Live Review

The Cure en Chile: Perdidos un jueves para despertar enamorados un viernes

Escrito por Juan Pablo Ossandón
Fotos por Andie Borie y DG Medios

 

¡Qué difícil hablar de esto, Dios! Tantas emociones y memorias involucradas tras una larguísima espera de 10 años. Una década de nuestras vidas para todos aquellos que les pudieron ver el 14 de abril de 2013, en el debut de los británicos en nuestro país. Dejen decantar eso. The Cure, una de las bandas más importantes de la historia, había pisado nuestro país sólo una vez. Familias enteras se formaron en estos años, las vidas de muchos avanzaron, quizás cuántos problemas y vicisitudes hayan enfrentado, pero la música de Robert Smith y los suyos siempre estuvo ahí para acompañarles, por lo que, y finalmente esa espera se terminó. Un retorno que marcó la primera vez de muchos otros tantos, la que finalmente terminaría por acontecer la noche de un jueves 30 de noviembre en un ansioso Estadio Monumental.

Tras las presentaciones de las agrupaciones nacionales The Cruel Visions FrioLento, además de los irlandeses debutantes Just Mustard, un velo sonoro de lluvias y tormentas eléctricas inundó todo el recinto como si estuviesen tratando de ahogar los colores cálidos y brillantes de la calurosa primavera santiaguina, para dar paso a una noche más fría que de costumbre, ambiente perfecto para el arribo de los baluartes del rock gótico y el post-punk.

Primero lo primero, y es que el concierto fue extenso. Más de dos horas y media de canciones fueron las desplegadas para perdernos en una noche de ensueño, dejando florecer nuestros anhelos y miedos, en el que la propia impronta estética de luces dejaba correr más de algún escalofrío por nuestras espaldas. Desde el primer minuto con «Alone», no había cara alguna sin una sonrisa marcada, aún si es que se trataba de una canción que aún no es lanzada al mercado, o bien, el mar de voces con «Pictures of You» –con una foto de Mary Poole en la pantalla principal, la esposa de Robert Smith– que trajo inmediatamente una postal preciosa que se repetiría una y otra vez a lo largo de la velada.

Los sonidos más vívidos de «High» levantaron aplausos al unísono y «Lovesong» trajo los primeros saltos acompañados de apasionadas voces que recitaban dichos versos sentidos que más de alguna vez habrán dedicado a algún amor. Pero si algo fue totalmente precioso, y porqué no, una expresión de ternura de lo más honesta que se haya visto del público chileno, fue en «And Nothing Is Forever», canción que formará parte de su próximo trabajo discográfico sin ser lanzado aún, en el que la audiencia ondeó durante todo el minutaje de la pieza sus luces telefónicas, en un panorama estrellado que fue bastante conmovedor.

Por lo demás, Robert Smith es una persona sencilla –así como SimonJason, y el resto de sus compañeros–, de expresiones simples en sus interacciones, casi tímido incluso. Sin embargo, el magnetismo que rodea su persona es única, puesto que su voz que se mantiene inmaculada después de más de 40 años de carrera y una interpretación siempre comprometida y emocionada suscita todo tipo de sensaciones y emociones ante la llegada de tracks sorpresivos como «Burn» y «Kyoto Song». Verdaderos regalos que conforman recuerdos de aquellos que se quedan con uno, y si no me creen, busquen cualquier video de «Fascination Street» y díganme que no sienten la profundidad rítmica de tamaña pieza.

Uno de los momentos más celebrados de la noche, y una de las más dinámicas también, fue esa tripleta de éxitos que se mandaron los británicos, convocando saltos inagotables de una masa hambrienta de cualquier pieza de su discografía. Es con esto que un tema como «Push» fue entonado como un clásico a la par de las siguientes «Inbetween Days» y «Just Like Heaven», en el que el Monumental sonó bastante fuerte. Lo que contrastó de inmediato con el post-punk oscuro y gótico proveniente del ‘Seventeen Seconds’ con «At Night», «Play for Today» y la sigilosa «A Forest», pintando el escenario en verdes y morados que acompañaban esas notas tan enigmáticas como reconocibles.

Tras «From the Edge of the Deep Green Sea» y «Endsong», se dio paso al primer encore de la noche, uno que no estuvo exento de una densidad emocional particularmente alta. Después de todo, nos dejó a un Smith recitando con nada más que puro sentimiento «It Can Never Be the Same», uno de los tantos deep cuts que formaron parte del show, que sería seguido por la ominosidad dreamy de «Want». Pero, si algún instante se quedó con la medalla de momento más catárquico, fue con ese dúo de canciones del ‘Disintegration’, dejando los gentiles sintetizadores de «Plainsong» maravillar a todos los presentes contrastando con los constantes usos de la cortinilla, que derivaron en la totalmente monumental pieza homónima de dicho trabajo. Un verdadero lujo.

De cara al final definitivo de la presentación, The Cure no se guardó nada, dejando caer sus temas más coloridos y vibrantes de su discografía, pero no sin antes desplegar la melancólica «Lullaby». Nuevamente, el plan era dejar a todo el mundo contento, con una bombástica interpretación de «The Walk» incluida. De ahí el resto, bueno, sólo quedaba bailar y cantar como si no hubiese un mañana, expresar con júbilo la alegría infinita que producía ver a los músicos en escena, y declarar nuestro amor –bajo cualquier significado que eso pueda contemplar– con «Friday I’m In Love», «Close To Me», «Why Can’t I Be You?» y «Boys Don’t Cry». Dios que agradable recordar eso incluso ahora, a menos de un día del show, en una noche en la que nos entregamos a perdernos en los mundos de ensueño de The Cure, para despertar enamorados un viernes como hoy.

Por favor no se demoren 10 años en volver. Qué show más tremendo.

 

Setlist:

  1. Alone
  2. Pictures of You
  3. High
  4. Lovesong
  5. And Nothing Is Forever
  6. Burn
  7. Fascination Street
  8. Kyoto Song
  9. A Night Like This
  10. Push
  11. In Between Days
  12. Just Like Heaven
  13. At Night
  14. Play for Today
  15. A Forest
  16. Shake Dog Shake
  17. From the Edge of the Deep Green Sea
  18. Endsong
  19. It Can Never Be the Same
  20. Want
  21. Plainsong
  22. Disintegration
  23. Lullaby
  24. The Walk
  25. Friday I’m in Love
  26. Close to Me
  27. Why Can’t I Be You?
  28. Boys Don’t Cry

Revisa la galería de fotos a continuación:

Juan Pablo Ossandón

Director de Expectador.

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