Por Nicolás Merino
Asphyx, una de las agrupaciones más importantes del death metal de la escuela noventera, se aproxima a Chile para presentarse el próximo 10 de noviembre en el Festival CL.Rock en el Estadio Santa Laura – Universidad SEK –entradas disponibles por PuntoTicket–. Los neerlandeses no visitan Chile desde el 2015 con un único y recordado concierto en la extinta Kmasú, y esta vez arriban con su último disco ‘Necroceros’, lanzado en 2021.
Con esta premisa, en Expectador tuvimos la oportunidad de conversar telemáticamente con su vocalista, Martin van Drunen.
Para empezar, ¿de dónde viene la inspiración de la inclinación hacia el thrash en ‘Necroceros’, su último álbum a la fecha? ¿Existen más ambiciones a explorar o prefieren ser respetuosos con su propio legado?
Pasa que es una combinación de ambas cosas. Lo que en el fondo intentamos hacer es adaptar el estilo clásico a las dinámicas del día de hoy. Y es bueno igual, luego de tantos conciertos, ver cómo algunos fanáticos que crecieron con los álbumes clásicos igual son capaces de apreciar el trabajo más reciente. Es el cumplido más grande que podríamos llevarnos.
De igual manera, podríamos decir que casi todo es parte de la misma chaqueta. La gente aún reconoce los elementos clásicos en nuestra música más reciente. Y en parte eso simplemente responde a que no hemos cambiado tanto. De hecho, en términos de cosas como las estructuras de canciones, la vibra es prácticamente la misma. Intentamos que salga natural; seguir nuestras pasiones y sacar lo que suena como algo que nos gustaría. Y si a otros también, eso también es genial.
Ustedes partieron en los noventas tempranos. Y no era solo que estuviesen tocando death metal, sino que también estaban cooperando para perfilarlo. ¿Cómo se siente, hoy, seguir haciendo música en un contexto en el que han aparecido bandas contemporáneas que tomaron esa batuta que estuvo un poco cimentada por ustedes mismos?
Primero que nada, es un honor para nosotros cada vez que nos enteramos de que otras bandas están siendo influenciadas por nosotros, de la misma forma en la que nosotros partimos inspirados por Venom, Black Sabbath o Hellhammer, por tirar algunos ejemplos. Entendemos cómo se siente, entonces es bueno poder conocer nuevas bandas, verlas en vivo y todo eso. Incluso tomarse un trago después del concierto. Nosotros también partimos así.
En el metal, eso se da como un sentimiento mundial. Las bandas se aprecian, son amigos. Y estas generaciones han mantenido ese espíritu. Es genial ver eso, además que no sabemos exactamente cuánto vamos a durar nosotros tampoco. Quizás en veinte o treinta años ya no nos de más, entonces es bueno ver que hay un par de generaciones más adelante que podrán llevar el fuego. Estamos lejos de ver esto como una competencia, sólo somos colegas del género intentando empujar sus límites.
Esta entrevista salió a propósito de la próxima presentación de Asphyx en el festival CL.Rock. Sobre eso, en otra entrevista de este ciclo, un miembro de Unleashed soltó una frase de la que me gustaría saber tu opinión. Él dice que el death metal es una experiencia esencialmente en vivo. ¿Comparte Asphyx una afirmación así, considerando igual el carácter tan quirúrgico de la producción de sus discos.
Oh, él tiene absolutamente toda la razón. Y me atrevería a decir que no solo se refiere al death metal, sino a todo el metal como cultura.
De hecho, me hace recordar esa clásica aparición de Iron Maiden en el programa Top of the Pops, donde todos hacían playback, excepto ellos, y además se burlaban de la dinámica. Y creo que fue el mismo Murray quien invitaba a cuestionarse como era posible hacer “de mimo” con el heavy metal. Claramente tiene que ser una experiencia real. De hecho, es bueno saber que uno de nuestros hermanos en Unleashed piensa lo mismo.
Al final, la razón por la que haces un álbum es para que luego esas canciones puedan ser reconocidas a la hora de tocarlas en vivo. Al mismo tiempo, y en términos más industriales, dedicarse a hacer álbumes es un medio para tocar en vivo, y para mí, el metal es música que va en vivo. Siempre. Siempre que veo a una banda de metal en vivo la vuelvo a disfrutar.
La razón por la que haces un álbum es para que luego esas canciones puedan ser reconocidas a la hora de tocarlas en vivo
En todo caso, eso que dices sobre las “excusas” para generar música se estudio hace eco con una narrativa que se ha instalado sobre los efectos de las plataformas de streaming. Igual sería bueno conocer la perspectiva del tema de parte de un miembro de Asphyx, un proyecto que claramente no está en las cúpulas mainstream, pero tampoco es exactamente underground. ¿Cómo se para el proyecto frente a este panorama, también considerando que son una banda europea, donde existe una industria de venta de metal en formato físico algo más robusta?
Bueno, eso efectivamente es así. Además que ahora mismo estamos pasando por una revitalización importante del formato del vinilo. Las fábricas tienen que volver a imprimirlos constantemente. Además que hay harta juventud muy afín a la idea de comprar vinilos o CD’s. Eso por un lado. Por el otro, lo intrínsecamente positivo de los servicios de streaming es que las audiencias no deben invertir demasiado para escuchar toda la música del mundo.
Y esto no se dice, pero últimamente los sellos sí han sido capaces de sacarle algo más de dinero al tema de las plataformas de streaming, precisamente para pagarle a sus bandas. Es poco pero puede ser mejor que andar bajando música, de hecho eso es ilegal.
Tampoco es que estemos tan conectados ni tan pendientes. Somos una banda vieja que nunca hizo demasiado dinero, hoy somos más lentos para el ritmo de la evolución de los mercados. Y uno se puede perder si no es capaz de ponerse al día de vez en cuando. Nosotros igual tenemos la seguridad de que nuestros álbumes en formato físico siempre se seguirán vendiendo.
Volviendo un poco a la experiencia en vivo, ¿qué crees que es fundamental para una buena presentación de metal en vivo, y cuáles de esos elementos ha incorporado Asphyx de forma obligada?
Bueno, obviamente lo primero es darlo todo. Siempre. Y luego está el tema de tener un sonido decente, porque el metal tiene que tocarse fuerte, pero bien. Aún cuando en muchos países ahora existen restricciones sanitarias, tiene que haber un esfuerzo por que se sienta potente. Y bueno, naturalmente luego viene la parte de interactuar harto con la audiencia, hacerlos sentir cerca de tí. Sí quieren tirarse del escenario o algo así, lo mejor es dejarlos.
Uno se la vive distinto arriba del escenario. Además que nosotros siempre estamos corriendo o moviendo la cabeza, es una experiencia bastante loca. Igual creo que debería ir para cualquier banda, a veces veo a otros músicos quedarse parados y no soy capaz de entenderlo. ¡Es heavy metal! Se supone que hay que ponerle todo el ánimo. Yo solía esperar eso de mis viejos favoritos, ellos me enseñaron que debía ser así, entonces mantendré esa filosofía.
Si no salgo del escenario muerto de cansancio, entonces no hice nada bien. Así de simple
¿Y cuáles son las expectativas de volver a tocar en Sudamérica?
Ellos son gente completamente loca. No es un mito que simplemente son personas más apasionadas.
Tampoco es un tema de absolutismos, por ejemplo, en Europa se pueden ver cambios según uno avanza hacia el sur, ahí las audiencias también son más desordenadas. Al mismo tiempo, eso tampoco significa que no se puedan volver locos en Suecia, Noruega o Alemania. Pero sí, es innegable que es naturalmente diferente. De hecho, cuando camino entre la gente en Sudamérica, todos se desesperan por tomarse fotos o cosas así. En Alemania suelen ser mucho más diplomáticos para eso. En Sudamérica se golpean para llegar primero (risas). Por ahí va la diferencia.
¿Sientes que la comunidad metalera, a nivel mundial, es un espacio seguro?
Sí, definitivamente. Siento que todos son capaces de ser considerados y atentos con los demás. No por nada somos precisamente una comunidad mundial. Un metalero es un metalero. Yo veo eso en festivales europeos masivos que congregan a un montón de gente de distintos países y todo. Son muy sociables y abiertos de corazón entre ellos. Se invitan a cervezas y todo eso. Simplemente se trata de pasar un buen rato, al final el metal es eso.
En honor al tiempo, ¿qué se puede esperar de la presentación de Asphyx en el CL.Rock?
Se puede esperar la absoluta locura propia de Asphyx. Y sí, nuestra última vez en Santiago fue genial y muy loca. Entonces esperamos repetir esa experiencia. Es más, afortunadamente para nosotros, habrán un montón de bandas con las que nos llevamos bastante bien. Es decir, somos verdaderos hermanos. Entonces seguro que la atmósfera detrás del escenario será bastante buena. Eso igual termina por mejorar la experiencia del festival, porque las bandas en general andan de buen ánimo. Y de hecho, estaba revisando el cartel y quedé realmente feliz de que se lograse esa congregación.
Asphyx se presentará en Chile en el marco del ambicioso festival CL.Rock, pronto a celebrarse el domingo 10 de noviembre en el Estadio Santa Laura.
Las entradas se pueden adquirir vía PuntoTicket.
