Escrito por Juan Pablo Ossandón
Fotos por María José Muñoz
La agrupación argentina 1915 regresó a Chile tras su paso el año pasado por Club Chocolate. En esta oportunidad, estos baluartes del indie pop trasandino tuvieron una parada previa en Trotamundos Terraza de Quilpué que culminaría posteriormente en la Sala Metrónomo, en un junte estratégico con otras figuras del pop rock nacional como lo son El último viaje y Kief.
Estos últimos, hicieron gala del movido presente discográfico que han tenido, y es que el dúo Kief recientemente lanzó «Vueltas», corte que, por supuesto, aprovecharon de interpretar en esta velada. Mauricio y Joaquín se mostraron con el carisma suficiente para hacer entrar en calor a la Sala Metrónomo con temas como «Siempre igual» y «La corona», retirándose del escenario entre aplausos.
En el caso de El último viaje, el grupo se encargó de entregar las vibes más cercanas a un rock más febril, descansando en distintos trucos del rock alternativo y uno que otra demostración de influencias del funk rock asiduo a Red Hot Chili Peppers. De esta forma, la estética contemporánea de canciones como «Prisma», más conceptos líricos afines a los ’90 entregaron el contraste suficiente para dar paso a la siguiente banda.
Respecto a lo obrado por 1915, es importante triangular distintos puntos relevantes de su propuesta plasmadas en su presentación. Por una parte, tenemos la actitud canchera de los trasandinos que se adecuaba al ambiente engendrado, es decir, como una fiesta. ¿Sencillo? Tal vez, pero las fiestas y celebraciones no necesitan caer en el cinismo de aparentar complejidades, cuando lo único que importa es celebrar y festejar canciones como «Extranjero» –con la que dieron apertura al show– o «Haiku», poniendo a todo el mundo a bailar.
Por otro lado, está la propia naturaleza magnética de sus canciones. Más que mal, desde 2016 que 1915 ha estado confeccionando de forma prolífica un indie pop maniobrado con un oficio de manual. Difícilmente verán una presentación tibia de la agrupación, considerando que canciones como «El enemigo» y «Sólo por hoy» existen, sobre todo por el groove inherente que estas propugnan. Nuevamente, todo el mundo bailando y celebrando.
Finalmente, otro punto importantísimo de lo sucedido con 1915 en Sala Metrónomo, es la propia construcción de una relación con el público chileno. Y es que, sí, es cierto que se demoraron en concretar su debut en estos lados –llegando recién el año pasado–, pero al mismo tiempo, su retorno no demoró mucho. No sólo eso, sino que bajo estos mismos parámetros, se dieron la oportunidad de viajar por sus distintas épocas, incluso por un breve paso por ‘Dual’ (2016), su primer trabajo con «Sur», como un regalo para aquellos que están desde el principio.
Así se consolidan las relaciones, y esta está lejos de terminar su construcción.
Revisa la galería de fotos a continuación de 1915 en Chile:
