Alex Anwandter: "Me gusta cuestionar lo socialmente aceptado."

Por Felipe León
Fotos por Nicolas Rosales M.

«Soy un poco de esa escuela de ser honesto, y esa honestidad tiene que pasar por el tipo de música que uno hace, que a veces es distinto al tipo de música que uno escucha. Tiene que ser lo que te nazca no más, y tiene que ser genuino»

A pocos meses de estrenar su nuevo disco, El diablo en el cuerpo, Alex Anwandter confirmó hace poco una gira que lo llevará por distintos lugares de Chile –con dos esperadas fechas en Teatro Caupolicán el 1 y 2 de septiembre–, así como parte de México. Bajo este contexto, conversamos con el artista sobre estos hitos, entre otras cosas.

• De partida preguntarte cómo te sientes con el recibimiento de tu disco, y por la gira que te llevará a recorrer Chile y México.

Super bien, siento que a la gente le ha gustado mucho el disco. Me doy cuenta por el recibimiento rápido, cosa que no sucede muy frecuente, porque las personas siempre están más aferradas a las cosas anteriores, y con este fue altiro “ah que bueno que está”. Es muy especial eso, así que re entusiasmado. Vamos a ver cómo se traduce todo en los shows.

• Entre los conciertos hay dos agendados en el Teatro Caupolicán. ¿Qué tan importante es este recinto en tu carrera?

Es mi tercer lanzamiento y quinto Caupolicán que hago, así que me siento re cómodo ahí. Es un lugar grande, y a pesar de que cabe mucha gente, igual sigue siendo íntimo, entonces es un lugar que me acomoda mucho, por eso lo elegimos para hacer este lanzamiento.

• Hablando del disco, si bien es un trabajo con muchos hits de principio a fin, a la vez, es un trabajo ambicioso, el más extenso de tu carrera, incluso para el común de la música pop. ¿Ese resultado se dio de manera natural o buscaste explayarte más?

Se dio de manera natural. Empecé a escribir varias canciones, y la mayoría fueron las más bailables. Después que pasó un tiempo, en medio de la pandemia tenía más tiempo, empezaron a salir otras distintas pero seguían hablando de los mismos temas. Ahí tuve que tomar la decisión que si hacer un disco corto bailable o hacer uno que sea sobre estas cosas que parecen hablar de los mismos temas. Y opté por lo segundo, respetar lo que sea que estaba en mi cabeza más que intentar tener algo estilísticamente super acotado. Después me daba cuenta y pensaba que muchos de mis discos preferidos son dobles y largos, que en verdad no los escucho de principio a fin. Tengo unas preferidas que van cambiando, y uno vuelve. Son mucho más a largo plazo. De hecho, no creo que este disco está hecho para ser escuchado de principio a fin, pienso que es mejor para volver en distintos estados de ánimo.

• Más allá de ese costado discotequero, es un disco super confesional, con temas como «Ahora somos dos» que independiente de la inspiración, pueden generar una identificación super fuerte. ¿Se te vienen a la cabeza influencias que te ayudaron a lograr este resultado? Quizás más antiguas como de la canción melódica, por ejemplo.

Totalmente, uno de mis compositores preferidos sin el menor rastro de ironía es Juan Gabriel. Un genio absoluto, tuve la enorme suerte de verlo en vivo una vez. Fácil, de los mejores conciertos que he visto. ¡A mí me encanta! Tiene esta cosa como una locura latina intensísima pero simple al mismo tiempo, es muy difícil llegar a eso. Para mí es un modelo a seguir, lograr capturar esta intensidad emocional muy pura y cruda, en este formato de canción pop. Él era más mexicano en su música pero no veo por qué no se pueda hacer música con otros estilos.

• De alguna manera, ‘El diablo en el cuerpo’ es un disco que apuesta por tener una gran versatilidad. ¿Buscas con tu música representar ese sentido de apertura que pueda tener el pop?

No hago música pensando en esos términos. Soy un poco de esa escuela de ser honesto, y esa honestidad tiene que pasar por el tipo de música que uno hace, que a veces es distinto al tipo de música que uno escucha. Tiene que ser lo que te nazca no más, y tiene que ser genuino, en mi opinión. Es lo que determina en última instancia lo que hago. Lo que más me importa de todo lo que hago es que sea sincero, y si no lo es, me doy cuenta y no lo publico más.

• Un concepto importante en este disco es el «Diablo». ¿Qué representa para ti esa figura? Más allá de lo religioso, quizás como simbolismo en la cultura.

Una razón por la que le puse el nombre al disco es por las múltiples lecturas que hay ahí. No es algo que me interesa decir qué tipo significa “esto, esto y esto”. Para mí, una de las cosas que me gusta de la figura es la idea de cuestionar o subvertir lo que está bien o aceptado socialmente. El diablo es lo que supuestamente es malo, y eso es importante cuestionarlo. Hay cosas que están muy aceptadas socialmente que encuentro pésimas, y otras que están muy condenadas socialmente que me encantan. Y está bueno pensar sobre esas cosas.

• Una de las grandes voces chilenas Cecilia, partió hace poco, ¿Cómo te tomó su partida?

No te podría decir que tuve una relación intensa con su música. Obviamente la conozco, y conozco lo suficiente para saber que su obra era bastante más diversa. Como ese cover de Victor Jara de “Plegaria a un labrador”, es como “Okay, Cecilia, no sabía que tenías ese lado” que es re interesante. Es una figura interesante la verdad, que de cierta manera no reveló lo suficiente de sí misma para que la conocerla más. Me dan ganas de haber entendido más sus expresiones artísticas durante su vida.

• Por último, conocer un poco sobre tus gustos personales, qué has estado escuchando, alguna banda o cantante más nuevo que quieras recomendar.

Deja ver mi teléfono. Curiosamente, me obsesioné con un disco que ya conocía de los Rolling Stones. El Exile on Main Street que muchos dicen que es el mejor. Hay una canción que la estoy escuchando como 6 veces al día, no sé qué me dió con esa canción, lo menos novedoso que hay.

• Pero ese disco sí, tiene mucho del soul también.

Sí, y como que hoy en día disfruto mucho de las interpretaciones musicales. Escucho mucho el disco -ya que la pregunta es ñoña la respuesta es ñoña-, pensando en Charlie Watts, en su groove y como en lo bien que ejecuta. Es muy especial lo que hacía, y la canción que estoy escuchando todos los días que es “Tumbling Dice”, la escucho casi pensando en él y el bajista, que es muy ñoño de mi parte, pero estoy mucho con esa fijación.