Cine

Terrifier 3: «Pesadilla en Navidad»

A tan sólo dos años de la segunda película de la saga y a ocho de su entrega inicial, Terrifier 3 llega a los cines con la promesa de más sangre, más muertes y más terror. Ambientada en plena navidad, la cinta dirigida por el estadounidense Damien Leone es un festín de violencia que asegura tanto carcajadas como miedo visceral, una brutalidad construida para complacer al nicho fanático del gore.

 

Un Inicio Sin Contemplaciones

Terrifier 3 no titubea en ningún momento, comenzando con una masacre hogareña hecha y derecha que nos sitúa desde un inicio en la época navideña, los adornos y decoraciones un cómico contraste con la sangre y horror que están por venir. Son nuevas muertes, nuevos personajes, nuevas armas e incluso un nuevo traje por el cual Art abandona el blanco y negro para vestirse de Santa, una orquesta grotesca de muertes que busca hacer al público reaccionar y que asegura un gore puramente visceral que pocas veces hemos visto.

 

Aún así, la serie de referencias se hacen claras, Terrifier 3 no estaría aquí si no fuera por el género splatter, y Damién Leone y su equipo son conscientes de esto. Evil Dead (1981), The Shining (1980), Dawn of the Dead (1978), los clásicos del terror navideño Black Christmas (1974) y Silent Night, Deadly Night (1984), e incluso The Slumber Party Massacre (1982) logran hacer presencia de distintas formas, un tributo claro a los próceres que anteceden a Art, y un gusto de ver y reconocer para los fanáticos del género. 

 

Y es que claro, la magia de Terrifier 3 quizá yace en que no es una película para todo público, pues es esencial reconocer la combinación de comedia y horror que está intentando lograr más allá de los litros de sangre y masacre que evidentemente no causan gracia a cualquiera. De manera curiosa y sumamente certera, Terrifier 3 vuelve a poner a prueba los límites del cine más tradicional, mostrando tabúes que acostumbramos más a ver en las películas de serie B que en la pantalla grande.

 

Muertes de niños (aunque fuera de cuadro), animales, personajes inesperados y todo tipo de torturas son un accesorio seguro de Terrifier 3, que en sus premieres a través del mundo incluyó una “bolsa de vómito” en consideración del pobre asistente que se viera a sí mismo superado por la violencia. Como siempre, la entretención se ubica en lo inesperado, en la ingeniosa manera en que el payaso decide acabar con sus víctimas una tras otra, un elemento a lo Final Destination (2000) o Nightmare on Elm Street (1984), pero más grande y sobre todo, más explícito.

 

Personajes Icónicos en Ascenso

Lauren LaVera, quien interpreta a Sienna Shaw en la segunda entrega y vuelve como protagonista en esta, es ciertamente uno de los puntos fuertes de la película, carismática y con un ímpetu particular, Sienna se termina de consolidar en Terrifier 3 como una final girl de culto, digna de ocupar el podio junto a Nancy Thompson o Laurie Strode. Sumado a esto, el ícono que la saga Terrifier ha logrado crear con Art es claro, con un personaje que en este estreno ya ocupa gigantografías en la calle y estantes en las tiendas de horror, Terrifier 3 es tan sólo un ladrillo más para la torre de grandeza siniestra sobre la que se alzan Art the Clown y David Howard Thornton, quien lo viene interpretando desde su primera aparición en largometraje el 2016.

La vuelta de Victoria, o Vicky, a la pantalla es un acierto total. La víctima desfigurada de Art a quien conocimos en la primera Terrifier toma protagonismo en esta secuela, en una demostración de terror puro que pone a la actriz Samantha Scaffidi al centro de un desenfreno de posesiones, crueldad y depravación, logrando una fuerza que en sus mejores momentos le hace el peso en irreverencia y brutalidad al mismo Art.

 

El uso de efectos prácticos es también otro de los elementos esenciales para el impacto que la cinta busca producir, algo que seguramente no se habría logrado de haber sido utilizado CGI. Con títeres, maquinarias y una ingeniería truculenta, los efectos llevan a que cada muerte sea ejecutada en gracia y esplendor, remontándose a elementos clásicos como los utilizados por Tom Savini en Friday the 13th o en los filmes de George A. Romero, sonidos grotescos y litros de sangre obviamente incluidos. Los ángulos de cámara son también sorprendentemente novedosos, tomas perspicaces que añaden una capa cinematográfica inesperada a la película, incluyendo mezclas de enfoque y el uso de distintas profundidades de campo por medio de un split diopter, un guiño a las cámaras clásicas de Brian de Palma en Carrie (1976) y Blow Out (1981).

 

Una experiencia sin frenos

Terrifier 3 es ciertamente una experiencia divertida, sumida en colores y escenas de un ritmo más o menos rápido, que no se detiene en el suspenso sino que avanza con la misma seguridad que el asesino mata. Sin embargo, es importante saber qué esperar, y en algo que las entregas anteriores nos han dejado claro, el fuerte de Terrifier 3 claramente no es su trama. Con una serie de elementos sobrenaturales nuevos, la película se atasca en su justificación dramática, tratando de otorgarle más sentido al horror en un intento que no termina de triunfar, ahogándose en explicaciones que hacen que la claridad de la trama penda de un hilo.

Aún así, la introducción de una simbología religiosa macabra da luces de un futuro donde esta narrativa no se pierde entre lo confuso y la exposición, asegurando a través de distintos giros dramáticos futuras entregas que por lo bajo prometen la vuelta de LaVera a la pantalla, claramente con la seguridad de volver a encontrarnos con Art the Clown. Terrifier 3 es una cinta ideal para los fanáticos del horror, un banquete sangriento de sadismo que termina de confirmar y legitimar a sus personajes como parte del clásico moderno del terror, y una historia que pese a que no encuentra su equilibrio en una narración sólida, cumple y excede en lo que promete, elevando la violencia a su mayor desenfreno y crueldad.

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