Escrito por Jocsán Sánchez
Fotos por Juan Manuel Hernández
La noche de viernes en el Movistar Arena fue la definición completa de una generación que apareció para quedarse. Desde la burla a la consolidación como referente del movimiento con solo 18 años. Jere Klein llevó a cabo un exitoso Movistar Arena que destacó por su propuesta juvenil hecha a medida de un profesional con trayectoria. Invitados, amigos y una comunidad que llegó al centro con el motivo de ver aquel proyecto que nació en los barrios. Un muchacho que soñó con ser grande y logró trascender a algo más grande.
En que las redes y la viralidad solo fueron una parte para el verdadero fenómeno que ya está presente en nuestro radar musical. Odiado por muchos, pero con el énfasis presente, el camino de Jere Klein durante estos años de construcción fueron el resultado de una audiencia activa como también de un proyecto musical más que interesante.
Bienvenidos a mi mundo
Después de este evento, tenemos que hablar de Jere Klein como lo que es, una estrella. Bajo un concepto futurista, «Proyecto A-Klein» comenzó sus tandas con una secuencia de acción en que nuestro protagonista escapaba de unas máquinas. Un resumen interesante que retrata el camino que cruzó el cantante nacional para llegar a donde está, y de hecho, la pieza termina con Jeremías en la cima de la Arena. Un símbolo de grandeza de aquel joven que llenó y cautivó al recinto de los más grandes.
Por si fuese poco, y como intención de agradecimiento, el show inició con «La Banda». Junto a una motocicleta, el intérprete bajó desde una plataforma que lo mantuvo en la cima, para luego compartir su éxito con aquellos que lo vieron crecer. Ensordecedor y vibrante, no existió cabida alguna para el silencio, era una verdadera fiesta para su público que tanto lo esperó. Qué más podemos agregar, está en otra liga, pero aun así mantiene su carismática humildad y cariño frente a todos. Bajo la misma línea, se dio tiempo para hacer un «Reels» con los más prendidos de la cancha, aunque la propuesta escénica del show era para hacerse viral. Luces coordinadas, coreografías excelentes y un sonido un tanto diferente a tener solo un beat con el play.
Jere Klein en Movistar Arena fue algo más
Al tratarse de una fiesta entre reales, sus invitados llegaron. Por una parte, Marcianeke, quien fue uno de los primeros grandes que se fijó en un joven que estaba dando pauta en las redes sociales en ese entonces, se subió para cantar «Andamos Ready». Para luego dar el paso a Lucky Brown, el colega clásico con quién ha compartido grandes éxitos musicales, esta vez para entonar «Mujer Fina». Estos últimos pertenecientes al último proyecto de larga duración. Aunque el último mencionado se repitió el plato con el Movistar para convertir el recinto en una pista de baile con «Princesita de…» del disco Énfasis (2023).
Lo sorpresivo solo estaba por comenzar, y a palabras sinceras, las dos horas de espectáculo valieron totalmente la pena. Como bien se mencionó en un principio, el manejo del show fue como el de una artista con mucha trayectoria. Cada movimiento de luces como del propio Jere Klein tuvo una intención y eso se percibió a la totalidad. Al fin y al cabo, el mismo intérprete se ha encargado de desarrollarse como creativo y brindar así una increíble experiencia en sus shows, tanto que sus colaboraciones con Nicki Nicole («X ESO BB») o Lil Pump («Yummy») tuvieron su turno de brillar y romper por completo los parlantes del lugar.
Hay que admitirlo
¿Quién es Jere Klein? Un joven cuya visión ya está distribuida en la industria musical. Un sonido particular que en su momento incomodó o hasta incluso fue foco de burla, pero sin embargo, los números hablaron por sí solos. La nueva generación llegó y ya está plantando sus semillas para hacer crecer a los nuevos rostros. El joven viral ya es parte de nuestra cultura, tanto su estética como presencia es una sinónimo del desarrollo y madurez que están presentes en el surgimiento de grandes estrellas.
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