Escrito por Felipe León
Fotos por María Loreto Plaza
En medio del fructífero panorama relacionado a la movida urbana que existe en latinoamérica, hay ciertos nombres que rápidamente se posicionaron entre los más relevantes. Artistas que son un fenómeno por sí mismos, como es el caso de Nicki Nicole, estrella indiscutida en la escena trasandina, que a base de hits y una visión propia de la música, se ha consolidado como una referente indiscutida.
Bastante esperado era el concierto que la artista agendó hace algunos meses en el Movistar Arena, que con gran parte de las localidades vendidas, vaticinaba una noche destinada a quedar en el recuerdo de su fanaticada. Por lo mismo, una hora antes del show, el recinto ubicado en medio del Parque O’higgins daba luces del acontecimiento que se avecinaba.
Para amenizar las ansias, a eso de las 20 horas irrumpía en el escenario la artista local Aura Bae, y consigo un set que promovió en todo momento sus habilidades interpretativas. En ese sentido, la cantante aprovechó el escenario para vislumbrar la identidad sonora que ha forjado en su carrera, trabajada desde un fluido reggaetón con aires r&b que expone ciertos aires flamencos.Todo esto al ritmo de canciones como “Fina” o la más reciente estrenada “RYP”. Los aplausos no se hicieron esperar.
Cerca de las 21 horas, y con algunas personas aún entrando al lugar, se apagaron las luces del Movistar Arena. Un «no diré nada pero habrán señales» que desató la locura instantánea de un país que digamos, quedó con ganas de escuchar más, tras el recordado paso de Nicki Nicole por el Festival de Viña del Mar. Cómo no si en dicha oportunidad, tanto como jurada del certamen y mostrando su música, desempeñó un papel fundamental, siendo fácil de los rostros más relevantes de la versión.
Pero sería reduccionista apuntar solo a esto, puesto que la artista cosechó en tan solo unos años un notorio éxito. Y con justa razón, obras como Alma estrenada en mayo pasado, apuntan a diversificar su propuesta. Dicho y hecho, el punto de partida fue sorprendente, cuando hizo su aparición en el escenario, para interpretar un potente inicio con dos temas de dicho disco: «Tienes mi alma» y «Se va1 llegan 2».
Al unísono, el público respondió con entusiasmo y consolidada bulla cuando sonó la “BZRP Music Sessions #13”, para luego dejar caer dos éxitos de su disco Parte de mí, «Colocao» y «Mala vida”. Aunque siendo justos, este ruidoso respaldo se consolidó en gran parte del concierto, tanto en temas ultra populares como en los más queridos por la fanaticada, dando cuenta que está lejos de ser un acto de sencillos.
Nicki Nicole es una artista completa y versátil, con una presencia escénica que a pesar de contar con un nutrido apoyo audiovisual, no dejó de ser el centro de atención. En ese sentido, las dos grandes pantallas ubicadas a un costado, junto a la del centro de curioso aspecto piramidal, aportaron a darle mayor énfasis a su imágen.
De ahí para adelante, la fiesta no se detuvo. Por una parte, los hits más grandes de su costado pop rap con aires latinos encendieron los ánimos, instalando canciones como «8 AM» junto a Young Miko en las pantallas, o “DISPARA ***”, que evidencian lo bien que se maneja en este sonido.
Mientras que los temas mucho más emotivos evidencian lo obvio, su gran voz. Pero más que eso, el ingenio a la hora de llevar lo vocal por terrenos tan accesibles como evocadores y llenos de actitud, le brinda una mayor distinción a su propuesta. En ese sentido, piezas como «NO voy a llorar :’)» o “Plegarias” aportan perfecto a esta sensación emotiva de superación, y crecimiento.
Pero Nicki Nicole es consciente también de la gran cantidad de colaboraciones que maneja en su carrera, siendo prácticamente un feat de éxito asegurado para cualquier artista que busque de su compañía artística. Por lo mismo, temazos como “X ESO BB” junto a un Jere Klein que se mostró muy feliz de estar junto a la artista sobre el escenario, así como “Intoxicao” (Emilia) y “Otra Noche” (Los Ángeles Azules), aportaron aún más al fervor.
Otros buenos momentos se vivieron al son de “Marisola” de Cris MJ en versión remix, “La terapia” en colaboración con un vibrante y aplaudido Young Cister, o el casi final de “Wapo Traketero”, otro hit máximo. Para luego cerrar la noche con el subidón sintético de “CAEN LAS ESTRELLAS”.
La noche del jueves 24 de agosto fue especial. Así lo vivió la audiencia, pero también la propia Nicki Nicole, que en derramó algunas lágrimas de emoción, que bailó, que cantó de forma increíble y novedosa. Todo en un show que contó con atractivas coreografías, dos músicos de apoyo, y por supuesto, una artista al máximo de su entrega, sin dejar de pasarla bien.
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