Escrito por Juan Pablo Ossandón
Fotos por Alejandra Besoain
El rapero argentino-español lanzó en enero el increíble mixtape ‘El hombre hace planes, Dios se ríe’, cosechando aclamaciones desde distintos sectores del panorama, así sean sus colegas, la crítica o su abultada fanaticada. Gracias a este motivo, es que Dano –el alias de Danilo Amerise Díaz– llegó a nuestro país para presentarse en una esperadísima fecha en Club Chocolate para una jornada de un hip-hop puro y duro.
El venue, totalmente repleto, se vino a oscuras puntualmente a las 21:00 hrs, y con un público exclamando desaforadamente sus ansias, las siluetas de Dano y DJ Swet se tomaron el escenario. De esta forma, y sin rodeo alguno, el MC da el vamos con «Skip Intro», denotando inmediatamente el arrastre que tiene su último trabajo, ya que lo común era ver decenas y decentas de asistentes vociferando los versos de este corte drumless –el cual abre tanto el mixtape como el show–.
Como era de esperarse, el rapero se enfocó bastante en entregarnos múltiples tracks de ‘El hombre hace planes, Dios se ríe’, por lo que los sonidos más clásicos y de elegante producción fueron la tónica. Desde el boom bap hasta el hip-hop abstracto, la audiencia quedó enclaustrada en los designios líricos de temas como «Operaciones» y «La Base», disfrutando de las vibras generadas por la propia sinergia del momento, razón por la cual las más acaloradas y jazzraperas «Susurrar» y «Con Billetes» levantaron la temperatura, confirmando de sobremanera que el invierno quedó detrás.
Dano es un hombre con calle, mundo, y bueno, muchísimo, pero muchísimo recorrido. En ese sentido, no es sino natural el carácter agradecido y siempre lúcido del rapero, quien siempre se tomaba un momento para brindarle flores a sus influencias como Nas, Lin Que o J Dilla, quienes tomaban presencia constantemente en forma de samples. No sólo eso, sino que siempre entregaba cumplidos a sus colaboradores usuales y amistades, como Juicy BAE, Rels B en «35 Grados», o el buen Elio Toffana –con quien comparte además en el colectivo artístico Ziontifik–, que apareció referenciado en temazos de calibre como «Balón de Oro» y «La Herencia».
Por lo demás, Dano goza de una personalidad magnética, siempre encontrando palabras y frases que recitar en todo segmento. Venerando a su compañero DJ Swet –con la promesa de que la próxima vez vendría con una GoPro que mostrase de cerca sus habilidades con las perillas–, jugueteando con las circunstancias, o bien, avivando al público a su gusto. De ahí que haya logrado la demencia pura al dividir la cancha en dos en «Nitrógeno», para engendrar un moshpit que no se detuvo en todo el minutaje del track. Misma historia con «Collabo con Nas». El MC sabe que Chile es apasionado, y se dio el lujo de conducir ello a su antojo.
Después del temazo que es «Christopher Lambert», y un público que no daba brazo a torcer, coreando «Ooh, Dano no se va, no se va, no se va, Dano no se va», el artista agradecido con la respuesta cálida, termina por llamar a Jonas Sanche para interpretar uno de los mejores cierres de un show de hip-hop que se haya visto. Siendo «ULTRA FAT» –del reciente ‘LEGEND’ del chileno– la escogida, el frenesí lírico barra tras barra no perdonó a nadie, celebrando la cultura del Hip-Hop en sus 50 años de historia, despidiéndose graffiteando sus tags en un telar negro. Los aplausos no pararon en mucho rato. Pedazo de show, gente.
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