Fotos por Diego Gamboa
Curiosamente todo el recinto se volvió una auténtica pista de baile… en toda orden de cosas
La mejor salsa del mundo llegó a las puertas del Movistar Arena. Junto a un rotundo éxito, Gilberto Santa Rosa concreta un espectáculo de primer nivel bajo el alero del «Auténtico», que lució los mejores pasos en la noche del 9 de marzo.
Apertura con cumbias
Una velada elegante se esperaba con el pasar de las horas, y qué mejor que dar el puntapié inicial con cumbias románticas. La agrupación «Ojos de Luna» fueron los responsables de dar inicio a esta fiesta bailable sin fin.
Más allá de que el recinto a un no se notaba con mucha audiencia, la agrupación interpretó en un plano más que prometedor. Buen sonido, buen manejo de voz y una buena orquesta eran lo suficiente como para comprender la pasión y las ganas por tocar en un Movistar Arena.
La noche del señor Gilberto Santa Rosa
En un abrir y cerrar de ojos el recinto se llenó por completo y la gran estrella se preparaba para su aparición. Tras unas pequeñas entrevistas con la prensa, su orquesta magistral hizo su aparición en la tarima generando así un bullicio estremecedor. Una entrada magistral acompañada con un opening instrumental que a roces hacía un ambiente íntimo muy particular.
No es menor, sorprendentemente este público se destacó por robarse el espectáculo a toda honra. Sin darle ánimos a la fantasía, cada canción que se tocaba, la voz de los asistentes se escuchaban mucho más fuertes que el propio Gilberto… realmente increíble.
«La Agarro bajando» fue el track que abrió los telones a una fiesta de salsa sin síntomas de finalizarse, y se empezaron a notar los cánticos bellos de una audiencia fiel. Cada movimiento de Santa Rosa lo hacían ganarse el apodo de «Auténtico»… o también el rey de la salsa.
Pistas y odiseas
Un show de otro mundo. Transportados por la instrumental más que prolija en sus acordes, las pistas de bailes se hicieron presentes con «Montón de estrellas» y «Cartas la mesa». Solo o con pareja, el objetivo final era tener la oportunidad de gozar el género de cualquier forma.
Fuese cantando o bailando, el resultado era el mismo. Cabe destacar un momento clave del show, es que tanto la banda como el propio artista eran los protagonistas de la noche. Su conversación arriba del escenario fue foco llamativo que conectó con éxito en los corazones de los fanáticos del puertorriqueño.
Obviamente que se notaban los profesionales en el asunto. Tanto las gradas como la cancha hacían pública sus habilidades en el baile… y sí, eso parecía, una salsoteca a toda honra de cosas en un recinto masivo junto al más grande de este género musical. Finalmente y después de unas cuantas palabras profundas, el maestro Santa Rosa se despidió con «Que alguien» y «Que manera».
Revisa la galería completa a continuación: