Escrito por Juan Pablo Ossandón
La agrupación sueca Ghost regresará a Chile tras largos 7 años, para así presentarse en un repleto Movistar Arena este 27 de septiembre. Para celebrar tamaña ocasión, estamos revisando la prolija carrera del Papa Emeritus y los Nameless Ghouls.
En esta ocasión, revisamos el disco más lúgubre y desafiante de Ghost, el increible «Infestissumam». En una época en donde el anonimato aún era la norma para la agrupación, y esta vez con Papa Emeritus II a la cabeza, los suecos dieron un vuelco estético importantísimo a nivel creativo.
Es cosa de escuchar un tema como «Year Zero» para medir la distancia en la paleta de colores con su predecesor, y es que, introduciendo un sentido cinematográfico a sus composiciones, una fuerte influencia de los Beatles, y, en general, una noción experimental más marcada y diversa, fue que Ghost brindó un segundo álbum a la altura de las expectativas.
Es que «Infestissumam» (2013) pregonaba un fuerte sentido sinfónico a nivel de arreglos, entregando más vigor a sus composiciones, y, por ende, un sentido interpretativo más intenso. Temas como «Ghuleh/Zombie Queen» y «Secular Haze» dan cuenta de la búsqueda creativa en pleno apogeo de los suecos, lo que caería de maravilla a sus presentaciones en vivo.
Si es que fueron a la presentación de Ghost teloneando a Iron Maiden el 2013 en el Estadio Nacional, incluso en esa instancia su propuesta era de lo más distintiva. En plena gira emocional de este trabajo, su appeal para estadios y arenas quedaba retratado en sus coros carismáticos y una actitud misteriosa.
De esta forma, y con una importante inyección de diversas formas de rock, el segundo álbum de la agrupación brilla como un hito único incluso con el resto de su discografía. Un manifiesto de la naturaleza inquieta de ellos.
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