Escrito por Juan Pablo Ossandón
Fotos por Andie Borie
Finalmente Megadeth se presentó en Chile nuevamente. Finalmente el público chileno fue capaz de atestiguar la maestría de Dave Mustaine y sus compañeros. Finalmente se dio fin a una larguísima espera de 7 años tras su última presentación en Santiago Gets Louder – ‘El Domo’ en 2017 –junto a King Diamond–, dando inicio a una de las épocas más largas de ausencia de la legendaria agrupación de thrash metal por estos lados.
¿Se acuerdan cuando decían que Megadeth venía siempre? Se les podía ver a esos mismos metaleros en redes sociales reclamando que las entradas se agotaron de inmediato. El mensaje es clarito, hay que valorar lo que se tiene en el momento, porque vaya que resentimos la ausencia de Megadeth todo este tiempo, en especial tras cancelar su participación en Santiago Gets Louder 2019 por problemas de salud de Mustaine.
¡Si hasta tuvimos una pandemia de por medio! Junto a la promesa de un disco nuevo que demoró en llegar, ya que pasaron 6 años entre ‘Dystopia’ (2016) y ‘The Sick, the Dying… and the Dead!’ (2022). Pero no hay mal que dure 100 años, y si alguna figura ha sido símbolo de resiliencia en la historia de la música, es la de Dave Mustaine. Por definición, Megadeth nació desde esa porfía a la rendición del colorado, y aunque la vida ha puesto muchas complicaciones al músico –enfermedades graves, ex-integrantes problemáticos, etc–, cada show que brinda parecieran demostrar que no hay absolutamente nada que lo pueda derrumbar.
En ese sentido, las cosas estaban claras desde un principio. El anuncio del regreso de Megadeth desató una locura instantánea en el fandom chileno, quienes agotaron cada una de las 15.000 entradas –acorde a la capacidad del Movistar Arena– en tiempo récord. Una hazaña para cualquier agrupación metalhead en la actualidad en Chile, y de la que tan sólo se pueden jactar los grandes. Aunque, como iremos detallando después, no era sino más que el resultado lógico.
Pero ya basta de preámbulos, vayamos a los detalles de la jornada.
Saken y la mejor carta de presentación
Los encargados de abrir el show fueron los nacionales Saken, histórica agrupación de death metal que se encuentra con un gran presente en su carrera y que finalmente debutaron en el Movistar Arena. Vale decir que la congregación era ya monumental, y que la recepción del público de piezas demoledoras como «Fuck and Roll», «Ego» y «Xyclon B» fue de lo más cálida. Muchísimas caras sorprendidas, y más aún metaleros preguntándole al de al lado «¿cómo se llamaban los teloneros?«.
Si el impacto no quedó ahí, y es que Saken se dio la oportunidad de invitar a Heljarmadr –vocalista de Dark Funeral– para darle un poco de sabor black metal a su hit «Nasty Gods», desatando la desidia de un público ansioso por moverse, sudar y dejarse la vida en la cancha. Así, y con «Less», los chilenos se fueron con un saldo más que positivo de esta jornada. Bravo muchachos, la hicieron.
El aterrizaje de Megadeth en Chile
Nada fue dejado al azar, ni siquiera el enigmático prólogo en penumbras rojizas que atisbaban ante la llega de Dave Mustaine, James LoMenzo –quien regresó a la banda tras la salida de Ellefson–, Dirk Verbeuren, y Teemu Mäntysaari –otrora guitarrista de Wintersun quien llegó ante la súbita salida de Kiko Loureiro–. No había nada más que ansias y hype en el ambiente, y es que, más allá de que la agrupación creadora de obras maestras como ‘Rust In Peace’ (1990) venía bastante seguido en la primera mitad de la década pasada, la verdad es que pasó tanto entre medio, que dio paso a un fenómeno peculiar.
La envergadura del público adulto joven y adolescente era altísima. El impacto generacional del último trabajo de estudio se sintió en los seguidores de Megadeth, y ante la figura de un Vic Rattlehead implacable en el telar que cubría la parte trasera del escenario, el azote de «The Sick, the Dying… and the Dead!» desató la demencia de forma burbujeante y rabiosa. La masa de gente se convirtió en una explosión de neutrones cargados de energía que se movían en direcciones algo impredecibles, en la medida que los moshpits luchaban por hacerse un lugar en múltiples sectores de la cancha.
Pero la sorpresa llegó con «Skin o’ My Teeth», clásico absoluto del ‘Countdown to Extinction’ (1992) que Mustaine y cía. no tocaban en vivo desde 2018. El fill inicial de batería de Verbeuren lo dejó claro, y los saltos, gritos y circle pits reventaron ante los icónicos riffs de dicha canción. ¿El coro? Se sintió en todo Movistar Arena, y es que era imposible no sumarse ante al «no escaping pain, you belong to me, clinging on to life, by the skin o’ my teeth«. Lo mismo con el tema homónimo del ‘Dystopia’ (2016), quien trajo la cuota melódica y moderna ante una audiencia chilena que armonizaba con las guitarras del colorado y Teemu. No servía de nada spoilearse con el setlist de Lima, Megadeth estaba viajando por toda su carrera a su pleno antojo. Un verdadero gusto, a decir verdad.
La llegada de los clásicos
Como el subtítulo dice, los clásicos son clásicos. Siempre lo serán, y el cariño que yace bajo estos es inconmensurable, por eso que la interpretación de «Hangar 18» fue totalmente estruendosa, con cada asistente celebrando el duelo de guitarras de Dave y Teemu en el acto final de dicha canción, intercedidos por el grito «ME… GA… DETH!» al mismo son de la sección rítmica. Por su parte, «Sweating Bullets» dejó entrever el lado más histriónico de Megadeth, con la siempre impactante interpretación de Mustaine que tenía a todo el mundo siguiendo el juego. Y para darle más sazón, otra sorpresa con «This Was My Life».
De esta forma, cada hit llegaba con vigor ante un público extasiado que estaba en la palma de la mano de Mustaine. Así se dejaban caer «Angry Again» con saltos inagotables, «She-Wolf» con circle pits instantáneos y gritos armonizando con las guitarras finales, la demoledora y melancólica «Trust» extrayendo los saltos más altos y duraderos de la noche, y «A tout le monde» poniendo a llorar a cientos y a gritar sus conmovedoras letras a miles como el himno más grande de todos. Los fans con mayor edad con sonrisas dibujadas en sus rostros, y los más jóvenes con nada más que energía a flor de piel aceptando cada regalo de Megadeth para Chile.
«Symphony of Destruction» desató la dinámica de gritar «Megadeth, Megadeth, aguante Megadeth» al unísono del icónico riff, y «Tornado of Souls», presentada previamente como una canción «sobre el clima» ante un Mustaine que recibía ovaciones por donde se paseara, liberando uno de los mejores solos jamás compuestos en el metal, con un Teemu interpretando cada nota con oficio, alma y corazón. El paso al encore llegó con el hit de su último trabajo, «We’ll Be Back» abriendo circle pits cada vez más y más grandes».
El capítulo final de Megadeth en Chile
Con un James LoMenzo protagonista y un Dirk Verbeuren aplastando el bombo con un sencillo beat, la bassline inmortal de «Peace Sells» hizo gritar a absolutamente todos. El movimiento más thrasher del final, con los gritos desaforados que recitaban «peace sells! but who’s buying?» reclamaban todo a su paso, mismo momentum que tomó «Mechanix» –que no estaba incluida en el setlist originalmente–, que mostró el rostro más agresivo y energético del público chileno, invocando incluso una bengala que enrojeció el panorama.
Con la adrenalina por las nubes, y con un Dave denotando que una canción como la que tocaría ahora sigue siendo importante el día de hoy con todo lo que sucede en el mundo, llega la poderosa «Holy Wars… the Punishment Due» que dio el último obsequio y cerró con broche de oro una jornada disfrutada a más no poder.
Todo el mundo tenía calor. Todo el mundo quería más, pero la verdad es que no muchos pueden jactarse de que ese sea su terrible destino. Así es Megadeth, siempre faltarán canciones con ellos. No importa cuanto tiempo tengan para tocar, siempre faltarán clásicos, gemas, piezas más escondidas, discos enteros incluso. Pero eso es algo que tan sólo pueden decir algunos en el mundo. Este, el regreso de Megadeth a Chile, es la epítome de lo que es un relato de campeones.
Setlist de Megadeth en Chile:
- The Sick, the Dying…and the Dead!
- Skin o’ My Teeth
- Dystopia
- Hangar 18
- Sweating Bullets
- This Was My Life
- Angry Again
- She-Wolf
- Trust
- A tout le monde
- Tornado of Souls
- Symphony of Destruction
- We’ll Be Back
- Peace Sells
- Mechanix
- Holy Wars… The Punishment Due
Revisa la galería de fotos a continuación: