Live Review

Louis Tomlinson en Chile: Luces que jamás se apagarán

  Escrito por Rocío Villalón
Fotos por Sofía Furniel

Louis Tomlinson hizo vibrar a todo el Estadio Bicentenario de La Florida con su increíble puesta en escena. Su actuación no solo sorprendió al público, sino que también creó momentos inolvidables y emotivos. 

Desde las impresionantes interpretaciones de sus mayores éxitos hasta la conexión genuina que logró establecer con sus fans, el concierto fue una experiencia única y memorable para todos los presentes. La energía y pasión que Tomlinson mostró en el escenario dejaron una marca imborrable en los corazones de las personas.

Previo al arribo del artista se presentó Giant Rooks, proyecto con el que tuvimos la posibilidad de conversar en una entrevista.

Enloqueciendo a los fans

Exactamente, a las 21:00 horas, la banda subió al escenario. Todos se percataron cuando las luces se atenuaron progresivamente y así dejaron en vista al cantante británico que abrió su show con “The Greatest”.

El primer gran momento que todo el mundo estaba esperando definitivamente era “Kill My Mind”, con una coordinación impecable, las fans subieron y bajaron sus flashes de acuerdo con la letra de la canción. El fan action fue emocionante, era una sinergia pura entre todos los presentes que ponían los pelos de punta, fue hermoso.

Posterior a este asombroso comienzo, canciones como “Bigger Than Me” y “Lucky Again” hicieron enloquecer a los fans. Llenas de mensajes propios del cambio que trae la vida misma, Louis Tomlinson da razones para creer en el futuro una vez más y saber que no estamos solos en esto.

Cada vez que el cantante se paseaba por la pasarela, la gente perdía el control, gritaban y coreaban con toda la fuerza interior que puede tener una persona. Esto se pudo ver en diversas ocasiones, algunas de ellas fueron: “Face The Music”, «We Made It” y “Walls”. Santiago sonaba increíble la noche del 24 de mayo; era mágico.

Grandes versiones

Por otro lado, la selección de covers fue disfrutada al máximo. Louis Tomlinson interpretó “Chemical” de Post Malone y “505” de Arctic Monkeys, esta última haciendo rugir a todo el estadio con toda la esencia del británico.

Un rasgueo de guitarra anunció la siguiente canción, en un segundo la gente ya estaba cantando con el corazón afuera y con el propósito de que llegara a lo más alto del cielo, era “Chicago”.

Y por supuesto, no podía faltar un recuerdo por el paso por One Direction del cantante. “Night Changes” y “Where Do Broken Hearts Go” provocaron nostalgia que se sentía en el aire, un recuerdo de lo que fue, recordando con alegría el pasado.

Después de que Louis Tomlinson cantó un par de canciones más y se retiró del escenario, la mayoría de las personas no se movían, porque sabía que ese no era el final, ¿cómo podría serlo? 

Una vez más

Después de unos minutos, el británico volvió para cantar un par de canciones más  y cerrar con una gran canción que es la descripción de la felicidad máxima, “Silver Tongues”. 

Con cada letra, con cada nota y con cada momento vivido en el show, se encendieron miles de luces en cada corazón, luces que jamás se apagarán.

Los saltos, gritos, bailes, serpentinas y fuegos artificiales hicieron que la despedida de Louis Tomlinson fuera épica. Por momentos como estos; en los cuales todo parece posible, por unos instantes, la vida es una película.


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