Escrito por Felipe León
Foto por Christophe Abramowitz
Dentro del gran legado de artistas y bandas que han dejado una huella propia en la música, se encuentra Magma, banda que a lo largo de una amplia y fructífera trayectoria, logró un reconocimiento especial, debido a las particularidades que con tanta gracia ofrecen los franceses. Con una propuesta que limita entre el rock progresivo, la música clásica, y el jazz-rock, el grupo liderado por Christian y Stella Vander supo darle un vuelco al sonido de la época de los 70s, logrando trascender con el tiempo a obras que siguen manteniendo en lo más alto, la particular propuesta Zeuhl que ofrecen los parisinos.
Por lo mismo, la visita a Chile de la banda por partida triple (el 28 y 29 de abril en el Teatro Nescafé de las Artes, y 1 de mayo en el Teatro Universidad de Concepción) no es más que una gran oportunidad para encontrarse nuevamente con Magma, o quizás conocerlos un poco más en profundidad. Es por eso que aprovechamos de hacer un selecto repaso por las tres obras que estarán presentes en los conciertos de Santiago.
Mekanïk Destruktïw Kommandöh (1973)
Hablando de clásicos indiscutidos, Mekanïk Destruktïw Kommandöh puede ser la obra más conocida y a la vez representativa en la carrera de Magma. Su trascendencia radica en el tono apocalíptico y épico que ya venían mostrando, haciendo aún más sólida su propuesta que incluía pasajes ritualistas, un imaginario sonoro potente y avant-garde, además del kobaïano, idioma creado por Christian Vander. Elementos que alcanzan el punto exacto en este disco producido por Giorgio Gomelsky (que también trabajó con The Soft Machine), matizado por su hipnótico tono sci-fi conceptualizado de forma novedosa, en el inicio de la que sería una nueva trilogía, una de las más recordadas: Theusz Hamtaahk.
Ëmëhntëhtt-Ré (2009)
Un salto en el tiempo directamente a la década de los 2000. Un nuevo milenio que vería renacer la propuesta de Magma, de la mano con discos que pasarían a ser parte importante de todo su legado, siendo Ëmëhntëhtt-Ré -junto a K.O. (2004)- un paso definitorio, que de cierta manera continuó abriendo posibilidades. Esto debido a la vibra más espiritual -pero bastante ominosa- que presenta el disco, nutrido por un imaginario oscuro que avanza por estos 6 episodios jazzisticos y ritualistas. Parte de este trabajo fue interpretado en vivo durante los 80’s por los franceses, siendo finalmente completada en su versión en estudio para esta época, finalizando así una nueva trilogía, iniciada por el clásico Köhntarkösz (1974) y continuada en su momento por el ya mencionado K.O.
Kãrtëhl (2022)
El más reciente estreno en larga duración de Magma fue lanzado el pasado año bajo el nombre de Kãrtëhl, y simplemente está a la altura de su enorme legado. Porque los elementos distintivos del grupo se mantienen, persistiendo ese ideal ambicioso que proyecta sonoridades mucho más corales, sin transar ese constante ir y venir de luces y sombras con el que juegan en sus canciones, dando cabida a perspectivas emparentadas con el soul, desde una mirada del jazz, que de alguna manera le brinda nuevos colores a su sonido. Otro buen acierto para una banda que no ha parado de crear, y sigue al pie del cañón, sorprendiendo con cada nuevo estreno.
Recuerda que Magma estará tocando en Chile el 28 (agotado) y 29 de abril en el Teatro Nescafé de las Artes, y 1 de mayo en el Teatro Universidad de Concepción. Cada uno de estos conciertos será diferente. Puedes comprar las entradas por Ticketek (Stgo) y Ticketplus (Conce).
