Escrito por Felipe León
Fotos por Pedro Downey
La abultada oferta musical en directo que se vive hoy en día se ha sentido con mucha fuerza, debido a la amplia gama de sonidos y proyectos que aterrizan cada semana en Santiago y Chile en general. Esperados regresos pero también impensados debuts, que de alguna u otra manera se transforman en sueños cumplidos, como fue el caso de los norteamericanos Revocation.
La banda fundada en Boston a mediados de la década de los 2000’s posee una fanaticada selecta pero relevante, la que se dejó sentir desde temprano para así no perderse ninguna de las novedades que ocurrirían en Club Blondie el sábado 9 de diciembre. Acertada decisión que se transformó en algo así como un premio doble, o triple, teniendo en cuenta el poderío vertido por los dos actos que dieron el vamos a la jornada.
Apertura al caos
A eso de las 19 horas partía la primera banda, MasaCritika, que digamos fue de menos a más. No en sus planteamientos, al contrario, desde la partida se manifestaron con propiedad sobre el escenario al mostrar su sólida propuesta adyacente tanto al mundo del hard rock como del heavy metal, sino que en la respuesta del público. La gente comenzó a tomar confianza de a poco, al son de estas épicas, pesadas y consientes piezas que el grupo desplegaba con gran atino, y una clara alusión a la importancia de los pueblos originarios transmitida por su lírica. Por lo mismo, los aplausos al final fueron más que ganados.
Todo lo contrario ocurrió con Torture Machine, un proyecto más cercano al sonido de death metal que hace Revocation. En ese sentido, el recibimiento por parte de la audiencia hacia la banda fue instantáneo, tanto por la ya mencionada cercanía como por la apuesta en sí, de claro tacto infernal y gutural. Todo bajo una lógica ominosa que sus integrantes manejaban al pie de la letra, contribuyendo a la estruendosa densidad que sus canciones brindaban a un público ¿asombrado? Para que vean el gran nivel que se puede encontrar en la escena local. Un lujo de presentación.
Un encuentro violento
Toda una perfecta sincronía de sucesos escabrosos que sería perfilada a su propio modo por el acto insigne de la noche, Revocation, que luego de varios años tocando y girando, finalmente pudieron debutar en nuestro país. Y sí, hubiese sido ideal contar con más gente en Club Blondie, pero seamos honestos, tampoco importó demasiado.
Debido a la aguerrida proposición que los tres integrantes de la banda hicieron al público chileno, porque la banda lo entregó todo para así transmitir la adrenalina y tecnicidad de su avasalladora propuesta de death metal técnico con concesiones a la locura del thrash. Y la respuesta fue más que óptima, generando algunos circle pits, saltos, headbanging, empujones, y por supuesto, mucha felicidad.
Revocation sabe perfectamente lo que puede hacer la música a la gente, así que bajo esta lógica congregaron de la mejor forma posible los tantos años que llevan en el ruedo, conectando con sus pares y con ellos mismos. Pues, resultó gratificante como audiencia constatar lo felices que se veían cabezeando, gritando, haciendo solos… en fin, cumpliendo sueños.
La vigencia de Revocation
Con un demoledor concierto de 11 canciones, Revocation le hizo honor al lugar que se han ganado gracias a discazos como Deathless (2014) o The Outer Ones (2018), por nombrar algunos. De los cuales sonaron «Madness Opus» y «Of Unworldly Origin» respectivamente.
Una amena forma de conocer la oscuridad y agresividad del trío, que fue retribuida por la incombustible locura que se vivía en la cancha de Club Blondie. A su vez, temas como «Dismantle the Dictator» del impredecible Existence Is Futile (2009) cautivaron la escucha atenta de la gente, al constatar el uso de patrones rítmicos extraños pero solventes a la propuesta general del proyecto.
Sin embargo, gran parte del setlist estuvo marcado por su reciente larga duración Netherheaven, un trabajo que apareció el año pasado y que rápidamente pasó a ser de los más celebrados. Esto resulta admirable, sobre todo conociendo el tiempo que llevan creando música. En ese sentido, la mística no se pierde, solo se traspasa a nuevas formas de interpretar la locura.
«Diabolical Majesty», «Godforsaken», «Lessons in Occult Theft» o «Nihilistic Violence» fueron solo algunas de las violentas piezas desatadas por Revocation durante el show, las que serían recibidas como un gran abrazo. Un debut para recordar.
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