La ensimismada serenidad de Dread Mar-I en el Movistar Arena

Escrito por Constanza Machuca
Fotos por Gabriel Rivera

Con una constante venida a nuestro país, fue que el cantante argentino se presentó una vez más en Chile, esta vez en un repleto —casi completamente lleno— Movistar Arena. Haciendo un repaso de su repertorio musical, el cantante logró motivar y mover a cada uno de los asistentes.

Con un par de minutos de atraso, fue que el show comenzó, sin embargo, unos minutos antes ya se podía palpar la expectación de los asistentes a ver al trasandino. Destacando una audiencia totalmente exigente (la cual en la espera con canciones de otros artistas, en determinados tracks se encontraban ‘pifeando’, a la espera de que las cambien), era que se dejaba claro una alta expectativa de la presentación. Y vaya que lo logró cumplir.

Saliendo al escenario con “Más allá de tus ojos”, logró comenzar la noche. Con claros reflejos del reggae característico del músico, fue que canción tras canción se vio una amplia musicalidad en el escenario, el cual contaba de guitarra, teclado, bajo y bronces que complementaron en la instrumentalidad del artista, siendo serenidad y paz lo que más predominó tanto en la música como en la audiencia.

Relajación, baile y disfrute fue lo que se vio durante toda la noche, puesto que si bien la gente no demostraba explícita euforia durante todo el show, no los hacía menos fanáticos, puesto que las canciones nunca dejaron de corearse, y los gritos tras cada canción nunca cesaron. Además, cabe también destacar la fuerte presencia de la emocionalidad y romanticismo desplegado en sus canciones, la cual se mostró en los fanáticos; un ejemplo de esto fue en la canción “Mi amor”, donde, sorprendentemente, se vio a muchísimas personas llamar a sus parejas para dedicarles aquella dulce canción.

Ahora, si bien la tranquilidad predominó el show, la euforia también se vio presente en algunas ocasiones, como lo fue en la reconocida canción “Nada”, al ver la química artística entre el saxofón y Dread Mar-I cuando lograron interactuar, o al ver en “Mi Bendición” cómo el trasandino se saca su gorro rasta dejando ver su cabellera de dreadlocks, dejando presente el fuerte fanatismo por el artista.

El peak del show se pudo ver al final, en un sinfín de sucesos importantes. Comenzando por la interpretación de “Tú sin mí”, el cantante realizó uno de los momentos más esperados de la noche, viéndose reflejado en la alegría del público y la enorme cantidad de linternas de celulares encendidas. Posteriormente, presenta los encores de “Qué hago yo”, una balada que deja de lado el característico reggae y ska del artista y muestra su lado más romántico al estilo clásico, y minimalista a nivel instrumental, el cover de la icónica canción “Así fue” en su versión reggae. Cerrando con “Promesas”, donde demuestra su amplio talento al apoderarse de la batería y exponer un solo que logró sorprender de manera increíble.

Tras una presentación de 24 tracks y una larga noche, fue que Dread Mar-I logró una vez más superar todas las expectativas —ya altas— del show, dejando a más de uno mencionando lo corto que se había hecho, incluso para sus casi dos horas. La cohesiva musicalidad, emocionalidad y paz emanada por el artista y su banda fue lo predominante en el concierto, deseando en cada presente que una vez más vuelva a los escenarios chilenos.

Setlist: