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Toma el poder de vuelta: La revolución de las seis cuerdas de Tom Morello en Rage Against the Machine

Por Juan Pablo Ossandón

 

El imaginario popular del rock mantiene en su memoria de forma vívida grandes canciones como «Killing in the Name», «Bulls On Parade» o «Freedom», temas de la banda de rap metal Rage Against the Machine que remecieron el escenario creativo en los ’90 con su debut homónimo en 1992, y que dieron un giro de tuercas tan grande a lo que sucedía en el rock y el metal en esa época, que simplemente nadie pudo hacerse parte de ese fenómeno.

Y es que en Rage Against the Machine cada uno de sus miembros fue fundamental. El inexplicable y robusto groove de Tim Commerford en el bajo, los versos afilados y furiosos de Zack de la Rocha, o las baterías bulliciosas y siempre en punto de Brad Wilk. Todos elementos sustanciales que conformaron el ADN de una de las bandas más importantes de la historia, pero el corazón del sonido recayó en las seis cuerdas de Tom Morello.

Un sonido sinceramente demasiado único que instaló distintas formas y expresiones en el rock totalmente anómalas e inusitadas en la época –y algunos dirían que incluso en el día de hoy serían vistosas–, y es que, más allá de las grandes influencias del hard rock y el sinfín de subgéneros que se presentan en el guitarrista, fueron sus experimentos los que le dieron esa carácter peculiar y bastante llamativo.

Sí, por una parte sus riffs mostraban una notoria influencia del funk en general, traducido obviamente a las claves del rock y el metal. De ahí que un riff tan portentoso como el de «Know Your Enemy» es capaz de motivar a cualquier fanático del género. Pero son justamente los detalles experimentales y arreglos extraños que Tom Morello realizaba los que daban en la fibra. Úsese de ejemplo, la mismísima intro del track que mencioné anteriormente.

Ahí es donde entran las influencias del hip hop y la cultura de los DJ’s en el panorama creativo del guitar hero, y es que muchos de esos detalles que causaron fuerte impresión, venían con la intención de emular, readaptar o bien, resignificar la figura y técnica del scratching. Un truco bastante popular e icónico de la cultura hip hop ochentera, que tradujo de distintas formas ya sea jugando con las perillas del instrumento, con el uso creativo de efectos de pedales –el «wah»– o incluso jugando con el cable plug. Una locura.

El sinfín de bandas modernas que integraron en sus fórmulas las técnicas de Tom Morello es inmensa, y fue esa noción convergente de sonidos del guitarrista la que ayudó a modelar distintas apariencias del nü metal, el rap rock o diversos sonidos que integrasen la electrónica de forma más comprometida en sus composiciones. Y podremos ver la génesis de todo eso próximamente en su arribo en Chile.


Tom Morello se presentará el próximo 6 de junio en Teatro Caupolicán
Entradas por PuntoTicket

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