sería lo más hermoso. Para mí, lo interesante es que, diez años después de haber estado ahí, presento un show de singles. Desde el disco que estoy por sacar hasta singles del primer disco de Fármacos, todos fueron sencillos, entre comillas, elegidos por la gente. Es muy complaciente, por así decirlo.
Claro, y en contraste a la primera presentación que tuvieron en 2015, cuando solamente habían sacado un EP y un álbum de estudio.
Así es.
¿Cómo se siente haber pasado esta barrera de cumplir más de diez años de proyecto y tener un repertorio tan grande y popular como para llenar un setlist de canciones que son las “favoritas de la gente”?
Un orgullo, una felicidad, en primer lugar. Imagínate sentir que tus canciones cada vez van conectando con más personas. Para mí es algo con lo que soñé y sigo soñando toda mi vida y cada vez más. Desde la ingenuidad de ser niño y visualizar que me subía a escenarios a pasar a hacerlo. Primero desde ahí, desde ese amor hacia la música, súper agradecido. Lo segundo es que es un desafío, igual. Si en diez años resultó algo así, lo mismo debo entregar en el show.
Lo he dicho cuando me lo han preguntado en otras entrevistas, hay gente que me pide cosas de “Los Días Más Largos” (2013) y siempre digo “para eso está ese disco”. Si a alguien le gustó puede ir y escucharlo. Valoro mucho que les guste, pero eso de repetirse, al menos conscientemente, es algo que evito. Entonces eso es lo que me gusta, que puedo presentar un repertorio que es muy variado dentro de diez años en los que, en cada disco, he tenido una búsqueda distinta que se ve reflejada en esas canciones.
Nada, simplemente pienso que Lollapalooza es un resultado más de todos los que deberían seguir apareciendo y funcionando por simplemente el acto de hacer, de crear constantemente y trabajar tan dedicadamente a Fármacos. He trabajado mucho por todas las cosas que puedan suceder y vayan a suceder positivamente, hay mucho trabajo detrás para que las cosas ocurran.
Es un escalón más que hay que subir…
Me lo tomo como eso. Es como «ya, ahora subo este escalón. ¿Cuál es el próximo?». Estoy mirando mucho más allá de eso, qué triste sería que mi finalidad fuera subirme solamente a un Lollapalooza, ¿no? Para mí es como un peldaño de la dirección final que tengo en mi mente.
¿Y cuál es esa dirección final? ¿Hacia dónde te proyectas, pensando quizá en los próximos diez años?
Más que responder el detalle de mis sueños o deseos, el gran desafío que me propongo y creo a diario es que música tan alternativa, por así decirlo, como la que hago bajo Fármacos puede llegar a ser popular. Quizás no a los niveles de un Luis Miguel o Bad Bunny pero sí creo que puede llegar a ser muy popular si se proyecta en los lugares correctos, si se muestra ante otros escenarios y situaciones que no sean dentro de ese círculo que, al final, la misma escena cierra. De eso he estado convencido siempre.
Me alegra ver que en Fármacos, cuando veo al público sea en el país que sea, a veces te puedes encontrar con personas muy variadas, tanto en edad como en clases sociales. Cuando veo eso me sorprende mucho. Sé que Fármacos puede llegar a escenarios muy masivos y proyectarse para mucha gente desde un lugar especial y distinto a una vereda común.
La vida en México, el crecimiento personal y un pequeño spoiler
Hace poco cumpliste dos años viviendo en México. ¿Cómo has vivido este cambio de entorno y de escena dentro de la música? ¿Cómo ha sido el recibimiento en México?
Ha sido precioso. Obviamente hay bellos momentos y hartas dificultades. Lo que más me gusta de México es la gente, la energía que hay en la calle. Salir a un kiosco a comprar y ponerse a conversar con cualquier persona por cualquier cosa. Esa calidez y cercanía han sido muy terapéuticas para mí y lo aprovecho mucho. El año pasado toqué bastante, creo que en México se define, o se pone a prueba, el qué tan real es mi amor por la música. Lo digo por la serie de dificultades que me ha tocado enfrentar.
Yo decía que siempre evitaría subir solo a un escenario porque para mí Fármacos tiene que funcionar con más músicos detrás y me tocó, por cosas de recursos, plantear un show solo, mas no acústico. Ahí sí que no funciono durante un show entero. Eso me llevó a que pudiera tocar en 13 ciudades diferentes de México, subirme casi todos los fines de semana a un avión, y eso ha sido mucho aprendizaje y muchos desafíos.
Abandoné un país donde ya llevaba años desarrollando ese tipo de estabilidad muy difícil de conseguir y desarmé todo para irme a un país nuevo, por más que tuviera cierto público ahí. Ha sido un acto muy importante. Volver hacia atrás a repetir unas cosas que dabas por superadas, enfrentarse a eso y decir «lo tengo que hacer porque no me queda de otra» y lo tomo como un desafío. Eso, para mí, me ha nutrido como persona y como artista tremendamente.
Qué bueno que has tenido un buen recibimiento. Tocar en 13 ciudades, ¡wow!
Imagínate que en Chile casi no lo podría hacer, salvo que fuera una banda de cumbia o algo así, que pueden tocar en ciudades muy chicas porque es música muy popular. Acá era fin de semana tras fin de semana tocando y nunca había tenido ese ritmo en mi vida, casi sin parar al menos por dos meses. Es otro mundo.
Ya para ir despidiéndonos, Diego, haznos un spoiler. Cuéntanos el nombre de tu nuevo sencillo.
Ya, mira, no lo había anunciado ni siquiera pero ya está, porque ya va a salir. La canción se va a llamar “Besar”. Eso. No lo había dicho hasta ahora, pero es lo que puedo acercar del single que viene el 4 de abril.