Escrito por Sigrid Lobos Medina
Fotos por Nicolás Rosales Morales
En un encuentro de conexión con la naturaleza y sobre todo el mar, Arranquemos del Invierno nos presenta esta puesta en escena en su despedida de su segundo álbum “El Poder del Mar”.
El segundo disco de Pablo Álvarez está cargado de las transformaciones personales que tuvo que enfrentar. En las canciones del disco hay una cercana relación con la costa y el mar, además de grandes referencias a la naturaleza que crea esta atmósfera perfecta para perderse y sentir junto a el cantante todo lo que quiere transmitir en este refugio que se busca crear en torno a la letra de sus canciones en tiempo de caos.
El evento tuvo la oportunidad de ser presentado en Concepción, la ciudad que vio nacer a Pablo como guitarrista en la banda Niño Cohete. El Teatro Bio Bio fue un lugar perfecto para albergar su puesta en escena.
A eso de las 19:40 hrs se daba comienzo al show. Una sala totalmente oscura le daba la bienvenida a Pablo, Daniel Werlinger y Rodrigo Droguett, con un juego de luces y humo. Comenzaron los acordes de “Litoral” –canción presente en su álbum– con el arduo juego de luces, que generaba una dinámica de sombras y humo “naturales”.
En un espectáculo mucho más íntimo con un aspecto sonoro muy destacable, nos enredamos en los ruidos de la naturaleza tan característicos en la música de Arranquemos del invierno, donde los matices y el sonido tridimensional de “Todas Tus Flores” conectaban de una manera única con el oyente. Un show cargado de canciones con una fuerte carga emocional, que hacía que entre las penumbras del teatro se pudiera conectar de gran manera con el músico.
Grandes canciones como “Gruta” y “Saltos al vacío” fueron parte de esta puesta en escena que, con grandes focos de luz en una sala a luz tenue, frente a frente con el público; proyectaban asimilaciones al viento, el mar y la lluvia. Una sección sumamente potente del show para los participantes. El sonido de los tambores, los cascabeles y las cajas rítmicas llenas de capas envolvieron la sala del Teatro, fue una portentosa maestría de Folk.
Un peak increíble fue “Espíritus cordillerano”, donde el tambor marcaba ese sentimiento de unión a un lado espiritual rodeado de naturaleza, siguiendo con ese coro atrapante “Los espíritus cordilleranos, me atrapan en este lugar” con pequeños remolinos de humo bajo la luz tenue de los proyectores que asemejan la llegada de espíritus al escenario.
El final del show se acercaba y el público avasallador seguía queriendo más Arranquemos del Invierno, se dió inicio a la canción “el poder del mar” cuando desde la oscuridad que emanaba la parte de atrás del escenario apareció el cantante y rapero de la región Dek Primero, invitado especial de Pablo Álvarez, que con un gran desplante escénico salió a sacar aplausos y gritos por parte del público.
Realmente Arranquemos del invierno nos brindó un show totalmente con su sello de verle lo maravilloso a la sencillez del espectáculo chileno. Un show que nos hizo reencontrarnos con nuestras raíces, conectarnos con el mar y el viento de la costa y lograr entregar un poco de paz y tranquilidad entre el caos de la vida misma. La tranquilidad que expresa Pablo en la propuesta escénica, siempre sencilla y cálida al público, además de sónicamente relajante, es quizás una muestra más del tremendo potencial de la trayectoria que lo hizo encontrarse para crear su sello propio, junto a su mezcla con la naturaleza que lo potencia y destaca como un gran artista de la región.
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