Live Review

Ghost en Chile: La liturgia más grande de todas

Escrito por Juan Pablo Ossandón

Fotos por Alejandra Besoain

 

La posición de Ghost en el panorama músical es un fenómeno único en toda su clase del que podría estar discutiéndose por horas. Después de todo, que una banda de heavy metal nacida en 2010 sea capaz de hacer sold out con facilidad recintos inmensos como el Movistar Arena –así como otros venues alrededor del globo–, es en sí muestra de que las generaciones actuales están viendo el crecimiento constante y exponencial de uno de los nombres más grandes del rock.

Después de todo, articulando distintas triquiñuelas como una estética fuerte, trabajada y melodramática, asi como el enigma del anonimato, fueron capaces de hacer que el mundo pusiera su atención sobre el Papa Emeritus y sus Nameless Ghouls. Un éxito explosivo que les trajo a Chile en tres instancias: como acto de apertura en Estadio Nacional de SlayerIron Maiden en 2013, en Teatro Caupolicán en un show en solitario en 2014, y en Lollapalooza 2016.

En ese sentido, tras una brecha de 7 años que contempló el lanzamiento de 2 discos, EP’s, singles, fenómenos virales y una pandemia de por medio, todo indicaba que esta velada, la del 27 de septiembre en Movistar Arena, sería especial.

Los encargados de abrir la jornada fueron la banda insigne del metal extremo chileno por excelencia, Pentagram, quienes se enfrentaron a un público de una demografía compleja. Desde el metalhead acérrimo y entregado, hasta familias completas (con niñas y niños bastante jóvenes incluso). Sin embargo, Anton Reisenegger y los suyos demostraron a punta de oficio el porqué son de los grandes nombres del metal chileno. De ahí que temas como «Fiura» y «Profaner» consiguieron hacerse con la atención de un público incrédulo, en especial con aquellas almas entusiastas que hervían en saltos y ovaciones para la agrupación, que terminar por cosechar aplausos prolongados tras la inmortal «Demoniac Possession».

Antes de entrar al detalle de lo que fue la presentación de los suecos, me gustaría darme un momento de apreciar el momento previo. Muchas bandas de rock y metal con historia llenan estadios, algunas con mejor transferencia generacional de público que otras, pero la marca de espectáculo de Ghost claramente persigue la grandilocuencia de nombres como KISSIron MaidenMetallicaGuns N’ Roses. Es un hecho que todas esas bandas siempre tienen congregaciones de lo más diversas, y manteniendo las proporciones y el contexto propio del tema, Ghost fue capaz de juntar a varias generaciones el día de ayer. ¿Por qué detenerme en eso? Porque los suecos mostraron un público con jóvenes, adolescentes, infantes, adultos y adultos mayores (y en proporciones equilibradas). No cualquier nombre es capaz de lograr algo así hoy en día.

Y bueno, desde el minuto 0 con «Imperium» sonando en los speakers, el telar blanco que ocultaba las siluetas y visuales eclesiásticas encendió rápidamente la ansiedad y entrega de una audiencia que coreó cada verso y estribillo de «Kaisarion», evidenciando el excelente recibimiento que tuvo ‘IMPERA’ (2022). La brillante chaqueta del Papa Emeritus y las marcianas máscaras de los músicos relucían bajo un manejo escénico que sabía de todo tipo de definiciones de espectacularidad. Con esa premisa, que el Movistar Arena se viniera abajo con saltos al ritmo de «Rats» era del todo lógico –y sumamente fascinante–.

El increíble y escabroso ‘Meliora’ (2015) tuvo su primera aparición con «From the Pinnacle to the Pit», que bajo su paso ceremonioso como vertiginoso, selló el hechizo en el que cada asistenté cayó –por voluntad propia–. Con esa paleta de colores, oscura como penumbrosa, los tonos brillantes de «Spillways» convocaron un mar de voces que armonizó a la perfección con los designios líricos de Tobias Forge.

Tras un forzado y breve receso para resguardar la seguridad del público más cercano a las rejas frente al escenario –preocupación compartida tanto por producción como la banda–, las sombras absorbieron los intensos rojos en «Cirice», uno de los temas más icónicos de la banda y que mostró su versatilidad para habitar cada parte del espectro del metal y el rock. No había cuerda vocal que se mantuviese inactiva en las frases «I can feel the thunder that’s breaking in your heart, I can see through the scars inside you«. El momentum combustionó en la agresiva «Absolution», que en sus cadencias de horror hacía saltar y sudar a toda la congregación de individuos.

El estatus de «Ritual» como el primer gran éxito de los suecos se percibió desde el primer riff, en el que los tópicos sacrílegos y blasfemos se apoderaron de uno de los coros más ruidosos de la noche, desatando el caos. En este punto ya estaba clarísimo que Ghost seguirá y seguirá creciendo, y es que un tema tan nuevo como «Call Me Little Sunshine» fuese coreado con tanta vitalidad, como si se tratase de un hit con décadas de vida, terminaba por plasmar la devoción por los suecos. De otra forma, ¿cómo serías capaz de hacer que más de 16.000 personas cantasen los versos en latín de «Con Clavi Con Dio»?

 

Tras «Watcher in the Sky», el escenario en un profundo y palpitante rojo, y el Papa vistiendo una negra casulla, llegaba uno de los momentos cúlmines con «Year Zero», la canción más provocadora y derechamente blasfema, con un appeal viral que se notó en los saltos incansables y en un público que no dejó palabra sin corear, totalmente hipnotizado por las llamaradas del escenario. Escalofríante y sublime, realmente. Y tras tamaño hito en el show, la premonitoria «Spöksonat» dejaba entrever como the Children of Chile caería rendido ante los acordes y arpegios de «He Is».

La fiesta absoluta siguió con la instrumental «Miasma» del ‘Prequelle’ (2018), que se robó la película con el solo de saxofon del Papa Nihil, que formaría rápidamente un exquisito nexo con «Mary On a Cross», invocando las voces más altas de la noche, entre sonrisas y rostros incrédulos. Así, «Mummy Dust» mostró la faceta más peligrosa y violenta de la noche, extrayendo los instintos más primales de cada quien.

Así, el Papa Emeritus se toma un instante para apreciar la entrega del público, recordando las tres fechas que les trajeron anteriormente a Chile, y agradeciendo a técnicos y staff de seguridad por su labor en este magnífico show que no dejaba detalle al aire. Y vaya que se notó, de otra forma, una pieza como «Respite on the Spitalfields» no habría alcanzado todo su potencial.

Así, el encore fue un clímax continuo de más de 10 minutos, con «Kiss the Go-Goat», «Dance Macabre» y «Square Hammer», mostrando que nadie estaba cansado en lo más mínimo, dejándose atrapar entre el confetti, los coros infecciosos y un espectáculo de primerísimo nivel que encantó a todos. Así las cosas, no falta mucho tiempo para que Ghost haga camtar estadios completos en nuestro país con sus himnos sacrílegos, y no podemos esperar a que eso pase, ya que es uno de los mejores shows que están dándose en este planeta.

 

Setlist:

  1. Imperium
  2. Kaisarion
  3. Rats
  4. From the Pinnacle to the Pit
  5. Spillways
  6. Cirice
  7. Absolution
  8. Ritual
  9. Call Me Little Sunshine
  10. Con Clavi Con Dio
  11. Watcher In The Sky
  12. Year Zero
  13. Spöksonat
  14. He Is
  15. Miasma
  16. Mary On A Cross
  17. Mummy Dust
  18. Respite On the Spitalfields
  19. Kiss The Go-Goat
  20. Dance Macabre
  21. Square Hammer

Revisa la galería completa a continuación:

Juan Pablo Ossandón

Director de Expectador.

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