NATALIE PRASS – THE FUTURE AND THE PAST
Desde la simbólica portada haciendo alusión a las sufragistas de los 60 hasta el contenido mismo de su obra más política, Natalie Prass sacude su propio nicho artístico cargado de la desilusión amorosa, para dar cabida a una serie de reflexiones sobre el estado actual de un país como Estados Unidos. The Future and The Past triunfa por su dualidad, entonando rabia y delicadeza, a la vez que nos muestra una rica complejidad en cuanto al lado más musical, sonando en todo momento vibrante y necesario.
KANYE WEST – YE
El disco menos inspirado y burlón de si mismo, es también un extraño momento en el cual Kanye West parece recuperar cierta vibra en la producción: la que le hizo conocido. Ye es una lata, digámoslo, al lado de trabajos como Life of Pablo, parece ser un desperdicio de aliento y minutos. Es lento, avanza de a poco, un tanto desordenado y poco coherente, pero siendo positivos, en medio de toda esa paja molida, encontramos algunos momentos de alto impacto que nos terminan salvando el día. Desde la intimidad misma, su actual estatus de gurú, las reflexiones con cabidas más políticas y actuales, el fascismo detrás de sí, las incontables máscaras para contarnos cosas; Kanye acude a todo esto, desde una mirada mucho más cercana a la integridad misma que a las canciones. Es solo un largo soliloquio repleto de buenos samples de Soul y R&B, en donde West pierde terreno, y a la vez, se recupera a si mismo. Un paréntesis quizás en una carrera musical que por primera vez, se ve vapuleada. Se lo está comiendo el personaje, aunque no negaremos que los dos últimos temas son tremendos.
FATHER JOHN MISTY – GOD’S FAVORITE CUSTOMER
Una de las constantes críticas a la música actual, es la falta de identidad y personalidad a la música, cosa que no estamos del todo de acuerdo pero que entendemos. Para todos ellos aquí les va algo tan natural y propio que no podrán hacerle el quite. God’s Favorite Customer de Father John Misty, se viste de gala en una obra ambiciosa, ingeniosa, con un selecto abanico de géneros que van desde las reminiscencias Folk de siempre, hasta un Rock suave con ganas de declarar verdades. No es que se aleje demasiado de sus antecesores, pero acá J. Tillman agudiza y profundiza su espectro más personal, y se abalanza contra nosotros a través de un puñado de tremendas canciones.
ANDRÉS REVECO – VOLCÁNICA
Andrés Reveco acude a su amplia gama de sonidos, para deleitarnos con un álbum dinámico y bastante comprometido con los sonidos Latinoamericanos, y todas sus vertientes actuales. En Volcánica nos encontramos ante un compositor inquieto y dispuesto a todo, en donde las influencias van y vienen en un resultado que parece ser absolutamente mágico. Ojo que trae harta colaboración.
ONEOHTRIX POINT NEVER – AGE OF
Si bien Daniel Lopatin musicalizó de una manera maestra la cinta Good Time el año pasado, este 2018 se ha ganado un lugar selecto dentro de lo más relevante en materia musical y en la electrónica más inteligente. Hay un salto, quizás no tan al vacío, más bien a modo resumen, acerca de todas las experiencias acumuladas en más de 10 años de carrera, en donde encontramos este Oneohtrix Point Never envuelto en una obra mucho más accesible y digerible, con hartas manos amigas (James Blake, Anohni), que impulsan todavía más ese talento nato de Daniel a la hora de componer verdaderas revoluciones ambientales y experimentales. Un viaje sintético por la mente de uno de los mejores y más relevantes exponentes musicales de la electrónica actual.
PRISMÁTICO – VÍA NÁUTICA
Mucho Pop veraniego ya, era hora de algo más acorde al frío, sin quitarle la vista a los ritmos más adictivos que el Pop nos ofrece. Es el primer larga duración de Prismático, banda que forjó ese lejano 2014 su primer Ep y que regresa con muchas cosas que decir. Se nota la evolución, sin menospreciar para nada su Ep, más bien hablamos del crecimiento de una propuesta muy bien ensamblada bajo la tónica de fortalecerse musicalmente, sin sonar vacíos ni mucho menos maqueteados. Vía náutica es una forma de escapar hacia lo desconocido de una propuesta anímicamente responsable de uno de los mejores momentos que van este 2018 en materia nacional.
TANCRED – NIGHTSTAND
A pocos segundos de haber iniciado Nightstand, se convierte rápidamente en un trabajo a escuchar para los amantes de ese Indie más alternativo, Pop y radial. Tancred se gradúa velozmente como una apuesta que se sabe validar por si misma. Jess Abbott apostó por dejar Now, Now y tirarse con un puñado de buenas canciones, capaces de contagiar mucha energía y sobre todo, con el potencial de establecerse como algo más grande que su banda madre. ¿Lo conseguirá? No hay que pelear, lo cierto es que este disco es una victoria pura y dura para ella y para nosotros como oyentes.
MAZZY STAR – STILL EP
En tiempos donde el Dream Pop parece ser una vía de escape para todo tipo de músicos y artistas, es bueno que regresen gigantes como Mazzy Star. Sí, ya sabemos que Still es una especie de complicado de temas sueltos y no resueltos perdidos en el tiempo, y a pesar de ser solo 4 canciones, funciona y nos alegra mucho el día. No nos engañemos, es el clásico sonido de la banda pero ¿Qué más queremos? Siempre es un placer escuchar nuevamente a los amigos.
BEN HOWARD – NOONDAY DREAM
El trovador inglés abandonó el camino recto y firmemente construido en el que sostenía su folk como arma principal, ese que nos cautiva tanto y llega con facilidad a la médula. Lo que hizo ahora fue circundar en territorios desconocidos para lo que son sus dominios, yendo por hermosos e ínfimos paisajes con un millón de posibilidades, con un trabajo ambiental que sorprende por su precisión, y aún así se siente eterno. No nos queremos perder de ningún segundo de este milagro musical, y nos esforzamos en conservarlo en nuestras memorias, una y otra vez, por su acercamiento casi sacro a lo ambient. No era lo que esperábamos, pero era lo que necesitábamos.
GHOST – PREQUELLE
Estos suecos desde «Opus Eponymus» que nos vienen hablando en grande, entregando álbum tras álbum de ese rock y heavy metal que intentamos cuidar con recelos. Después del perfecto «Meliora», y el cisma con los antiguos Nameless Ghouls todos pensamos que sucedería con una carrera que ascendía a toda velocidad, y si Forge podría cuidar lo que creó con tanta dedicación. La respuesta final no es nada más que reveladora, y es que Ghost nos entrega una verdadera ópera prima de la muerte y perdición, un genuino musical tratado deliberadamente con desidia y hedonismo. Jamás fue la intención superar ni igualar el tercer álbum, no lo fue; la real intención era la seducción absoluta bajo el concepto más clásico del rock ‘n’ roll.
Dejando de lado la figura del Papa Emeritus, aparece ante nosotros el corrupto Cardenal Copia, con quien inevitablemente empatizamos y caemos ante sus propósitos, y no por nada Ghost trata en «Prequelle» la etapa más oscura de la historia, la Edad Media: aquella etapa llena de placeres mundanos tan irresistibles como oscuros (con temáticas que siguen insertas en la actualidad). Ghost simplemente la hizo, y aunque este álbum no supera a sus predecesores en lo musical, es con facilidad y soberbia, con el que más somos capaces de identificarnos. Nos tienen, y esperamos a ver como dominan estadios enteros desde ahora. Bravo.
BODEGA – ENDLESS SCROLL
Este debut destaca por la suciedad y la irreverencia con la que se inmiscuye en nuestra atención. No hay ansias de brillar ni tampoco de alabanzas, tan sólo remecer los cimientos un poco con un post punk electrificante, que desafía fórmulas no de manera pretenciosa; aquí nadie quiere cautivar ni encandilar con maestría. Lo que realmente sucede aquí es el análisis de lo que no queremos escuchar, tratado justamente de la manera en la que no queremos tratar. Basta con escuchar los primeros segundos de «Bodega Birth»: «I use my computer for everything, heaven knows I’m miserable now?».
ROGER DALTREY – AS LONG AS I HAVE YOU
El vocalista de The Who prometió un viaje a los inicios mismos del rock, y ciertamente, cumplió. «As Long As I Have You» funciona como un álbum que apunta a esa etapa añoradísima, y ciertamente sentimos la nostalgia y la devoción de Daltrey en su interpretación en canciones de Stevie Wonder, Nick Cave, Stephen Stills, entre muchos más. Claro, los dos temas propios encajan muy bien con el tono entregado, permitiéndonos sentir la pasión de un hombre que se presenta como un veterano, con historias de amor del pasado. Lo respetamos y escuchamos con atención su palabra, las de un hombre con oficio.
KATAKLYSM – MEDITATIONS
Los canadienses se manejan en lo que ofrecen, y es que simplemente no nos podemos quejar. Han adoptado el sonido del death metal melódico y han empujado sus límites cuánto han podido para que suene tanto o más agresivo que el death metal mismo. Claro, los méritos no sólo van por ahí, y es que no sólo destacamos que sean como unos At The Gates más rabiosos, alabamos también que hayan logrado un contraste tal entre el temple de las conclusiones de las líricas, y la violencia del sonido en sí, algo de lo que Chuck Schuldiner estaría orgulloso. Por otro lado, aprovechan las bondades del metal extremo sin abandonar el concepto que nos entregan, adoptando una actitud más thrash en ciertos segmentos, como también usar en la medida necesaria esos blast beats que bajo la lupa de Jay Ruston, elevan el álbum por la claridad con la que se trata.
VITAL IDLES – LEFT HAND
Con tanta cantidad de información y la celeridad con la que se nos transmite, es fácil olvidar lo hermoso e increíblemente necesario que es el minimalismo. Necesitamos dejar de lado toda esa parafernalia y parar un poco, y así escuchar un álbum que nos abraza y agrada desde el primer minuto. De esa música garage que pensamos hacer alguna vez con nuestros amigos, pero tomándolo en serio. Hay una perspectiva clara, y la gran cantidad de canciones con una duración por bajo de los 3 minutos –con varias que duran menos de dos minutos– nos demuestran con humanidad lo vacío y fútil que puede ser esa necesidad de trascender. No, bajémonos del pedestal un poquito y disfrutemos. Es por eso que les agradecemos a estos chicos de Glasgow.
NERVOSA – DOWNFALL OF MANKIND
Estas brasileñas en verdad son de temer, y es que cada vez encuentran una arista más dura y puntiaguda con la que tratar su música. Aunque ya se podía prever en «Agony», nadie nos avisó de esta explosión que nos tomó por sorpresa, reventando nuestros speakers y agitando nuestras almas de la manera más agresiva. Uno pensaría qué necesidad hay de añadir blast beats al thrash metal, un género lo suficientemente agresivo de por sí, y personalmente pienso lo mismo, hasta que escuché este álbum. En verdad fue una movida mucho más que inteligente endurecer el sonido, declarando a fuego que tomarán el mundo en contra de la corriente. Algo similar a lo que hizo Testament en los ’90, pero mucho más visceral, pero si me dijeran que tuviera buscar un símil, diría que lo más similar es el Kreator del «Pleasure To Kill», pero claro no es suficiente para describirlo. Gran trabajo.
PETE YORN & SCARLETT JOHANSSON – APART EP
Sentimientos encontrados. Eso es lo que nos pasa con este EP de esta colaboración anecdótica. Ciertamente nos encanta el contraste entre la gruesa voz de Scarlett, y la suave voz de Pete, pero es inevitable pensar en el hecho de que este EP no pasa más allá de ser un mero capricho. Ciertamente hay buenos temas, como «Iguana Bird» y «Bad Dreams», aunque no perfectos (el breakdown del primero mata la pasión lograda, y el segundo tiene un uso bastante tosco de la drum machine). Lo que trato de decir, es que claramente no contó con el tiempo y la dedicación suficiente para brillar, y esperamos que así sea en el futuro, para que sea mucho más que una colaboración anecdótica.
MORCHEEBA – BLAZE AWAY
Este álbum ciertamente inyecta de buena salud la carrera del –ahora– dúo londinense. La partida en 2014 de Paul Godfrey ciertamente dejó en stand by este proyecto, que mutó por un tiempo en Skye & Ross (los miembros restantes). «Blaze Away» es la respuesta perfecta a que hay tiempos que uno debe tomarse, para esclarecer las cosas y los caminos a tomar, y el fruto de su trabajo es más que propicio. Una mezcla exquisita entre soul, R&B, trip hop, entre otros elementos que se conjugan muy bien por una producción clara. Tal vez el único pecado son algunos temas que sacan de lugar a lo logrado, como «Free of Debris», pero definitivamente es un álbum que gusta.
GRUESOME – TWISTED PRAYERS
Para disfrutar este trabajo sólo hay que tener una cosa bastante clara: es un tributo a lo hecho por Death en su etapa más cruda. Personalmente, encuentro que la similitud llega a ser grotesca, si hasta la producción se centró en emular el sonido de los primeros años del death metal, pero tampoco hay nada de malo en escuchar un death metal old school, con esas variaciones tan exquisitas que después llegarían a formar lo que conocemos por technical death metal. No ofrece nada nuevo, y aunque lograron emular el sonido que Chuck Schuldiner hizo en sus primeros años, esperamos que busquen la identidad propia (si hasta la voz se parece demasiado al Leprosy). No es fácil para nada sonar como la mejor banda de death metal de la historia, y les damos créditos por eso, pero busquen el sonido auténtico, y así tal vez se conviertan en un pionero moderno en el género, como lo está haciendo Venom Prison, por decir un ejemplo.
BLOSQUI – BLOSQUING
Vapor-pop. Un autor que se conjuga así mismo titulando su disco como el gerundio de su nombre. Si el verbo es acción, Blosqui es una fuerza creativa transformadora que para esta ocasión coció al vapor 8 temas del cancionero pop nacional. Notable el tratamiento de la voz conseguido en “A (Remix Quién Cuidará de Mí – Myriam Hernández)”, la mezcla de timbres y platillos en “Rin (Remix Rin Raja – 31 Minutos)” y el manejo de las intensidades en las bases de “Pagara (Remix Luz de Piedra de Luna – Javiera Mena)”. Ejercicios de profunda deformación donde las versiones originales, más que ser remixeadas, son una excusa, un punto de partida, para la obtención de obras completamente nuevas, sin embargo, y respecto a esta idea de reciclaje, que para el vaporwave tiene su justificación en el rescate de la basura audiovisual que genera el capitalismo (denominada “basura” no por juicio a la calidad sino por haber sido desechada por nuevos patrones estéticos), se constata que Blosqui va por otro camino: su intención no es ascender por una escalera hacia el interior de su mundo sonoro, sino más bien tender un puente buscando la conexión con el repertorio popular. Una aventura que recién empieza y esperamos seguir apreciando en futuros trabajos.
LA BIG RABIA – BODA NEGRA
El dolor que se enquista entre el pecho y el espinazo, los versos punzantes que lastiman a la vez que nos identifican, un novio solo en la oscuridad. Todo eso es La Big Rabia y todo eso podrán encontrar en este disco. El dúo nacional, ya radicado en España, sigue la senda trazada en su último trabajo (homónimo, 2016). El rockabilly intenso cede a los boleros y trotes apasionados como solo ellos saben escribirlo y sobre todo ejecutarlo. Notable la sesión de blues bohemio de “Capitán”, carta abierta rebosante de principios de todo aventurero orgulloso al cual ninguna paliza lo detiene. Así nomás es.
GABRIELLA COHEN – PINK IS THE COLOUR OF UNCONDITIONAL LOVE
El rock-folk artesano de esta creativa mente australiana vuelve a encantar al mundo. En su segundo disco, destaca en primer término el trabajo de las guitarras, una maravilla, todo un espectro de tonos y estilos. En segundo lugar notable la ambientación trabajada para cada canción, por ejemplo en «I Feel So Lonely», balada desconsolada con acordes tipo Lou Reed, un ritmo lento y armonías parecieran cobijarte en capas de dulzura y en «Hi Fidelity» el reverb de las cuerdas te transporta por una carretera aventurera. Mención aparte para «Neil Young Goes Crazy», el temazo indiscutido del trabajo: un rock que se mueve hermosamente al ritmo del humo despedido de seductores labios que expresan emociones sin dejar de sonar segura en cada verso y en cada acorde. Un mosaico de talento y sentimientos.
Escritos por:
Felipe: Desde Natalie Prass hasta Mazzy Star.
Jota: Desde Ben Howard hasta Gruesome. Ernesto: Desde Blosqui hasta Gabriella Cohen.
