Escrito por Felipe León
Fotos por Andie Borie
Varios años tuvieron que pasar para finalmente tener a Robb Flynn y compañía nuevamente en Chile. Y no podía haber mejor momento para hacerlo, dado el carácter renovador que significó en la carrera de Machine Head su último disco, Øf Kingdøm and Crøwn (2022).
Convengamos que aquel trabajo fue una subida sustancial con respecto a lo que venían haciendo antes. No me malinterpreten, cada disco de Machine Head tiene lo suyo. Sin embargo, la inspiración parece estar una vez más al tope, lo que seguramente repercutirá en el ápice de culto que conseguirá el álbum con el tiempo. Pero si hay algo claro es lo bueno que estuvo su tercer concierto en el país.
Machine Head: Clásicos del groove metal
Alimentar la locura. En ese lema se puede definir la sólida presentación dada por Machine Head en el Teatro Coliseo, puesto que el incesante flujo de canciones animó en todo momento el desenfreno. Una fulminante entrega por parte de la banda, pero también de un público que saltaba cuando Flynn lo pedía, pero también por iniciativa propia. Lo mismo con los gigantescos circle pits que fueron la tónica en varios momentos del show.
Bajo estos parámetros, el grupo consolido toda una carrera de 30 años en base a una seguidilla de éxitos clásicos (y posibles hits futuros). En ese sentido, las tres paradas obligadas fueron Burn My Eyes (1994), clásico noventero que definiría una forma mucho más libre de hacer groove metal. Un sonido bastante de moda en esa época.
Por lo mismo, la fanaticada más old school pudo disfrutar a concho de temazos como «Old» o la tremenda «Davidian».
La oscura resurrección
Otra de las estaciones predilectas fue The Blackening (2007), para muchos la mejor obra de Machine Head. Eso queda para otra discusión, pero lo que no es discutible es lo bien que sonaron en vivo estas distintivas canciones, generando todo tipo de sentires en la audiencia. No por nada, la emoción se hizo palpable de forma genuina cuando sonó «Aesthetics of Hate», con un Flynn bastante entregado al significado de superación que ofrece dicho tema.
Pero no fue el único, pues la banda sacaría a la luz otro tesoros del disco, como es el caso de «Halo», reservada para darle un cierre maravilloso a la velada. Pero en general, los norteamericanos recorrieron casi todos sus álbumes, ya sea el precedente nu metal de The Burning Red (1999) con «From This Day» o el oscuro Bloodstone & Diamonds (2014) con «Now We Die«.
Machine Head: Rejuvenedora maduración
No pasemos por alto los frutos cosechados de su ya mencionada reciente obra. Precisamente, la gira se enmarca en la promoción de aquel disco, y para sorpresa de los menos familiarizados con Øf Kingdøm and Crøwn, sus canciones están tan al nivel de sus clásicos. Por lo menos, así se sintieron cuando sonó «CHØKE ØN THE ASHES ØF YØUR HATE» o «NØ GØDS, NØ MASTERS».
Pero más allá del ruido y la pesadez, el humor de Flynn ayudó a hacer aún más ameno el concierto. Puede sonar anécdota, pero el hecho de que Machine Head tocara por unos instantes «All the Small Things» de blink-182, demuestra lo atento que siempre ha estado respecto a otros tipos de música. Tampoco es que sea algo tan extraño, pero por lo bajo, curioso.
Pero la guinda de la torta llegó con la versión de «Hallowed by the Name» de Iron Maiden. Interpretación acomodada al estilo de Machine Head, y que sin dudas, encantó al público. Lo dieron todo. Lo dimos todo.
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