Escrito por Bryan Sepúlveda
Después de 4 años, la banda de metal alternativo Octophant se sube nuevamente al escenario, mostrándose con energía y potencia ante el público convocado que repletó el House Rock & Blues la noche del jueves 11 de mayo.
Próximos a lanzar un nuevo álbum, volviendo a la música en vivo y con un –no tan– nuevo bajista como parte de su formación actual. Esta es la reconstrucción de la quimera llamada Octophant que da inicio a un nuevo proceso musical.
El show acústico que se realizó como antesala a la banda, comandando por Footsteps, fue acertado, y es que el sonido limpio de las guitarras acústicas y la batería que les acompañó, crearon una atmósfera tenue, importando esto un cambio significativo ante la energía y poder desplegados posteriormente por la banda encarnada en la quimera del elefante y el pulpo –lo que es una clara metáfora a la combinación de sonidos e influencias que tienen como agrupación–.
A ratos pareciera que el ADN de la banda está construido por Deftones, Mastodon, algo de progresivo, y hasta en ocasiones a Jane’s Addiction, lo cual es reconocido por la misma agrupación. Si bien Octophant lleva un par de años fuera de los escenarios, se aprecia la preparación para este momento.
Sobre el escenario mismo, los 4 miembros funcionan como engranaje de una maquinaria, utilizando correctamente los instrumentos y la voz. Quisiera mencionar el buen trabajo del bajista, el cual instaló el instrumento correctamente frente a una batería y guitarra aceleradas y poderosas. Se agradece cuando el bajo tiene cabida en bandas de metal, esto genera un plus adicional en este tipo de agrupaciones. ¿Por qué? Porque si bien ya hay toda una historia de grandes bajistas, así como de propuestas donde el bajo es sumamente presente, de tiempo en tiempo, las estéticas y tendencias desdibujan el rol de dicho instrumento, relegándolo a un aspecto meramente rítmico que, muchas veces, apenas se escuchan en la mezcla. Créanme que no es el caso con Octophant.
Con un guitarrista como invitado en un par de canciones, Octophant ofreció un show soberbio y de calidad, haciendo una fiesta del jueves por la noche en un bar santiaguino, con un público que se enfrentó ante el vendaval de influencias que traían los temazos de la agrupación. De un espíritu aventurero notorio en la visceral interpretación de los músicos, en conjunto con el sonido muscular y envolvente, canciones como ‘’Conditioned Lives’’ ‘’Skytest’’ y ‘’How Fast Can Your Heart Beat?’’ significaron momentos especiales ante una audiencia que finalmente veía el retorno de la quimera. Entre amistades y caras nuevas, todo el mundo celebró lo obrado por los chicos.