Live Review

Christian Scott en Chile: Rimbombante expresión

Escrito por Felipe León
Foto por Pedro Downey

Una noche mágica para estimular los sentidos se vivió la noche del 1 de octubre en Club Chocolate, gracias al espectacular concierto que Christian Scott brindó en tierras locales. Simbólico encuentro con el incombustible imaginario que viene cosechando el artista en casi 20 años de carrera.

Un poco antes del concierto, el encargado de iniciar la velada fue el saxofonista Edén Carrasco, que a través de secciones improvisadas evidenciaría su gran destreza y manejo.

Ya a eso de las 21 horas haría ingreso el respetado compositor Christian Scott, en compañía de un selecto número de músicos que ayudarían a forjar la experiencia. Bajos, percusiones, guitarras, y por supuesto, el distintivo toque de aTunde Adjuah y su trompeta. No hacía falta más.

El rimbombante encuentro entre el jazzista de New York y el público chileno se realizó en completa calma. Aunque la atención y la tensión generada por el artista fue demasiado notoria, algo imposible de obviar. Es en parte, este dramatismo lo que le da el carácter al artista, o parte importante de este.

Pues, si bien su propuesta radica en el sentir, en el dejarse llevar, hay ciertos elementos que dinamizan mucho más todo. En ese sentido, los fundamentos del post-bop son la base, pero la interacción con influencias más modernas a través del jazz fusion, termina germinando algo nuevo y a ratos, escandaloso.

Christian Scott es sobre todo un pensador. Solo que la inteligencia emocional que respira su música parece ser el método de creación que mejor le acomoda. Así, anclando su set hacia su reciente obra, Bark Out Thunder Roar Out Lightning (2023), el músico rescató la herencia africana desde una mirada situada en el hoy, donde las influencias al soul o hip hop se percibieron de forma leve, pero clara.

Por lo mismo, la convivencia que se generó en el Club Chocolate entre cortes como “Bark Out Thunder Roar Out Lightning” o la tremenda “Diaspora”, hizo aún más factible la experiencia. Sumado al despliegue de los instrumentistas que aportaron de buena manera, a todo el desarrollo del concierto. No es fácil pararse al lado de un genio como Christian Scott, y digámoslo: estaban en la misma sintonía.

Al igual que el público, que disfrutó, conectó y aplaudió el memorable show del jazzista. Sobre todo cuando sonó “West of the West” de su venerado disco, Stretch Music (2015). Momento grabado en la memoria de la gente. Bueno, todo el concierto en verdad. Un honor lo de Christian Scott.


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Christian Scott

Edén Carrasco

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