Cradle of Filth en Chile: Pulsiones nocturnas

Escrito por Juan Pablo Ossandón

Fotos por Juan Manuel Hernández

Cinco largos años tuvieron que pasar para que se materializara el retorno de Cradle of Filth a tierras chilenas. Y es que los cientos de fans del conjunto británico se hicieron notar efusivamente agotando todas y cada una de las entradas a su presentación en Club Blondie, dando cuenta de trascendencia y vigencia de forma sólida al día de hoy.

Casi como una suerte de premonición, o una mera coincidencia, el día que albergó la llegada de Dani Filth y compañía definitivamente resultó ser frío –y con lloviznas en distintos sectores de Santiago–, a diferencia de los calurosos días acontecidos anteriormente. Un plus sin duda, sentando la tónica previa de lo que sería una noche lúgubre en la que nadie fue capaz de resistirse a sus pulsiones nocturnas.

Quienes tuvieron la tarea de abrir el show fueron los mexicanos 8 Kalacas, agrupación cultura de una particular propuesta que, anidada en las fortalezas del metalcore más urgente, colorea sus horizontes con el ska y sus elementos distintivos, en donde los ritmos latinos y los vientos fueron fundamentales. De esa forma, fueron 45 minutos en que temas como «Garras», «Masoquismo» y «Fronteras» rompieran el hielo con temas desafiantes y sumamente coloridos, que terminaron por encantar gracias a su carisma inherente.

En cuanto a lo de Cradle of Filth… Bueno, fue descomunal. Y es que el compromiso de los británicos por mantener dosis equilibradas y consistentes de teatralidad y brutalidad, permitió ayer, de forma especial, que un set tan completo y variado como el que se mandaron fuese totalmente redondo. Después de todo, su vasta discografía está repleta de éxitos y temazos por doquier, por lo que esta tarea pueda ser un tanto dificultosa. No obstante, tanto los fans acérrimos, nuevos, y old school, quedaron totalmente complacidos.

¿Por qué? Bueno, el panorama discográfico de la agrupación es extenso y sumamente complejo. La etapa dorada y creativa de los ’90 y el despegue comercial de los ’00 son tan sólo dos de los rostros más prominentes de la maquinaria lujuriosa que es Cradle of Filth, motivo por el que el ir y venir entre eras con «She Is A Fire» o «Cruelty Brought Thee Orchids» fluyó de lo más parejo, animando a las almas más valientes a deshacer los impulsos agresivos en el circle pit, o bien, hechizando a las almas más tranquilas en procesos catárquicos.

Además, y por sobre todas las cosas, la vasta complejidad que habita las composiciones de la banda, termina por relucir con interpretaciones vigorizantes en donde el demente rango vocal de Dani Filth se alza como la cereza del pastel. Con agudos deslumbrantes, y tonos bajos cavérnicos, la locura llegaría rápidamente a su punto de ebullición con la viciosa «The Principle of Evil Made Flesh» –o acto seguido, con la sorpresa que fue «The Twisted Nails of Faith»–.

Sin embargo, aún dentro del vertiginoso prisma que baña gran parte del set, agresivo y adictivo en su desplante, el rostro más melódico y melodramático también sería un punto cúlmine: «Nymphetamine (Fix)», que, atrapante y seductora, invocó el mar de voces más claro y grandilocuente de la jornada. Momentum que, un par de temas después, azotaría la pista con un clásico combustible, «Dusk and Her Embrace».

El carácter demencial y exigente en todos los niveles que fue la última tanda de canciones fue apoteósico. Sin piedad ni misericordia, sin tapujos ni mediaciones, «Gilded Cunt, «Born in a Burial Gown», y, sobre todo, «Her Ghost in the Fog» y «From the Cradle to Enslave» fue un manifiesto contundente del sinfín de caras que permite el black en sus aristas más melódicas y sinfónicas. Tal fue la versatilidad que, cada individuo que se encontraba en el recinto debía entregar sudor y sangre para ser capaces de procesar adecuadamente tamaña vorágine.

Que no demore tanto el regreso, porque su historia está a años luz de terminarse.

Setlist: