Asking Alexandria en Chile: "¿Nos extrañaron? Porque nosotros sí"

Escrito por Francisco Norambuena
Fotos por Francisco Aguilar

Después de una larga espera de nueve años, finalmente tuvimos el privilegio de presenciar el regreso de Asking Alexandria. La expectativa se vio recompensada con creces cuando la banda subió al escenario de un coliseo abarrotado, ante un público aún más diverso de lo habitual. Su presentación fue una exhibición sólida de talento y energía, recordándonos por qué son considerados una de las bandas más importantes en la historia del metalcore. Este emocionante retorno nos retribuyó por la paciencia durante todo este tiempo, dejándonos con una sensación de satisfacción y expectativas para futuras oportunidades de disfrutar su música en vivo. Esperamos ansiosamente que la próxima espera no sea tan prolongada como esta, pero confiamos en que valdrá la pena.

Para dar inicio a una noche llena de energía desbordante y ansias de entrega total, el quinteto santiaguino Diametral cautivó a la audiencia con un setlist poderoso y contundente. Su ascendente carrera en la escena del metal chileno se hizo evidente, demostrando por qué han alcanzado un lugar destacado en la industria. Con temas como «Artificial Euphoria» y «Identidad Forzada», la atmósfera se volvió efervescente, desencadenando los primeros mosh pits de la noche. Además de su impecable ejecución musical, la banda compartió con nosotros la emoción de este hito en su trayectoria, agradeciendo a Asking Alexandria por la oportunidad de abrir el espectáculo. Antes de concluir con su propia canción «Hell in Me», brindaron un tributo al público con una parte de «The Final Episode», ofreciendo un vistazo de lo que nos aguardaba esa noche.

A pesar de la emoción anticipada por el espectáculo que estábamos a punto de presenciar, no pudimos evitar reflexionar sobre el anuncio reciente de Benjamin Bruce, cariñosamente conocido como «Tío Ben» entre sus seguidores, guitarrista de Asking Alexandria. A tan solo dos meses del tan esperado concierto, Bruce anunció su retiro para dedicar tiempo a su familia, una decisión comprensible dada la exigente vida de un músico en constante movimiento.

Con un dejo de nostalgia, la noche del 27 de febrero en el Teatro Coliseo comenzó de manera impactante, con las luces apagadas y los primeros acordes de «Closure» resonando entre empujones, tirones, patadas voladoras y hasta alguna zapatilla volando sobre nuestras cabezas. Nos abrimos paso entre el caos hacia lo que prometía ser un setlist cargado de energía y lleno de recuerdos.

El espectáculo se divide claramente en dos partes, aunque sin pausa entre ellas, ya que como señaló Danny Worsnop, no había tiempo que perder entre canciones y mucho menos durante el tan esperado «Encore»; la fiesta debía continuar sin interrupción.

En la primera parte del show, la banda nos presentó canciones de sus álbumes más recientes desde su última visita a Chile en 2015. Temas como «Alone Again», «Into the Fire», «Where Did It Go» y «Dark Void» dejaron en claro que los seguidores de Asking Alexandria convertirían cada canción en un himno, entonando en unísono cada verso con fervor.

La emoción era palpable entre los asistentes, y al dirigir la mirada hacia el escenario, era evidente que la banda compartía ese sentimiento. Cameron Liddell, en particular, destacaba por sus gestos de agradecimiento y sus muestras de cariño hacia el público, tomándose el tiempo necesario para contemplar a los fans entregados por completo a ellos.

La segunda parte del espectáculo que Asking Alexandria tenía preparada para nosotros comenzó con un regalo que parecía surgir de los anhelos de los fanáticos. Danny nos obsequió una versión acústica de «Someone, Somewhere», y no fue que sonara tenue ni que se apagaran los monitores; fue el propio público quien decidió elevar su voz para agradecer ese momento especial. A partir de este punto, la energía del concierto fue en aumento, llevándonos a un estado de júbilo casi incontrolable. La banda dedicó esta parte del show a los seguidores que disfrutaron de álbumes como «Stand Up and Scream» o «Reckless and Relentless», interpretando canciones como «To the Stage», «A Prophecy» y, por supuesto, «The Final Episode». Estos momentos, sin duda, quedaron grabados en la memoria de todos como parte de una noche verdaderamente única.

Finalmente y para cerrar la velada saltariamos todos juntos unidos por «Alone in the Room», esa canción que marcó el regreso de Danny Worsnop a la banda con su estilo vocal único, y es que nos tendríamos que sentar en el suelo del Teatro Coliseo una vez terminado todo, tomarnos un momento para reflexionar sobre la experiencia que acabábamos de vivir. Sabíamos que los momentos compartidos, los gritos y los cánticos resonarán en la memoria de la banda mucho tiempo después de que las luces del escenario se apagaran.