Escrito por Tomás Pérez y María Jesús Núñez
Fotos por Benjamín Neira y Tania Morello
En su décimo aniversario, el Festival Latinoamericano de Artes y Música, presentó una parrilla compuesta por tanto artistas de renombre, como también por nuevos sonidos y propuestas, donde apostó por la mezcla perfecta entre los sonidos que dan carácter e identidad a gran parte de Latinoamérica y su gente. Repartiéndose no sólo entre artistas y sonidos chilenos, si no que, apostando por una rica multiculturalidad que se decantó en un sinfín de géneros.
Shirel: Una mezcla de nuevos aires
Shirel fue la encargada de dar luz verde al inicio del Frontera Festival , con un espectáculo lleno de luces, desplante y personalidad, la intérprete de “Romper Platos” ofreció una presentación del alrededor de 40 minutos, en donde abarcó gran parte de sus éxitos actuales, pero también dió lugar para sorpresas, al presentar en vivo su más reciente sencillo “Te Solté”. Un “show de brunch” en palabras de la propia artista, un “desayuno” completo, con éxitos como “Xq no el amor?”, un espectáculo para comenzar a elevar la jornada de sábado en un Movistar Arena que recién comenzaba a abrir sus ojos, llenar sus asientos y ocupar sus espacios.
La propuesta de la artista la lleva a combinar sonidos pop con toques de diferentes géneros y ritmos latinoamericanos, convirtiendo su show en una oferta ideal para descubrir nuevos sonidos y atrapar a la gente con propuestas fuera de lo común, arriesgándose con mezclas claramente fuera de una zona de confort. Así mismo, esta intención fue destacada por parte del público, integrándose en esta ruptura de rutina en cuanto a sonidos, entregando un cautivador acto de apertura.
Dj Who: Si es Chileno, es Bueno!
Dj Who brindó un espectáculo visual y sonoro del más alto calibre en cuanto a electrónica y derivados se trata, poniendo sobre la pista toda la experiencia adquirida en sus casi 15 años de experiencia como artista solista. Aprovechando la poca luz presente en el escenario y en general, en el Movistar Arena, el Chileno hizo un perfecto uso de luces al ritmo de los beats presentes, intercalando estas mismas con la presencia de lasers y proyecciones que atravesaban el recinto de punta a punta. La suma de estos elementos invitó al público a caer en pasos de bailes y danzas provenientes de toneladas de EDM por parte del músico. Conectando a los presentes con sus impulsos más viscerales, convirtiendo la cancha del Movistar en una pista de baile, pero más aún en una verdadera fiesta tech.
Aprovechando este vínculo ya creado y establecido a partir de los instintos más puros del público, Dj Who subió al siguiente paso, darle forma a esa conexion a partir de los sonidos presentes en la cultura chilena, tanto en el dia a dia como en carretes y fiestas, por eso mismo es que poco a poco las mezclas del DJ fueron incorporando elementos del Reggaeton antiguo, ese sonido tan arraigado y preciado por el público chileno, prueba de aquello, por ejemplo, fueron remixes con temas del dúo Plan B. Elevando el ambiente no solo a una presentación y fiesta de tech, sino que convirtiéndolo en un momento de disfrute y goce en perfecto equilibrio, una presentación con sonidos y ritmos actuales pero con elementos de antaño.
Plumas: Rock/pop explosivo uniformado de azul
Plumas, una de las bandas más recientes del circuito chileno y en la escena rock-pop, se presentó también para dejar en claro sus intenciones de aquí a futuro. Con un corto trayecto recorrido desde 2021, la banda comandada por los hermanos Zicavo se encargó de implantar su explosivo sonido en cada uno de los asistentes del festival. Quienes a viva voz cantaron sin parar cada uno de los temas interpretados por la banda, aprovechando de recordar su primer álbum de estudio, y el más reciente lanzamiento por parte de Plumas, “LA WEA”.
Una energía única fue transmitida a través del poderío presente en cada uno de sus sonidos, comenzando a agitar las aguas desde el primer minuto. La compenetración entre cada uno de sus miembros dinamitó los ánimos del público, tentandoles a sacar su faceta más salvaje y eufórica, con meneos de cabeza, saltos y poderosos cánticos a medida que transcurría el show. Y es que las proyecciones en pantalla para acompañar la presentación, mostraban elementos estéticos característicos de la banda, los que se adecuaban al material que era interpretado en cada momento, una linda puesta visual que acompañó una presentación revitalizadora para el público, encontrándose nuevamente con ese rock pesado y ágil que tanto encantaba a generaciones.
Javiera Mena: La divinidad de la cultura pop
Sobre el escenario un teclado inclinado, todo el mundo sabía de quién se trataba, como si fuese un secreto a voces, a pesar de que los horarios ya “spoileaban” su presentación. A pesar de aquello, el arribo de Javiera Mena al escenario principal del Frontera fue motivo suficiente para que el público estallara en felicidad y ovaciones. La autora de “Esquemas Juveniles” apareció con un brillante blazer junto a su banda. Los agradecimientos entre las dos partes se dieron desde el primer momento, dejando en claro el respeto y la devoción presente entre artista y público. Y es que, como no va ser así con una de las estrellas de la música pop chilena, cuyo recorrido en la escena ha sido transversal a través de épocas, edades y géneros musicales.
Prueba de esto fue el canto ensordecedor proveniente del público, que se rindió ante todas las canciones interpretadas por la artista. Recordando pasos por su carrera, la presentación incluyó algunos de sus más grandes éxitos como; “Yo no te pido la luna” u “Otra era”, momentos en los que el movistar se transformó en una verdadera fiesta del pop. Cantos y bailes por doquier eran evidencia suficiente para aterrizar el impacto producido por la cantante. Sumado a esto, la referencias visuales a sus trabajos aportaron también como ingredientes para elevar el momento, ya que Javiera vistió los clásicos lentes provenientes de “Otra Era”.
No solo momentos de recuerdos y fiesta se vivieron durante la presentación, ya que Javiera Mena dio espacio para mostrar su más reciente material, “Nocturna”, lo que fue bien recibido por el público al saberse gran parte de las letras proveniente de las canciones del proyecto. Además de esto, y de que no solo se vive de fiesta, Javiera se dio el tiempo de mostrarle al público momentos más íntimos también, abordando de manera acústica ciertas canciones, las que desbordaban emocionalidad y sentimiento. Con una presentación de un poco más de una hora, una de las artistas más grandes del pop chileno, cautivó, conquistó y festejó junto a cientos de fanáticos que ansiaban verla nuevamente en uno de los escenarios más importantes del año.
Cómo asesinar a Felipes nos llevó fuera de lo común con su faceta Hip-hop alternativa.
Cómo asesinar a Felipes brindó un espectáculo que encontró su encanto en lo desconocido y poco convencional, desde sus elementos sonoros hasta su interpretación como prosa, entregaron un cautivador interés a lo largo de su hora de presentación, manteniéndose siempre en una zona de ambiente lúgubre y melodías lentas. Este ambiente se vería potenciado por elementos escénicos como la carencia de luz propia del recinto y algunos focos de luz tenue teñidos de rojo, los que en un constante parpadeo entregaban y transmitían una oscuridad controlada, creada para transmitir misticismo y contemplación.
La interpretación de la banda incorporó ciertos elementos orgánicos que contribuyeron a una constante construcción de sonidos, dejando de lado las pistas más convencionales y apostando por elementos sonoros del jazz y el rock, que con el hip-hop entregaban una relación simbiótica de sonidos. La relación entre mensajes provenientes de las letras, sumado a una realidad social consecuente, entregaron ese aspecto más crudo y característico del género, por lo que la mezcla de elementos líricos y sonoros, terminaron construyendo un encanto duradero que poco a poco se iba robusteciendo.
Flotando nos dejó el show de Fran Valenzuela
Una de las más esperadas del día fue Francisca Valenzuela, así se vio reflejado en el Movistar Arena cuando más de la mitad de los presentes estaban volteados hacia su escenario -mientras aún seguía CAF en el escenario 2-.
Con un top negro, una mini falda gris brillante y unas botas vaqueras metálicas del mismo tono de su falda entró al escenario con su nueva canción “¿Dónde Se Llora Cuando Se Llora?”. En medio de la ovación la artista movió a toda su fanaticada del Movistar Arena, destacando que sin ellos nada habría sido posible. “Hemos crecido juntos en esta carrera” comentó la artista en relación a su nuevo Álbum: Adentro. Un total de 11 canciones posee su nuevo álbum, de las cuales cantó 3 de ellas en el Festival Frontera: “¿Dónde Se Llora Cuando Se Llora?”, “Continente” y “Adentro”.
Sin embargo, su presentación no se abstuvo de sus canciones más icónicas que hizo cantar y bailar al público, como: “Qué sería”, “Afortunada”, “Peces” y más. El ritmo pop de Fran Valenzuela nunca pasa de moda y así se vio demostrado en el festival, ya que su presentación permitió casi llenar la cancha del Movistar Arena. Francisca Valenzuela no es ella sin su piano, y así se ve reflejado con la destreza y manejo sobre este, el cual forma parte de su performance. Su posición coqueta con una pierna hacia atrás mientras mueve su cabeza al tocar, hace derretir al público presente el cual le grita con aclamación.
El show estaba por terminar y la gente pedía más y más. “Tenemos otra más para ustedes, y esta es una de mis canciones favoritas” dice la cantante mientras empieza la pista de “Buen Soldado”. De esta forma termina su presentación en medio de una gran ovación de los presentes. El compromiso y simpatía de la artista permite resultados como este.
Alex Anwandter: Sábado con sabor a viernes
Acto seguido en el escenario 2 se presentó Alex Anwandter, el cual aprovechó de deslumbrar al máximo por el público ya presente. Su estilo electropop y rock alternativo provocó una sensación de calma y ritmo interno, esto se reflejó en el público presente que se tambaleaba de lado a lado bailando como para sí mismos. Una combinación de lo tecno, romántico y desenfrenado fue la presentación de Alex. Canciones como: “Tatuaje”, “Tormenta”, “Siempre es viernes en mi corazón” y más formaron parte de su performance.
Público de todas edades y estilos estuvieron presente en su show. Puede que este estilo no sea para todos, pero la voz y sutileza del cantante hizo que se sintiera para todos, moviendo el cuerpo del público al unísono y coreando sus canciones más reconocidas. Pero sí que tenía fans presentes que se movían con desenfreno ante su presencia, dando como expectativa que su música se puede moldear al gusto de cada uno de los presentes.
Cultura Profética: La música debe tener alma
Con un retraso de más de 15 minutos se presentó Cultura Profética, en un comienzo el ambiente era hostil, rodeado de pifias. Pero en cuanto se presentaron, el público comenzó a juntarse y a “prenderlo”. Fue con olor a hierbabuena que se desarrolló la presentación del grupo originario de Puerto Rico, quien su vocalista Willy Rodríguez declaró sentir algo muy especial con Chile. “Es increíble la conexión que tenemos con Chile, siempre nos reciben con cariño”, comenta.
Al sazón caribeño y al ritmo del reggae el público se vio envuelto en su propio mundo, bailando con sus parejas o simplemente para ellos mismos, en donde se destacó y prevaleció una especie de comunidad muy fuerte frente a Cultura Profética. Willy se tomó varias intervenciones para hablar con el público, esa personalidad tranquila pero con mente crítica es lo que sin duda lo hace destacar aún más, permitiendo reflexionar al público sobre la industria musical actual. “Ahora todo está hecho con IA y suena todo perfecto, pero eso no tiene alma, por eso nosotros intentamos entregarles algo con alma, con amor” comenta.
Entre sus canciones del show estuvo: “Herida mortal”, “Ilegal”, “Fuiste cruel” y más. El amor incondicional hacia sus fans hizo notar la confianza entre estos, especialmente cuando el artista comenta que “la música debe tener alma, lo demás es puro negocio. Yo estuve escuchando este pop de Tokio, K-pop que se llama y es bueno hay para todos los gustos, pero suena perfecto y sin alma”. En eso sale un fan del público y comenta “una mierda”. Willy se ríe y dice: “Yo no quería decirlo”. La confianza, simpatía y autenticidad del grupo permitieron una noche rodeada de humo con música del alma.
Bomba Estéreo nos teletransportó al caribe colombiano
El grupo colombiano tuvo la oportunidad de cerrar el Festival Frontera con un digno show de su performance, a decir verdad, el mejor del día. Hongos neones, flores de colores, y un vestuario radiante formaron parte de la escenografía. Bailarines increíbles que se desplazaban a lo largo del escenario con todo el sabor colombiano. Bomba Estéreo hizo bailar a los chilenos con todo furor y energía.
La vocalista Li Saumet se mostró como pájaro en su hábitat, a un ritmo completamente natural y sin forzar creó un vínculo especial con los invitados presentes, haciéndolos formar parte del show. La artista se bajó del escenario y caminó por la zona que la divide con el público, dándoles la mano y cantando al ritmo de “To My Love” dirigiendo el micrófono hacia los presentes.
Sin duda el cierre se transformó en una fiesta psicodélica, con las luces neones, los efectos de sonido y la inquebrantable voz de la vocalista. Su show permitió ver la esencia de Colombia en su versión electrónica, cumbiera y alternativa. Las canciones que formaron parte de este cierre del Festival Frontera fueron: “Romántica Chapeta”, “Me duele”, “Ojitos lindos” y más. Eran alrededor de las 23:40 de la noche y la fiesta seguía en el Movistar Arena, hasta que llegamos al final del show con la canción: “Soy yo”. Más de una hora de concierto permitió a los presentes teletransportarse al caribe colombiano.
Fotos de Bomba Estéreo, Alex Anwandter, Francisca Valenzuela y Como asesinar a Felipes por Tania Morello.
Fotos de Shirel, Javiera Mena, Plumas, DJ Who y Cultura Profética por Benjamín Neira.
