Escrito por Felipe León
Fotos por Aaron Castro
El 2023 comienza a decir adiós, y con este otro gran año para la música nacida y crecida en esta larga y angosta franja de tierra. Un panorama variopinto que como ya es costumbre se manifiesta de manera íntegra en la reconocida Feria Pulsar, que cada año se realiza en la Estación Mapocho.
Una primera jornada de día viernes que acogió una variedad de sonidos que van desde la cumbia y el folclore al pop, rock o hip hop, donde pudimos ver actos consagrados por décadas o incluso una nueva sangre que cada día tiñe con más presencia el panorama local. Pero hubo mucho más.
Ambiente general
Si bien la representatividad puede ser un problema considerable, iniciativas como la Feria Pulsar buscan a su propio ritmo emparejar la cancha, tanto con las distintas presentaciones que ofrece en las terrazas y Sala de artes como en los propios stands que podemos encontrar. Una convivencia más que necesaria si se pretende retratar la realidad musical imperante en Chile.
En ese sentido, el ambiente se torna colorido dado el reflejo social y cultural que colinda de la manera más amplia posible durante el evento, con rangos etarios que van desde la infancia a la tercera edad. Una dinámica sobre diversidad que cala hondo incluso dentro de las generaciones mismas, algo que a simple vista es obvio en todas las latitudes del mundo, pero que si miramos bien refleja un síntoma histórico de lo que es Latinoamérica y su gente.
Más allá de los estragos del colonialismo (y a consecuencia de esto mismo), esta parte del mundo posee también la llave para comprender o tolerar la existencia del otro, y enterrar los prejuicios o el odio. Por lo mismo, instancias como Feria Pulsar exponen desde sus bases la representación como motor de construcción de un mañana, sí, pero más importante aún del presente, en el que pueda coexistir la convivencia y cooperación entre pares.
Incluso para aquellas almas o entidades que apuestan por el auto exilio como subsistencia artística, Feria Pulsar tiene un espacio guardado.
Expositores
Esta narrativa se refleja con mayor integridad en la amplia vitrina de expositores impresa a lo largo de la Estación Mapocho. Desde sellos musicales pasando por tiendas de discos, libros, ropa, tecnología y arte en general, la explanada florece una gran cantidad de realidades que subsisten a lo largo de Chile, y que son parte de este cuerpo cultural que moviliza la expresión para que pueda sortear cualquier obstáculo material, y así llegar (ojalá) a tu reproductor musical de preferencia.
Y si no lo hace, de todas maneras existen instancias como Feria Pulsar que se realiza en pleno centro de la capital, abierto a precios módicos para quien desee una experiencia más cercana con todas esas personas artífices de que esto ocurra. Porque algo de suma relevancia que sucede tiene que ver con conocer a la gente que está detrás, y tener la oportunidad de hablar sobre temas afines al funcionamiento en y tras la música con esta.
Bajo esta lógica, cada uno de los stands representa una puerta de entrada a un universo en particular donde te puedes llevar más de alguna sorpresa para la casa. Ya sea como memoria o un objeto físico como un disco. Todo es aprendizaje y experiencia.
Música en vivo
Ahora, tampoco hay que alejarse de la motivación principal de todo el asunto: la música. Un corazón que late a distintas pulsaciones, así como las propuestas que dieron el vamos al viernes 8 de Feria Pulsar.
Sala de las Artes
Sin dudas, la Sala de las Artes fue el espacio que más gente acogió, pues los actos de mayor convocatoria (sean nuevos o antiguos) fueron convocados durante el día en dicho lugar. Aparte cierta mística tiene ese fuerte cambio de atmósferas que se generaba al entrar y salir de ahí, por ejemplo, cuando estaba tocando Arte Elegante, La Sonora de Tommy Rey o Santa Feria. Verdaderos actos de baile, fiesta y salto, a la par con el ambiente tranquilo que se respiraba afuera.
O dentro mismo, pues esa beta más enfiestada se vio intercalada por proyectos musicales que llevaron el deleite hacia sonidos introspectivos y liberadores. De este modo, Pascuala Illabaca y Fauna, Parasyche y Camila Moreno terminaron por coronar el atractivo de esta sala.
Showcases
De camino a las terrazas donde estaban ubicados los otros escenarios junto a propuestas gastronómicas y bebestibles, es necesario pasar por los stands, siendo algunos de sus atractivos las presentaciones o showcases en formato mínimo pero relevante que puedes encontrar. Aquel espacio es aprovechado tanto por actos independientes y nuevos como algunos consagrados de larga data.
Bajo este flujo de estímulos sonoros la gente pudo toparse con Gomitas Ácidas en Sello Leviatán, Chini.png en Sello Fisura/Club de Fans, Idea Blanco en Sello Casata, Carlos de Cruces en Juglares Modernos, o Reina Minerva en La Liebre Record. Pero también Ivania Franshesca y Perez Lucho en Cultura Natural, Candelabro en Audiomúsica, Anamaria en Alvayay Comunica, El Otro Astronauta en Aurora Música, BroteMusic en Maule Creativo, o Angelo Pierattini acompañado por Martín Silva en gráfica Popular, que contó con un gran dueto con Catalina Plaza.
Terrazas
El ambiente que se vivía en las Terrazas también contó con grandes sorpresas, siendo dos escenarios ubicados frente a frente que intercalaron distintos momentos musicales. Por una parte, el escenario oriente o Terraza 1 tuvo a grandes nombres del ayer y hoy como Javiera y Lavanda, Marcela Parra, La Tintolea, La Concuerda, Valentina Marinkovic, Eduardo Gatti, y Los Ramblers.
Por otro lado, el deleite del escenario poniente o Terraza 2 contó con la ilustre presencia de Diego Morales, María Colores, Martín Acertijo, Felipe Grandón, Horacio Salinas y Romilio Orellana, Mauricio Redolés y La Nueva Imperial. Universos por sí mismo que sellarían el primer día en Feria Pulsar. Todavía quedan dos.
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