Escrito por Hernán Carrasco
Fotos por Andie Borie
Fotos de Slipknot por Producción
El festival Knotfest Chile encabezado por Slipknot volvió al país tras su edición del 2022 en el Estadio Monumental, que contó con nombres como Pantera, Judas Priest, Bring Me The Horizon y Mr. Bungle. Dos años de espera que valieron la pena y, tras su paso por Argentina y Brasil, la edición del 2024 en suelo nacional contó con un line-up renovado y un cambio de recinto al Parque del Estadio Nacional.
Contando con una vitrina asociada al mundo y la subcultura del nu metal, esta edición –además de Slipknot– contó con pesos pesados del metal dos milero como Disturbed y Mudvayne. Mientras que las selecciones más relacionadas al death metal y el melodeath fueron Amon Amarth y Orbit Culture, y para la representación de una nueva generación del metal de los 10’s, contó con BABYMETAL y Poppy.
Ambiente y experiencia del festival
Lo destacado de la jornada fue el gran ambiente inmersivo que repercutió en los fanáticos de la cultura del metal. Y es que el festival está diseñado para un desarrollo desde la experiencia, donde contó con el histórico museo Slipknot con máscaras, instrumentos y merchandising, tanto de la agrupación líder como de las otras bandas.
En cuestiones de logística, la experiencia fue bastante agradable a pesar del incandescente calor que yacía en el parque. Esto fue motivado por los stands de agua potable a disposición, los baños y la presencia de áreas verdes que sostenían el festival. La iniciativa de mejorar la edición del año 2022 fue bastante revitalizadora para la experiencia propia –aún con las grandes filas que se formaron en los puntos de hidratación–.
Apertura energética: Nico Borie y SVVVNT
Arrancó la jornada de Knotfest Chile tras la presentación de Nico Borie, presentando su canción “Lo que realmente piensas”, último sencillo a su nombre, combinando con un popurrí de las selecciones de covers en español tales como “Numb” de Linkin Park, “B.Y.O.B” de System of a Down y “Killing in the Name Of” de Rage Against The Machine. Una marejada de clásicos para encender los ánimos del público que recién estaba ingresando al recinto.
Así mismo lo hizo SVVVNT, la agrupación oriunda de Puerto Montt que, con su metal alternativo, presentaron algunas canciones de su disco debut ‘Toasty’ de este año. Canciones que fueron gratamente recibidas como “MegaCage” y “New Age Boomers”, con sólido sonido. También ofrecieron ciertos movimientos más antiguos como “The Mirror” que recordaban un tanto a las murallas de sonido de Deftones, todo esto mientras se formaban los primeros moshpits.
Mawiza y la fusión cultural
Una de las bandas nacionales que más fueron esperadas por el público del Knotfest Chile fue Mawiza. Claramente de las más aclamadas de la escena del metal de los últimos 5 años. La agrupación que nos entromete en el universo del Mapuche ül metal (canto mapuche), nos deleitaron con ese sonido machacador lleno de groove metal y metal alternativo con clásicos del ‘Kollong’ (2019) como “Kütxal”, “Kumbagüe” y la poderosa “Mawiza Ñi Piwke”. El canto ritualístico de parte de Mawiza forjó una animosidad perfecta para el inicio bajo el calor penetrante del sol.
Un clásico nacional: Rama
Por su parte, los nacionales de Rama concretaron su gran trayectoria en una presentación corta pero precisa, que convocó a más de alguno para escuchar el tremendo rock alternativo en sus distintas fases. Así canciones como “Imposible” del álbum del mismo nombre (2013) o las canciones más noventeras como “Despegar” del homónimo (1997) fueron un caldo de nostalgia en el gigantesco recorrido de Rama.
Orbit Culture: Death metal melódico en acción
Quienes fueron los encargados de abrir las bandas internacionales en el Knotfest Chile fueron los suecos de Orbit Culture, una agrupación que combina la celeridad del death metal melódico con el incesante ritmo del groove metal. La jornada abrió con “Descent”, track de su último larga duración, mientras que “Strangler” y la canónica “North Star of Nija” fueron la explosión de su sonido marcial y agresivo. El público ya comenzaba a llenar el primer escenario, dejándolo todo en círculos y moshpits que fueron exacerbados por el frontman Niklas Karlsson.
Lo siguieron canciones como “From the Inside”, “Saw” y “While We Serve”, un conjunto de temas que rememoraron mucho la tradición del death metal melódico. Así cerrando el setlist con “Vultures of North”, un track perfecto lleno de blast beats y sonidos mecánicos que llamó la atención hasta de los menos conocedores del grupo.
Poppy: Un show ecléctico y sorprendente
El debut de Poppy en suelo nacional era un show que más de alguno no quiso perdérselo. Pues la radiante figura femenina de internet nos brindó un show sumamente ecléctico que, con su actitud casi sin expresión propia del personaje, bailaba entre canciones que constantemente cambiaban entre melodías dulces y gritos con breakdowns poderosos. Así la intro con “BLOODMONEY” y el cover donde hace un featuring con Bad Omens “V.A.N.” dominaron al público de partida que parecía no conocer del todo a su figura.
El setlist apretado, donde Poppy se las arregló con ese sonido modernizado de metal alternativo llena de bases pregrabadas, saltó a canciones como “I Disagree” y “crystallized”, un track bailable de su último EP, para ponerle la cuota de diversidad sonora del personaje. Dándole más énfasis al sonido más oscuro e industrial como “Scary Mask”, “X” y “Anything Like Me” -una canción muy al estilo Marilyn Manson– dejaron al público más que extasiados, y es que es probable que muchos recién conocían la presencia de Poppy. Para cerrar, “Concrete”, con su sonido entre melodías casi a lo Beach Boys y breakdowns de metalcore, terminó por cerrar la presentación más ecléctica del Knotfest Chile.
BABYMETAL: La revolución del ‘kawaii metal’
Otro debut en Chile, venido directamente desde Japón, fue el grupo idol-metal BABYMETAL. Tras su sideshow el día anterior en la sala Basel, las niponas dejaron todo en uno de los mejores shows del día. Y es que la energía y carisma de Moametal, Momometal y Sumetal dejó cautivados a los seguidores chilenos, que levantaron una polvareda gigantesca en moshpits y saltos. Así, con canciones como “Distortion” y “PA PA YA!!” junto a los bailes característicos de las idols, prendieron al público en un entretenido setlist, seguido con canciones como “BxMxC” y “METALI!!” en conjunción con los solos ultra técnicos de KAMI band, sus músicos.
Y es que las niponas generaron una gran algarabía que reunió a metaleros, fans del animé, niños y público casual. En suma ebullición le siguieron canciones como “Megitsune”, uno de los hitazos del grupo, junto con otro como “KARATE” que provocó un gran coro generalizado. Le siguieron “RATATATA”, el feature con Electric Callboy y, sin duda, el momento más esperado con “Gimme Chocolate”, donde la energía se sintió como nunca en gran cantidad. Así mismo, cerraron un himno como “ROAD OF RESISTANCE”, canción con grandes solos y rapidez.
Amon Amarth: Vikingos en el escenario
Los vikingos de Amon Amarth volvieron luego de cuatro años a pisar territorio nacional. Ya de partida, el grupo sueco nos entregó una escenografía increíble que desplegaba unos inflables que rememoraban a los dioses de Asgard y una imaginería vikinga típica del grupo de death metal melódico. Así mismo, nos dio la bienvenida Johan Hegg en un poderío absoluto con “The Pursuit of Vikings”, donde la estridente voz gutural grave fue el canon de la jornada. La mezcla melódica con “Deceiver of Gods” y “Heidrun” calentó al público, mientras el frontman nos daba algunas palabras en señal de agradecimiento y aliento vikingo.
Un momento único se vivió en “Put Your Back Into the Oar”, donde el público hizo el “Boat Rowing”, imitando la mímica de remar un barco vikingo, algo que los fanáticos llevan imitando en sus conciertos desde hace ya varios años. La fiesta vikinga siguió con “First Kill”, “Shield Wall” y “Guardians of Asgaard”, mientras Johan hace un brindis con su cuerno en “Raise Your Horns”, desatando un mosh impresionante, así mismo con “Crack The Sky” y la esperada “Twilight of the Thunder God”, donde el frontman nos muestra un martillo al estilo de Thor. En esencia, el show de Amon Amarth fue simplemente espectacular.
El esperado debut de Mudvayne
La esperada reunión de Mudvayne, tras 11 años de ausencia en los escenarios, era sin duda uno de los grandes grupos de nu metal esperados para los fanáticos empedernidos de esta edición del Knotfest. La emoción inicial que indicaba el debut de los oriundos de Illinois no fue en vano. La agresividad del show, el maquillaje y la escenografía mientras se escondía el incandescente sol primaveral, fue el puntapié para indicar la presencia de los primeros headliners del festival. Así, con un show cargado al clásico ‘L.D. 50’ (2000), el monolítico sonido hizo presencia con temas como “Not Falling”, “Silenced” e “Internal Primates Forever”, esta última del mencionado disco.
La tónica siguió con temazos como “Under My Skin”, “Severed” y la tremenda “Death Blooms” en un profundo corte de nu metal/metal alternativo. El carisma de Chad Gray fue esencial en lo que respecta al público, forjando una catarsis entre los espectadores de tal evento. Así le siguieron “Fish Out Waters”, “Dull Boy” y “A New Game” del mítico álbum ‘The New Game’ (2008). La gran espera de Mudvayne se hizo sentir, y es que el grupo parecía como si estuviese en casa a pesar de su debut en Chile. La esencia del nu fue convocada con temas como “Nothing to Gein” y “Happy”, para así terminar este show catártico con el hitazo “Dig” que provocó la apertura de círculos y una ebullición del ambiente en modo de agradecimiento.
Disturbed: Un espectáculo potente
Puntuales en general, Disturbed aparece frente al público chileno en el ocaso del día. David Draiman, vestido “a lo Matrix”, aparece en un tono potente interpretando “Hey You” y “Stupify”. Con sonido pulido y un show impresionante lleno de luces y efectos, los oriundos de Chicago demostraron un espectáculo explosivo dentro de los cánones del metal alternativo, el nu metal e incluso el hard rock. Autorreferenciales e implacables, los temazos no dudaron en salir como “Ten Thousand Fists” y “Bad Man”, en general con un carisma sobresaliente por parte de David.
Momentos icónicos fueron la sección de covers como “Land of Confusion” de Genesis y “The Sound of Silence” de Simon & Garfunkel, un momento íntimo e introspectivo que generó emoción en el público, bajo las notas del piano y la potente voz de David. Pasando por el hitazo “Indestructible” y “The Light”, los ánimos se encendieron con la esperada “Down With the Sickness”, generando el pulcro “Oh wah ah ah ah” por parte del público. Así mismo cerraron con otro hit como “Inside The Fire”, potente cierre efectuado con una escenografía impecable.
Slipknot: Como si fuese en 1999
Así llegamos al momento esperado con el cabeza de cartel –y dueño del Knotfest–. Sí, hablamos de Slipknot, la banda de Iowa que buscó una escenografía casi sacada de 1999, con las máscaras y la presencia de los overoles. La búsqueda oscura de los 25 años del debut homónimo fue, sin duda, excepcional. Y es que el setlist era evidentemente sabido, a pesar de eso, los propios integrantes dejaron en claro que el orden era totalmente aleatorio. Así, la canción inicial con “(sic)”, “Eyeless” y el hitazo “Wait and Bleed” dieron el golpe de timón para que la gente explotara en moshpits y saltos.
Y es que el sonido de la banda fue absolutamente brutal, sonando como nunca. Las baterías de Eloy Casagrande se hicieron notar con la voz desgarrada de Corey Taylor. El show de Slipknot no dejó respiro alguno -incluso con la polvareda que se levantó-. Lo siguieron canciones como “Get This” y “Eeyore” para luego dar paso a los remixes de Sid Wilson, donde la atmósfera se tornó lúgubre, casi de película de terror. Cabe destacar la interpelación con el público de parte de Corey, efectivamente con un español más pulido, sugiriéndonos que seguirán viniendo a futuro. La nostalgia del show prevaleció entre los fanáticos que liberaron una catarsis con canciones como “Me Inside”, “Liberate”, “Purity” y “Prosthetics”, y es que las 14 canciones del debut se hacían cortas, al igual que el show en sí mismo.
La conexión con el público, la madurez, la escenografía del proyecto parecía un desenlace ideal para los nostálgicos del nu metal noventero. La evolución que demostró Slipknot con los años de trayectoria se vio reflejada fielmente en este show, introspectivo, oscuro y catártico. Y claro, fue un show corto, pero la mística nunca se rompió en ningún momento. Así y todo, la noche y la jornada del Knotfest cerraba con “Spit it Out”, donde se armó la grande, “Surfacing” que provocó un estruendoso moshpit y la oscura “Scissors” donde la intensidad fue clave, catártica y deslumbrante.
Así cerraba Knotfest Chile y cumplía con las expectativas. En general, fue una gran experiencia que denotó nostalgia por el pasado, cumpliendo con la cuota de diversidad y con una gran fanaticada y gran número de adeptos a pesar del calor. Esperamos con ansias una nueva versión con nuevos headliners y grupos debutantes.
¡Nos veremos pronto en un nueva edición de Knotfest Chile!