Escrito por Oscar Cortés
Fotos por María Loreto Plaza (@estricolor)
El Festival de Viña del Mar comenzó a lo grande, trayendo un inicio lleno de emociones, música y un enfoque solidario más que importante. Y es que ya partiendo con un show de apertura de tan gran nivel, donde se hicieron presentes Kidd Voodoo, Soulfia, Juanita Parra y Consuelo Schuster, se veían venir grandes cosas en esta primera noche. Algo que, al final, resultó cierto gracias a un gran espectáculo por parte de la Competencia Internacional, la Competencia Folclórica y, por sobre todo, gracias a los increíbles shows de Alejandro Sanz y Manuel Turizo que brindaron en Viña 2024.
Alejandro Sanz: Un eterno romántico
Si hablamos de artistas que han marcado una época y han sabido mantenerse como leyendas en nuestra música en español, Alejandro Sanz es indiscutiblemente uno de ellos. Un cantante como ninguno otro, cargado de un talento especial para llegar a los corazones de las personas y transmitir los sentimientos de una manera poderosa. Por esa misma razón, fue la elección perfecta para comenzar, de la mejor manera, toda esta fiesta de la música que significa el Festival de Viña del Mar.
De hecho, apenas apareció en el escenario al ritmo de “No es lo mismo”, se sintió una poderosa energía dentro de la Quinta Vergara. Los gritos y los aplausos parecían sacados de enormes parlantes, pero no eran más que una genuina demostración de amor y admiración por parte del monstruo. Esa sensación, se notaba que envolvía tanto al cantante como a la banda, quienes no se quitaban la sonrisa de encima e incluso la llevaron durante toda la hora y media que duro el concierto.
De esta forma, siguieron temas como “Lo que fui es lo que soy”, “Deja Que Te Bese”, “El alma al aire” y “Regálame la silla donde te espere”, todos temas que fueron cantados por el público de principio a fin. Para ese momento, la conexión que había entre los dos protagonistas -público y artista- era enorme, nada podía salir mal desde ese punto, pues todos estaban entregados a seguir disfrutando como nunca.
Como parte normal de nuestra identidad en los conciertos, llegaron los gritos de mijito rico, los cuales solo pudieron ser frenados con “Looking for Paradise”, una de las grandes colaboraciones de Alejandro Sanz. Luego, siguió con “La fuerza del corazón” y “Amiga mía”, dos de sus más grandes canciones y que demostraron toda la pasión de los asistentes, ya que la Quinta Vergara se transformó en un karaoke que erizaba la piel.
Toda esa sensación, debía ser premiada. Por lo que, luego de ese momento, entraron los animadores para entregar ambas Gaviotas al artista. Un reconocimiento más que merecido y que el público celebró a base de aplausos y gritos. Momento donde, además, Alejandro no quiso dejar de recordar que todavía la quinta región necesita de nuestra ayuda.
Ya para terminar, fue el turno de “Corazón partío”, “Viviendo de prisa” y “Mi soledad y yo”, canciones perfectas para cerrar con broche de oro su presentación. Una presentación que demostró toda la pasión inigualable del español y su dominio inequívoco del escenario. Sin lugar a duda, una gran manera de abrir la primera noche del Festival de Viña del Mar.
Competencia Internacional y Folclórica
La primera de las competencias en partir fue la Competencia Internacional, contando con la representación de México, Chile y España. El primero en aparecer fue Eddy Valenzuela, el representante mexicano junto a su canción El Maestro, la cual nos mostró la gran voz del participante y su indiscutible raíz, logrando un promedio de 5.4. El segundo artista fue Charley Benavente, el representante chileno con su canción Arauco, trayendo una melodía rock con un coro pegadizo y sencillo de recordar, obteniendo un 5.5 de promedio. El último en salir fue Enrique Ramil, el representante español con su canción La Última Vez, un tema más sentimental e interpretado con mucha alma, consiguiendo un 5.6 de nota.
Siguió el turno de la Competencia Folclórica, donde Argentina, México y Perú salieron al escenario. Los primeros en aparecer fueron AHYRE, los representantes argentinos junto a su canción La Luna, un tema que transmitió mucha pasión junto a una hermosa coreografía, alcanzando el 5.6 de promedio. Luego, fue el turno de Yaneth Sandoval, la representante mexicana con su canción Flor de Campo, donde pudimos escuchar toda la increíble potencia de su voz, obteniendo un 5.8 de nota. Para terminar, fue el turno de Ruby Palomino, la representante peruana con su tema Canción Para un Planeta Triste, entregando una letra que busca concientizar sobre los daños que le producimos al planeta, obteniendo un 4.8 de nota.
Manuel Turizo: La juventud triunfante
Para algunos, Manuel Turizo puede ser un total desconocido, pero la realidad es que hoy por hoy es uno de los artistas más escuchados en nuestro continente. Y es que con apenas 23 años, el colombiano ya es poseedor de grandes hits que no dejan de acumular millones de reproducciones, posicionándolo como una de las nuevas estrellas de la música en español. Por esta misma razón, se le encargó cerrar la primera noche del Festival de Viña y lo hizo a lo grande, trayendo una actuación increíble, donde el público no dejó de cantar ni de bailar durante toda la hora que duró su espectáculo.
Acompañado de una increíble banda y un equipo de baile que sumó mucho al escenario, Manuel Turizo comenzó con “La nota” y “Mala costumbre”, canciones que instantáneamente llenaron de energía a la Quinta Vergara. Aprovechando esta rápida conexión con sus fanáticos, el artista decidió dirigirse al público y hasta se dio el tiempo de cantarle feliz cumpleaños a un seguir suyo, demostrando lo feliz que se encontraba por estar cumpliendo su sueño de cantar en este festival.
Con esa alegría, siguieron temas como “Desconocidos”, “Los cachos”, y “Déjala que vuelva”, siendo esta última, especialmente, coreada de una manera pocas veces vistas. El poderío con el que la gente cantó fue tan impresionante que resonó en todas las partes del recinto, demostrando que en menos de 20 minutos el colombiano ya había domado al monstruo.
Tras eso, Turizo se dio un espacio para cantar de manera más personal, interpretando “Quiéreme mientras se pueda” y “Culpables”, dándoles un toque más personal para preparar a su público con lo que se venía. De esta forma, luego de ese espacio más calmado, cantó tres de sus más grandes éxitos, “Una lady como tú”, “La bachata” y “Vagabundo” ¿El resultado? La entrega de las dos Gaviotas.
Luego de demostrar su emoción por los premios obtenidos, el artista presentó sus dos últimas canciones, “Vaina loca” y “El merengue”. De esa forma, entre el baile y la diversión, el joven cantante dio por finalizada la primera jornada del Festival de Viña del Mar, pasando con una nota sobresaliente este desafío y demostrando por qué en la actualidad tiene una de las actuaciones más interesantes del género urbano internacional.
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