Disco de la semana
Se podría decir que el jazz es un tipo de música donde es difícil innovar. Una tradición musical que cuenta con más de 100 años de existencia, con una influencia que se percibe hasta estos días en otros tipos de música que conservan su esencia, o incluso de manera directa en videojuegos, cine, y por supuesto música. Por lo mismo, vale la pena recalcar las propuestas locales que existen (o han existido), más aún nombres que buscan hacer algo novedoso. Como es el caso de María y los Templos que finalmente estrena su álbum debut, La Prenda.
El arte como medio de expresión
El proyecto liderado desde 2019 por María Segú nace con una clara intención de llevar el jazz por nuevos caminos. Afirmación un tanto simplista para un tipo de música donde la improvisación, complejidad, y el “dejarse llevar” lo es (casi) todo. Sin embargo, esto hace mucho sentido al percibir el material con el que está compuesto el disco, inclinado hacia una visión sustantiva del arte como medio de expresión.
La propuesta de María y los Templos se nutre de diversas influencias sonoras, a partir de un interés genuino permeable con el contexto que rodea a La Prenda. Lo hace desde su interior mismo en sintonía con temáticas relacionadas al amor, el conflicto o la soledad. Pero también responde a otros estímulos que vienen de afuera, como es el caso del folk y rock principalmente.
María y los Templos pieza a pieza
Pero lejos de brindar un acercamiento obvio o forzado, María y los Templos se la juega con generar un viaje por sus ocho canciones, donde cada pieza navega desde sus propias inquietudes. Al principio con “Nona” genera un escenario espacioso inerte de movimiento, donde se despliega una interpretación sigilosa y misteriosa, en una especie de unión entre el post-rock y el dark jazz. Para luego ofrecer el dramático corte titular anclado a ciertos principios del art rock y post-bop.
Lo mismo sucede con “Perdona la demora” y “Rompe el arpa”, que se mecen entre el folk con momentos cercanos a lo avant, o incluso con vestigios a la nueva canción chilena. Piezas que responden a un sentir fulminante. Con sensaciones más experimentales en la vertiginosa “Aspirina”, o el profundos en el ambient de progresivas insinuaciones electrónicas de “Qué es sino el delirio”.
María y los Templos conduce sin prisa por La Prenda, pero con una urgencia que para el final del disco cosecha una inspiradísima canción como “Furia de la Furia”. Apasionada y memorable pieza de melosa ejecución, amparada por ciertos aires al cool jazz más relajado y suave. Para finalizar con una versión alternativa de “La Prenda”, que hace de la búsqueda el sentido de su existencia, logrando con creces cerrar un trabajo ambicioso en la forma de presentar sus expresiones.
Por Felipe León
Escucha La Prenda
Por María y los Templos
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Prensa por Flotador
Voz, Guitarra y composiciones: María Segú
Teclados: Camilo Aliaga
Bajo: Jorge Vargas
Batería: Edzon Maqueira
Sintetizadores y viola “Nona” y “Perdona la demora”: Valentina Maza
Saxofón tenor: Claudio Rubio
Guitarra “La prenda Dúo”: Nicolás Vera
Ingeniero de grabación: Jorge Esteban
Masterización: Chalo González
Estudio de grabación: TOC música
Arte de portada: @belenabels