La sustancia
Cine

“La Sustancia”: Demi Moore cambia su vida

Reseña por Victoria Bustos Arancibia

Coronando la última noche de SANFIC 2024, esta película de body horror advierte las consecuencias de la vanidad, y critica los estándares que especialmente la industria del espectáculo impone a las mujeres: “Más joven, más hermosa, más perfecta”. 

El filme parte con el decadente estado de fama de Elisabeth Sparkle (Demi Moore), una antigua estrella de los programas de ejercicios aeróbicos por televisión, que se somete a un procedimiento clandestino para obtener una versión mejorada de sí misma (Margaret Qualley), inducido por una droga inyectable que replica tu persona. 

Marca el regreso de Moore a los protagónicos con una trama exorbitante, directamente salida de la ciencia ficción, pero tan cercana a la realidad como un capítulo de Black Mirror. Mientras que una de las revelaciones más nuevas de Hollywood, Qualley, le sigue la pista cada paso. 

Por su parte, Dennis Quaid se apodera de la pantalla cada minuto que aparece, en un papel casi terciario, que no había sido intencionado para él en un principio, originalmente el productor de TV sería interpretado por el fallecido de Ray Liotta. 

La sustancia

Todo transcurre en un mundo paralelo más que en un futuro distópico, ya que se construye un contexto sin la presencia de celulares, computadores ni redes sociales, pero el paisaje es actual, con un vestuario que combina distintas décadas, resultando en una narrativa y estética atemporal, propicias para convertirse en objeto de culto. 

Además, la cinta se nutre con variadas referencias visuales e intertextualidad, que va desde El Resplandor (1980), pasando por La Mosca (1986), hasta Carrie (1976) y el gore extremo de las películas de Quentin Tarantino, sin terminar en el plagio fotográfico.

La sustancia 

 

Lo mejor de la película es la ilusión de excesos que crea a cada minuto. Es capaz de hacer ver una comida como una comilona, algunos sets de grabación como en un mundo entero, y un elenco pequeño como una multitud completa. 

Entre los espejismos, son las sutilezas en el hablar y los gestos de la protagonista, así como el rostro silencioso de su “otra yo”, los que nos informan sus temores y deseos sin necesidad de indagar en el pasado o de plantar un personaje a explicarlo todo.

Finalmente, la sustancia a la que se alude puede ser tanto la droga que desencadena la creación de una doble persona, como también puede ser aquello que el fármaco busca copiar y reproducir en un nuevo individuo que se somete a las mismas dificultades que su matriz. 

Aquí nadie es especial, ni siquiera las nuevas generaciones en el mercado del entretenimiento. Y como bien se ilustra con la limpieza final de la estrella de Sparkle en el Paseo de la Fama, el show continúa. 

La película viene cosechando halagos desde su estreno en la edición más reciente del Festival Internacional de Cine de Cannes, donde su autora y realizadora, la francesa Coralie Fargeat, recibió el premio a mejor guion. 

Es su segundo largometraje, parte de una incipiente carrera que parece estar estampada con temáticas de terror y la ira femenina, la cosificación de las mujeres, la imagen corporal y su implicancia en las relaciones sociales. 

El estreno de “La Sustancia” en cines está previsto para el 19 de septiembre de este año y formo parte de las funciones especiales del SANFIC20.

 

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