Avatar en Chile: Química y locura sin piedad

Escrito por Jocsán Sánchez
Fotos por Jonfo Van Overbeke

El debut estelar de una banda más que consagrada. El show de Avatar en Chile deslumbró como un espectáculo único y vibrante que contagió a todo el público de cancha como también de las gradas.

Apertura triunfal

We Are The Monster fueron los responsables de dar inicio a esta fiesta infernal. “Rise” era el track que motivó desde los primeros riffs. Tanto los screams como la puesta en escena fueron cautivantes y sorpresiva, pareciese ser que tal construcción de propuesta era la de una banda más que profesional.

El circo

La espera se hizo presente y el público ya estaba impaciente. De los mosh que vivieron con WATM energizaron totalmente el ambiente del Teatro Cariola, presentando así las primeras arengas de la ansiedad por ver a Avatar.

Junto a un par de minutos comenzó “Dance Devil Dance”, y la mirada particular de su vocalista hipnotizó a todo el recinto. Buena propuesta y excelente dominio vocal, la Banda hizo lo que quiso hacer, los tenían dominados.

¿Quienes somos para juzgar? Ya estaban arriba y bien posicionados. Los moshpit se armaron con todo honor y nombre. Entre la odisea del bullicio que hacía vibrar el piso del sector… comenzó “The Eagle Has Landed”.

En términos generales, el concepto de show era claro. Un circo que se acrecentaba con sus grandes talentos… guitarras, bajo, batería y como su presentador tan particular. Lenguas afueras y sonrisas perturbadoras, postales únicas de Avatar que pasaron a la retina de sus asistentes, quienes mismos agradecieron a su presencia con los mosh desastrosos y las arengas ensordecedoras.

Avatar en Chile

En ese sentido, y que no quede duda alguna, la agrupación sueca hizo de el Teatro Cariola el circo más grande de todos, sitial en el que el público chileno pudo cantar y gritar canciones como «Puppet Show» –con Johannes encaramándose al palco del teatro–, «Do You Feel in Control?» o «Colossus», entre tantos otros exitazos de los suecos

De esta forma, «Hail the Apocalypse» dejó el show en su punto más alto, aquel donde el telón se cerraría y todos los freaks se guardarían para darle fin a este espectáculo. Uno en el que la noción interdisciplinaria del showmanship llevó al metal alternativo a puntos sorprendentes. Que regresen pronto, por favor.